BARACUTEY CUBANO

Zoé Valdés repasa la historia y literatura de Cuba

Bitácora Cubana, 10 de marzo de 2006 - Logroño - (ABC)

La escritora: Zoé Valdés nació en Cuba en 1959, año en que se produjo la revolución que llevó a Fidel Castro al poder. En 1995 tuvo que salir del país y pidió asilo político en Francia. Actualmente reside en París y además de continuar con su labor como escritora investiga la historia de la isla.

Su obra: Ganó el premio de Novela Ciudad de Torrevieja por 'La eternidad del instante'. En 1995 publicó 'La nada cotidiana' y 'La hija del embajador'. En 2000, 'Querido Novio'.

Siempre que puedo hablo de los disidentes»

La escritora cubana, Zoé Valdés repasó ayer la historia de su país a través de la literatura que allí se ha hecho. Mantiene que ambas cosas discurren paralelas y se mezclan indisolublemente. Ella nació en 1959, año en que se produjo la revolución que llevó a Fidel Castro al poder. En 1995 salió de su país y actualmente vive en París en el exilio. La distancia física, sin embargo, no hace que deje de lado una isla a la que, según explicó ayer, Cristóbal Colón ya le puso el listón muy alto cuando escribió en sus diarios: 'Es la tierra más bonita que ojos humanos han visto'.

En la charla que ayer ofreció en el centro cultural Ibercaja repasó los nombres que han conformado la historia y la literatura de su país y, a la vez que los analizaba, soltaba retazos que trazan lo que ella entiende que es el perfil de quienes habitan en su tierra natal. «Los cubanos mientras lloramos cantamos», aseguró, después de explicar que lo mismo hacían los esclavos para soportar los malos tratos que recibían.

Realidad política

Su investigación de la historia de su país le ha llevado a analizar el personaje de Fulgencio Batista, que dirigió el destino del país entre 1940 y 1959, cuya figura, explicó Valdés, «ha sido vilipendiada y sobre la que se han dicho muchas mentiras». Con este ánimo se puso a hacer una novela que quitara a Batista «el cartelito de dictador».

Para Zoé Valdés, en su país actualmente «todo está politizado». «La realidad es sumamente política», según la escritora. «Desde que uno se levanta hasta el último vaso de agua con azúcar que se bebe por la noche, porque no hay leche, todo es política». Por eso, ella asegura que nunca huyó de este fenómeno cuando escribió sus novelas. Como ejemplo citó, la obra que más puertas le abrió, 'La nada cotidiana', «una novela de amor entre los personajes, de resquemor, miedo y angustias que una dictadura genera y que son exterminadores»