miércoles, julio 12, 2006

LA PROSTITUCION DE LA INTELIGENCIA


Nota del Blogguista

Ya en 1979 Lolita Lebrón y Oscar Collazo, dos de los 4 terroristas que atcaron el Congreso de los Estados Unidos, fueron condecorados por Fidel Castro

Las fotos del ataque y de la condecoración de 1979 son cortesía del historiador Dr. Antonio " Tony " de la Cova, las cuales se encuentran en:
http://www.latinamericanstudies.org/congress-attack.htm


****************
http://www.lanuevacuba.com/master.htm



LA PROSTITUCION DE LA INTELIGENCIA

Editorial
La Nueva Cuba
Julio 12, 2006


En días pasados la maquinaria mediática de propaganda de la dictadura informó cómo en una inaudita ceremonia, Ricardo Alarcón, Presidente de la Asamblea Nacional de Cuba -una especie de mofa parlamentaria, catalogada como la más unánime del planeta-, condecoraba a un connotado terrorista con la Orden José Martí, la más importante de la República. Oséase que el Presidente de una alegada institución parlamentaria, rendía honores a un individuo que en compañía de otros terroristas había perpetrado un ataque criminal contra una cámara legislativa integrada por hombres y mujeres electos en procesos electorales democráticos.


<--- (Trayectoria de los disparos que hirieron a los congresistas norteamericanos; el comando de 4 terroristas que atacó la sesión del Congreso del primero de marzo de 1954 fue dirigido por Lolita Lebrón, y la acción fue llevada a cabo por órdenes de Pedro Albizu Campos.)
Los atacantes, dispararon a mansalva contra el pleno del Congreso de los Estados Unidos de América el 1 de marzo de 1954. Dispararon indiscriminadamente contra más de dos centenares de representantes del pueblo estadounidense, desarmados e inermes, durante el transcurso de una sesión legislativa; cuando se desempeñaban en la labor para la cual los ciudadanos de ese país les habían escogido para representarlos.
Irónicamente Ricardo Alarcón, Presidente de esa caricatura de "asamblea", honraba y celebraba un ataque terrorista contra una institución legislativa, democrática y pluralista. Si Alarcón pudiese alguna vez ser tomado en serio, la perplejidad nos sobrecogería. Ello no obstante, jamás sería posible. Al mismo tiempo que nadie discute la inteligencia de Ricardo Alarcón, tampoco nadie toma en serio nada que el personaje de marras, diga u haga. Tampoco a nadie sorprende el espectáculo de la prostitución de la inteligencia.
Muchos regímenes de fuerza, despóticos, tiránicos y totalitarios han contado con el concurso y el talento de inteligencias serviles. En estos hombres brillantes, sus motivaciones pueden ser múltiples, pero algo les es común: se trata de sociópatas; elementos criminales, desprovistos de valores morales. En suma, el asesino serial sublima sus irracionales instintos, los transfiere al escenario de la sociedad. El crimen se reviste de discurso político.
Ahora Ricardo Alarcón, profiere amenazas contra los opositores en Cuba. Con el cinismo del que hace gala y que le caracteriza -como cuando catalogó de fábula la masacre del transbordador 13 de Marzo- afirma que "habrá quienes tengan en algún momento que pagar las consecuencias", al hacer referencia a los opositores en Cuba, tras las decisiones de la política exterior estadounidense. El que apelarán a una politica represiva del "chivo expiatorio" no podía haber sido emitido más cruda y desnudamente.
Pero el propio Alarcón ya se ha auto-inculpado. Ya ha tiempo que él mismo se ha formulado sus propios cargos como criminal de guerra. ¿Cuál será el destino final de este patético aspirante a Tetrarca? De hecho el más ambicioso de los cuatro. ¿Perecer en la Batalla de la Suceción al escoger el bando más equivocado? ¿Morir en las purgas iniciales como cabecilla de una nueva conspiración de los Rayos y Soles de Bolívar? ¿Ser entregado a la justicia internacional por jóvenes oficiales sublevados? O quizás, ¿asesinado por las turbas en las calles habaneras? La Tetrarquía envisionada por el dictador -Raúl Castro, Ricardo Alarcón, Carlos Lage y Felipe Pérez Roque- está destinada a ser tan efímera como la fórmula clásica diseñada por el Emperador Domiciano.


Ricardo Alarcón de Quesada --->

La Tetrarquía nada tiene que ver con la realidad. A los tetrarcas los veremos en el basurero de la historia. Y ese hombre nuevo feroz, del cual Alarcón es su más consumado arquetipo, afortunadamente, perecerá con la dictadura que lo engendrara. Los aires de libertad ya baten en la distancia.
Editorial
La Nueva Cuba
Julio 12, 2006