domingo, enero 15, 2006

¿ QUE DEBEMOS CAMBIAR PARA UNA NUEVA CUBA?

¿QUE DEBEMOS CAMBIAR PARA UNA NUEVA CUBA?

Pedro Pablo Arencibia Cardoso
No estoy de acuerdo con la frase del teatrista y escritor René Ariza de que "Todos llevamos un Fidel Castro dentro", pues eso sería demasiadol, pero si estoy de acuerdo con la que dijo nuestro José Martí, de que todo hombre lleva dentro la semilla de un déspota, y también con la que dijo Simón Bolivar: " ¿ Quieres conocer a un hombre ? ¡Dale poder! " .
En Cuba un joven alemán me habló comparativamente sobre como vivían la libertad los alemanes de la antigua RDA y como la vivían los de la antigua RFA cuando ambas se unieron bajo un régimen democrático. Hoy, en España, he visto como consecuencia de pasar de una dictadura confesional católica a la Libertad y a la Democracia, muchos españoles viven una libertad donde la divisa es el irresponsable" ¡Vale todo!", y han rechazado Valores Humanos que en otros pueblos con más tradición de Libertad y Democracia y menos tradición religiosa no se han rechazado.
¿Sobre que base base debemos edificar la Nueva Cuba? primeramente un poco de esa otra Madre y Maestra que es... La Historia.
UN POCO DE HISTORIA
En la República cubana anterior todos nos equivocamos, uno más y otros menos, pero todos tenemos nuestra responsabilidad, lo mismo sucede en este medio siglo de fidelismo, pues de no ser así, no hubiera sido tan largo nuestro Calvario. Nuestros pecados para unos son de pensamiento, para otros son de obras, para otros de palabra y para la inmensa mayoría del pueblo: el gran pecado de omisión, y no estoy hablando religiosamente. Esto ha ocurrido en las dos orillas: la de la Isla y la de la Diáspora.
Para decantar las culpas de cada grupo antes del nefasto primero de enero de 1959, tendría que escribir un ensayo, o un libro, al igual que para las culpas de los diferentes grupos, en la Isla y en la Diáspora, después de 1959; no obstante, puedo adelantar algo: la omisión fue el gran pecado de la mayoría del pueblo, pues nos cruzamos de brazos a esperar el resultado de la lucha e irnos con el vencedor. Antes de 1959 esa omisión estuvo acompañada por la indolencia; después de 1959 por el miedo, miedo que también acompañó a muchos de los que fueron como milicianos y soldados a las acciones militares de " La limpia del Escambray" , " La Guerra de Angola" y otras Misiones Internacionalistas, bélicas o no, porque pensaron que era mejor una probable muerte en esas acciones que una segura " muerte civil" en Cuba, donde estarían muertos en vida y tratados como "no personas" que había que vigilar y reprimir.
Recuerdo como a finales de los años 50s muchos empresarios y obreros se ocupaban solamente de sus negocios y ocupaciones laborales absteniéndose de participar hasta en llamados pacíficos de carácter político ó cívico que podrían haberle puesto fin a la situación de una manera diferente a la que se dió: la apropiación del triunfo revolucionario a manos del 26 de Julio "de la montaña", comandado por Fidel Castro, sin haber sido este el grupo más sobresaliente en la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista; calificación que le correspondería realmente al Movimiento 26 de Julio "del llano", que fue el que realmente llevó el mayor peso de la lucha hasta mediados de 1958, cuando Fidel ( tras el fracaso y debilitamiento que tuvo el M-27-7 "del llano" en la Huelga de Abril de 1958) actuó oportunísticamente situando a sus seguidores y subordinados al frente de la vertiente de "el llano" de dicho movimiento, en la reunión efectuada en Los Altos de Mompié. De otras organizaciones que combatieron a la dictadura de Batista poco o casi nunca se habla en Cuba: Directorio Revolucionario, Organización Auténtica ( OA), Resistencia Cívica, Segundo Frente Nacional del Escambray , Triple A, etc.
Por ese pecado de omisión como pueblo, después de 1959 cada grupo, clase o estamento social fue viendo como las propiedades y libertades fueron respectivamente estatalizadas y pisoteadas por la entonces flamante tiranía: los primeros afectados fueron los antiguos "batistianos", después le seguirían, grandes propietarios de tierra, propietarios de más de una casa ( salvo que una estuviera en la ciudad y la otra en una playa), propietarios de industrias, almacenes, etc., propietarios de más de 5 caballerías de tierra, propietarios de escuelas ( incluyendo las de todas las Iglesias cristianas), pequeños comerciantes, pequeñas industrias, etc., hasta que finalmente en 1968, tras la llamada "Ofensiva Revolucionaria", el Estado se apropió hasta de los "puestos de fritas" o negocios privados unipersonales de fiambres, llegando El Estado cubano a someter bajo su arbitrio salarial y de todo tipo, hasta el 97 % de toda la población laboral del país.
