miércoles, mayo 17, 2006

TODAVIA NOS DICEN QUE LA ENSEÑANZA EN CUBA ES GRATUITA

Nota del Blogguista.


En este artículo Oscar Sánchez Madan aborda algunas aristas que muestran la no gratuidad de la Educación Cubana; yo intercalé algunas fotocopias de expedientes escolares donde se muestran otras aristas: el costo psicológico y de derechos civiles cuando el estudiante no es bien visto políticamente; las anotaciones no las hicieron los oficiales de la Seguridad del Estado que atendían esos centros educacionales sino fueron los Profesores Guías que atendían a esos grupos escolares. Antes de escribir el texto de las notas que aparecen en eso expedientes , quiero puntualizar que en Cuba antes de la Revolución existía educación verdaderamente gratuita; yo orgullosamente fui alumno de Escuelas Públicas. Hasta la matrícula en la Universidad de la Habana, que costaba anualmente aproximadamente 50 pesos cubanos en los años 50s, si usted escribía una carta donde explicaba que usted no tenía recursos económicos para pagar la matrícula, le daban MATRICULA GRATIS; más de la mitad de los estudiantes de la Universidad de La habana en esos años eran MATRICULA GRATIS.
Las notas escritas en esos expedientes dicen:



Expediente Acumulativo del Escolar ( Hijo1) página 60

CARACTERIZACION PEDAGOGICA DEL ALUMNO 02/03 ( Curso 2002-2003)

" ...., aprende con facilidad, lo que le ha hecho mantener un buen promedio docente los tres años.
Es crítico y autocrítico, se relaciona con grupo y sus profesores.
Cuida y mantiene la base material de estudio, ( algo ilegible)
Participa en las actividades ( ilegible) y de la escuela, ha participado en las actividades culturales como actor.
La relación hogar bien, por parte de su mamá que siempre ha asistido a todas las reuniones y se

( página 61)

ha preocupado mucho por él participó en las etapas al campo.
Este alumno no fue avalado para el ingreso a la Universidad por presentar manifestaciones no acordes a nuestros principios sus padres pertenecen a los Derechos Humanos y esto trajo como consecuencia que el grupo no le diera el aval político en 12 ."


Aparecen nombres y apellidos de la profesora, firma ilegible y cuño o sello gomígrafo

Nota : 12 se refiere al 12 grado, útimo año del Bachillerato o Preuniversitario en Cuba.


...................................................................
curso 2000-2001
Grado: 9no.

Expediente Acumulativo del Escolar ( Hijo2) página40

CARACTERIZACION PEDAGOGICA DEL ALUMNO (SECUNDARIA BASICA)

" ...... Su aprendizaje es bueno así como su rendimiento académico. Tiene buen lenguaje y buena dicción. Tiene las siguientes necesidades cognositiva.
Matemática: Estimar y trabajo con magnitudes
Español: Ortografía ( cambio de letra)
Cuida la Base Material de estudio, usa correctamente el uniforme escolar. No participa en el campo, pero se incorporó al organopónico evaluado de B. Este estudiante ha manifestado su inconformidad con el proceso revolucionario de nuestro país alegando que no es comunista, la aspiración de su familia es de emigrar hacia los E.U.A.
Participó en los concurso de química y física con buenos resultados. Sus padres son profesionales, pero presentan serios problemas ideológicos, y no trabajan con el gobierno. "


Expediente Acumulativo del Escolar ( Hijo2) página41

OBSERVACIONES Y/O RECOMENDACIONES A SUS FUTUROS PROFESORES.

" - Seguir cuidadosamente sus manifestaciones de índole políticas
- Continuar trabajando en los elementos del conocimiento en los cuales presenta dificultades

Curso 2001- 2002.
Se ratifica la caracterización. ( firma ilegible)

NOMBRE Y APELLIDOS DE EL(LA) PROFESOR(A):
( aparece Nombres y Apellido legible) FIRMA: ( aparece firma ilegible) "


*******
Poseo los Expedientes Acumulativos de mis hijos y además hay noticias, localizadas y disponibles, de periodistas independientes, de esa época que avalan todo lo anterior.
Estas situaciones se producen pese a que el artículo 42 de la actual Constitución Cubana vigente dice:

" La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquier otra lesiva a la dignidad humana está proscrita por la ley. Las instituciones del Estado educan a todos desde la más temprana edad, en el principio de la igualdad de los seres humanos."

