LA ALTERNATIVA BOLIVARIANA: EL DELIRIO DE LOS ABSOLUTISTAS
LA ALTERNATIVA BOLIVARIANA: EL DELIRIO DE LOS ABSOLUTISTAS
Inversionistas españoles en Venezuela ven amenazados sus intereses económicos por la política que Hugo Chávez desarrolla en el país. Los dictadores no se andan con chiquitas a la hora de imponer sus criterios y planes gubernamentales. Con una posición cada día más debilitada y aislada y pareja a la restricción de derechos humanos que recae sobre la población, Venezuela representa hoy, junto con Cuba, los bastiones de la antidemocracia, de la imposición del pensamiento único y la intolerancia. Pero no sólo eso. También lo son en la exclusión y la extorsión de cualquier ciudadano emprendedor que decida honestamente sacar su propio negocio adelante.
Durante el pasado año se iniciaron por parte de grupos que se proclaman bolivarianos, y siguiendo las políticas que demagógicamente el presidente venezolano impone en el país, la persecución de una docena de españoles inversionistas -canarios y gallegos- afincados en la región de Yaracuey.. Los inversionistas consideran amenazadas tanto sus propiedades como su propia integridad física al ser víctimas de asaltos e invasiones, amenazas de muerte y otras manifestaciones violentas que tienen como objetivo instarles a abandonar sus tierras.
Ante estos hechos, en días recientes, el secretario de Estado de Exteriores de España, Bernardino León reconoció que la situación es “preocupante y seria” porque “las gestiones no han fructificado todavía”. Los agredidos ya habían comunicado su situación al presidente del Gobierno Español, José Luis Rodríguez Zapatero, en su visita a Caracas el pasado año. Sin embargo, el muro con el que las gestiones internacionales se topan hace infructuoso cualquier intento de diálogo o negociación.
A pesar de las gestiones del gobierno español, los afectados consideran que es muy poco o nada lo que se ha avanzado. Por su parte, el Secretario de Estados de Exteriores replicó en el Senado que “entendemos que el diálogo con el Gobierno y la oposición democrática es la mejor forma de contribuir a fortalecer las instituciones venezolanas y a que Venezuela contribuya a la estabilidad de la región” pero al mismo tiempo exige a Chávez “la salvaguardia de los bienes y de la integridad física” de los propietarios españoles mientras aseguraba que “no estamos satisfechos y no vamos a dejar de trabajar hasta que haya una solución satisfactoria”.
( José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno Español)
Bernardino León añadió que el director general para Iberoamérica, Javier Santodomingo, convocó hace ya dos meses a la encargada de negocios de Venezuela en Madrid para expresarle la preocupación por estos hechos y reclamarle una rápida y decidida intervención a las autoridades venezolanas. La ley de expropiación de tierras de más de 300 hectáreas que estén ociosas, promulgada en el 2001, no afectaría a las propiedades españolas que ni alcanzan la dimensión mínima que estipula la ley ni tienen más problemas de explotación que los derivados de los ataques constantes que llevan a cabo los “bolivarianos”.
El Grupo Internacional por la Responsabilidad Social Corporativa considera estos hechos atentatorios contra la libertad individual y contra la propiedad y la libre iniciativa. Fiel alumno de Castro, el presidente Chávez va lanzado por la espiral de la agresividad contra los ciudadanos y en la apropiación de unos bienes que tienen titularizad. Lejos de cualquier avance en la democratización, la alianza entre ambos países tiene un efecto perverso.
Eufórico por el respaldo del venezolano, Castro da marcha atrás en la tímida apertura iniciada en los noventa, tras la caída del Muro. Limita y persigue cualquier intento de iniciativa privada, clausura paladares, amenaza con retirada de licencias, combate las remesas de la emigración como fuente prioritaria de ingresos, expropia propiedades de inversión extranjera, neutraliza la formación de una clase media, asociada a las empresas mixtas, defenestra a políticos aperturistas, ideologiza a una ciudadanía, desprovista de derechos y constantemente amenazada, impone una ridícula versión de La Revolución Cultural China... Cuba y Venezuela se alían por el totalitarismo y la pervivencia de un añejo comunismo de los años setenta. Y si ya Cuba poco puede ofrecer material y económicamente pues tras casi cincuenta años de poder ha conseguido destruir un país antaño próspero y floreciente, tiene a Venezuela como aplicada alumna ideológica, mientras que ésta, en perfecta simbiosis, le ofrece el respaldo económico y simbólico que Castro necesita. El avance del neopopulismo que lleva implícito la anulación de los derechos humanos y la violación de los sociales, culturales y económicos y que sacrifica la libertad en aras de la justicia, sólo podrá ser contenida por la reacción de los propios ciudadanos y la presión internacional a favor de la democracia.
Luz Madroño
Febrero del 2006
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