Debo puntualizar que con esa actitud de omisión y de miedo no estoy olvidando a aquellos miles y miles de valientes ciudadanos que se enfrentaron de diferentes maneras al régimen con una oposición mucho mayor que la que se enfrentó a la anterior dictadura de Batista y bajo condiciones de lucha mucho más difíciles como fue, por ejemplo, el desalojo de miles de familias campesinas de las montañas del Escambray y de otros lugares del país, que le servían de base de sustentación a los miles de insurgentes que combatieron al castrismo. Los miles de fusilados y asesinados de diversass maneras y los miles y miles de presos políticos que tuvieron las prisiones cubanas hablan de ese decoro que muchos millones de cubanos no tuvimos ni tenemos para decir aunque sea ¡ NO! a la tiranía, para ya no hablar de enfrentarla. También debo puntualizar algo muy importante: la tiranía del régimen de Fidel Castro fue la que que impuso la violencia en la lucha política al suprimir desde enero de 1959, a través de los Estatutos Constitucionales " provisionales", y no la prometida Constitución de 1940, todos los espacios políticos de oposición pacífica en Cuba.
De los que combatieron cuando la dictadura batistiana, en uno u otro bando, la culpa fue la de no reconocer al peor entre Scilla y Caribdis y no columbrar lo que nos pasaría como pueblo; elementos habían más que suficientes para saberlo por el pasado públicamente conocido del joven Fidel Castro, su pertenencia a las bandas o pandillas políticas de la UIR y la AGR ( perteneció a las dos bandas rivales aunque en diferentes momentos y en una muy poco tiempo; uno de sus jefes fue Emilio Tró, asesinado en los sucesos de Orfilia) y las acusaciones de intento de asesinato ( a Leonel Gómez) y de asesinatos que sobre él pesaban, sobre todo los asesinatos de Manolo Castro y de Oscar Fernández Caral, este último, sargento de la Policía Universitaria que había acusado a Fidel en el sepelio de Manolo Castro de ser uno de los participantes en el asesinato por haberlo visto cerca del lugar donde encontró la muerte Manolo Castro; posteriormente Fernández Carral fue baleado y antes de morir dijo, que el que le había disparado había sido Fidel Castro; en el diario " El Crisol " del 5 de julio de 1948 aparecen esas palabras como titulares. No se pudo probar ninguna de esas acusaciones.
No obstante esa pública hoja de presuntos delitos de Fidel Castro, hasta Instituciones de siglos de sabiduría se equivocaron al apostar por él; quizás pensando en un nivel de ascendencia sobre Fidel, y sobre la población, que nunca tuvieron.
DEBEMOS CAMBIAR:
Lo fundamental que debemos cambiar para construir una nueva Cuba, es nuestra forma de ver y pensar las cosas; de no ser así esta larga y gran experiencia (trágica, pero experiencia al fin) no habrá valido de nada y entonces el caudillismo, el " revolucionarismo", la violencia y la intolerancia habrán triunfando y con ellas el culmen y apogeo de ellas: el fidelismo, aunque ya Fidel Castro esté yaciendo 10 metros bajo tierra. No hacemos nada con botar el sofá: debemos romper definitivamente con la perjura y pensar en el porqué del engaño.
Debemos dejar de buscar y seguir caudillos, ya sean buenos o malos, debemos de buscar Instituciones en las que los Valores Humanos, y no los antivalores, sean los que mejor las caracterizen, ya sean Instituciones Gubernamentales o de la Sociedad Civil.
En general, el vivir de los cubanos en los Valores Humanos, es lo que nos permitirá vivir socialmente una Libertad con Responsabilidad, una Libertad que no caerá en lo que nuestros padres llamaban Libertinaje; tendencia muy frecuente en aquellos países que han pasado anteriormente por una férrea dictadura. El vivir en los Valores Humanos nos garantizará políticamente como pueblo, que no vuelva a instalarse en el Poder un grupo usurpador de la soberanía estatal, social e individual que conculque los Derechos Humanos de ninguna persona en nuestra Patria.
Nuestros errores pasados son la base sobre la cual debemos construir la nueva Cuba; de no aprender de ellos, nos merecemos las lágrimas de sangre que hemos derramado y los escupitajos de desprecio de las nuevas generaciones de cubanos.