El estudiante de Preuniversitario no recibió el Aval Político para el ingreso a la Enseñanza Superior o Enseñanza Universitaria pese a tener aproximadamente 95 puntos de promedio en los tres años de Pre, y haberse destacado positivamente en el trabajo agrícola todos esos años, por lo que en vez de pasar un año de Servicio Militar General tenía que pasar dos años ...; pero esa es otra historia donde se ve el carácter MAFIOSO del régimen cubano y de algunos de sus educadores, quizás algún día la publique....

UNA ULTIMA ACLARACION PARA QUE NO DIGAN QUE PUBLICO ESTUPIDAS MENTIRAS: ESOS DOS ESTUDIANTES AFECTADOS SON MIS HIJOS. EL BLOGGUISTA
****************

Todavía nos dicen que la enseñanza es gratuita
Por Oscar Sánchez Madan

17 de mayo de 2006

Matanzas – www.PayoLibre.com – José Martí Pérez (1853-1895), el más brillante y universal de los cubanos, no hubiese imaginado nunca que algo más de un siglo de su muerte, en su propia patria, Cuba, un régimen totalitario y abusador que desprecia la inteligencia humana utilizaría su nombre y patriótico ideario para crear un mito: el de la supuesta gratuidad del sistema de enseñanza, para beneficio del cual, los funcionarios del denominado estado socialista han venido aplastando desde hace más de 47 años la iniciativa creadora y la voluntad de decenas de miles de estudiantes, y familiares, a quienes les han prohibido pensar y actuar por sí mismos.

Como apóstol de nuestra libertad e independencia, él abogó en el Siglo XIX por un sistema de educación científica, donde se vinculara el estudio con el trabajo. Así lo expresó en un trabajo publicado en el Diario la América, de New York, en septiembre de 1883, ocasión en que definió la descollante idea de remunerar la labor de los estudiantes de escuelas-talleres, e impedir que dicha labor tuviese propósitos económicos en lugar de educativos. En tal sentido indicó que el trabajo no debía constituir una carga para los escolares, más bien sugirió que las fábricas y los talleres retribuyeran su esfuerzo práctico durante el aprendizaje y no abusaran de ellos.

Sin embargo, el régimen de Fidel Castro ha manipulado y distorsionado su precioso legado con la finalidad de sacar provecho en aras de fortalecer un sistema absurdo e inhumano.

Luego del llamado triunfo de la revolución, en 1959, los comisarios estalinistas tropicales, con la mirada puesta en Moscú, y por iniciativa del comandante Ernesto Guevara, introdujeron en la isla la oscura y muy cuestionable concepción leninista del “trabajo voluntario”, desde entonces, cientos de miles de ciudadanos, entre ellos miles de jóvenes, fueron obligados a participar en duras faenas productivas sin cobrar salarios, o al menos un moderado estipendio, como reconocimiento lógico a sus extraordinario sacrificios. Aunque claro, sobraron los diplomas y los retóricos discursos “revolucionarios” de agradecimiento. ¡Bonita manera de agradecer el derroche gratuito del sudor ajeno! Como verdaderos esclavos, los estudiantes engrosaron gratuitamente las arcas de un Estado explotador, que proclamaba a los cuatro vientos que la juventud cubana era la mejor del universo. Como no serlo si le exprimía las entrañas en el más absoluto descaro.

Dicho estado parásito y burocrático, como todos los estados comunistas, se encargó por esos años de abolir las flamantes escuelas privadas y religiosas, la autonomía universitaria, y sepultar, además, los privilegios y libertades consagrados en la constitución democrática de 1940, que el dictador Fulgencio Batista había pisoteado luego del golpe militar que protagonizó el 10 de marzo de 1952.

Como si eso fuera poco, y para dejar bien enraizado y estructurado su mecanismo explotador, en 1971, el llamado gobierno revolucionario trajo a colación una idea “genial” del comandante en jefe que rápidamente se materializó, en un país, en el que para entonces ya no existían instituciones democráticas. Me refiero a la implementación de un sombrío y lucrativo sistema de escuelas en el campo, en el que niños y adolescentes de secundaria básica y pre universitarios, quedaron obligados, ya para siempre, a participar en la producción como simples obreros agrícolas, pero sin percibir salarios, y a cumplimentar las pesadas normas laborales, impuestas por la nomenclatura, a la vez que estudiaban.

Dicho sistema enroló a escolares de entre 12 y 17 años. Es cierto que estos no tuvieron que pagar su ingreso a los centros de estudios. Los gastos de su educación los financiaban, y aún lo financian, con el trabajo que realizan en la agricultura. ¡Bendita manifestación de gratuidad!

Si la educación en Cuba hubiese sido gratuita, como afirman Castro y sus cada vez menos partidarios en el mundo, ¿por qué el propio mandatario caribeño dijo, públicamente, el 28 de septiembre de 1972 en el acto de celebración del duodécimo aniversario de los oficialistas Comités de Defensa de la Revolución, que el sistema de escuelas en el campo permitiría, con la participación de niños y jóvenes en la producción, poder hacer frente a los gastos de la educación?

Según el comandante su gobierno transformó los centros escolares en centros de enseñanza y trabajo productivo económico, a contrapelo de lo que promovió José Martí.

A quienes se dejan embelezar todavía por el gran mito comunista, les digo, que, a pesar de los años, aún están frescas las palabras del caudillo leninista. La idea sobre las presuntas gratuidades de nuestro sistema de educación, que por cierto, no es nuestro, sino del estado comunista, no es más que una estúpida fantasía de la que se sirve el régimen para engañar a los pueblos del mundo y para promocionar su vieja tiranía bolchevique.

No puede hablarse de gratuidades en la educación cuando el mismo gobernante, el 8 de diciembre de 1972, durante el acto que se efectuó en la universidad de La Habana, con motivo de una graduación, recordó la participación de los estudiantes en distintos momentos productivos, sobre todo en las difíciles zafras azucareras, en las que se les imponían labores de esclavos como el corte y alza manual de caña.

Cientos de profesionales cubanos aún recuerdan las gigantescas movilizaciones productivas a que los sometió el régimen durante muchos años en las que eran obligados a marchar al interior del país, abandonando totalmente las universidades durante dos, tres y hasta cuatro meses. El gobierno obtenía de ellas cuantiosos dividendos.

Desde hace años los universitarios cubanos al concluir sus estudios, prestan por mandato oficial, un llamado servicio social, el cual cumplen en diversos centros de trabajo en los que se les descuenta un por ciento de su salario durante dos años.

Dicho por ciento es destinado a costear los estudios concluidos. Algo parecido ocurre con los estudiantes que se gradúan como técnicos medios. Y todavía nos dicen que la enseñanza es gratuita.

Si luego de aportar estos sólidos e irrebatibles argumentos quedara alguien que se atreviese a decir que la enseñanza en Cuba es gratuita, les aseguro, con el mayor respeto, que se trata de uno de esos personajes ciegos, tontos y caprichosos, que gozando de una vista perfecta, sencillamente se niega a ver la realidad por razones de demagogia y politiquería.

Los hechos dicen más que las palabras y son precisamente estos los que nos indican que el sistema de enseñanza castrista no es financiado, para nada, con los recursos del estado comunista, sino que es sustentado con el sudor de los estudiantes y en última instancia con el sacrificio del pueblo trabajador a quien el gobierno paga miserables salarios.

Basta ya de mitos y falsedades. Reconocer una gran verdad es a veces muy difícil, pero no imposible.





CAMPAÑA CUBANA POR LA LIBERTAD DE LOS PRISIONEROS POLÍTICOS
"Acuérdate de los presos como si tú también lo estuvieras".
Hebreos 13-3

******