BARACUTEY CUBANO

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Pero la verdadera reunión, la que ya ha sido calificada de "cumbre tras bambalinas", se llevará a cabo cerca del lecho de Fidel Castro. Allí, a puertas cerradas con el iraní Ahmadinejad, el sirio Bachir Al Assad y Hugo Chávez, el "convaleciente" tratará de sentar las pautas que conduzcan otra vez al Movimiento de los No-Alineados, hacia un derrotero marcadamente anti-norteamericano durante los próximos años.
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Antonio Arencibia Rodríguez **
Analista
La Nueva Cuba
Septiembre 11, 2006





Era el otoño de 1961 en Belgrado, cuando el Mariscal Tito, teniendo el apoyo del líder egipcio Gamal Abdel Nasser y el Primer Ministro de la India, Nehru, fundaban el Movimiento de Países No Alineados. Era una opción, como lo indica su nombre, al margen de los bloques enfrentados en la Guerra Fría, pero incluía el apoyo decidido a la independencia de las colonias europeas. Llama la atención que Fidel Castro, respaldado ya por la Unión Soviética, no previera la significación de aquella primera cumbre y enviara al presidente designado, Osvaldo Dorticós al frente de la delegación cubana. Desaparecidos hace tiempo los principales promotores del movimiento queda en la historia la participación de Cuba como país, pero no de Castro como fundador.

La XIV Cumbre de La Habana, que comienza el 11 de Septiembre, debe inaugurar una etapa en la que se imprima el sello del castrismo a los No Alineados. Pero teniendo en cuenta la rotación establecida, la XV Cumbre deberá recaer en un país de África, por lo que la aspiración de Egipto a la próxima sede pudiera atravesarse en los planes de perpetuar la influencia cubana en el MNOAL. Así lo hizo saber el pasado marzo el presidente Hosni Mubarak al canciller cubano Felipe Pérez Roque.

Se pudiera repetir entonces la tradición de choques ocurridos desde los primeros momentos en el seno de los No Alineados entre quienes quieren apartarlo de su filosofía original, (basada en la "tercera posición" del titoísmo y los cinco principios de coexistencia pacífica de Jawaharlal Nehru), y la idea castrista de convertirlo en otro organismo internacional dirigido a oponerse a los Estados Unidos y a las grandes potencias capitalistas. Egipto, desde los tiempos de Nasser, nunca ha sido un seguidor al calco de la política preconizada por los cubanos para el Tercer Mundo.

La actual alianza entre los países de la izquierda radical latinoamericana, y los que encabezan el desafío islámico a Estados Unidos en el Medio Oriente, ha sido fortalecida mediante las recientes visitas de Hugo Chávez, a Siria e Irán en su papel de enviado personal de Fidel Castro. Además de esta alianza principal, La Habana cuenta con un fuerte apoyo a su favor entre los países africanos agrupado por el Presidente de la Unión Africana, Denis Sassou Nguesso, viejo aliado de Castro en el continente negro.

En este contexto, como señalé en un artículo anterior , no parece posible que se apruebe en La Habana, el apoyo a los planes nucleares de Corea del Norte o una propuesta que implique el desconocimiento del derecho de Israel a existir. Ya están sobre el tapete, y con muchas posibilidades de tener el consenso de la Cumbre, el llamado "derecho" de Irán a desarrollar tecnología nuclear y una condena a la actuación del Estado Judío en Palestina y Líbano.

Durante la conferencia de prensa que dio fin a la visita de Chávez a Mahmoud Ahmadinejad en Teherán, fuimos testigos de las declaraciones altisonantes del dirigente venezolano, cuando trajo a colación, arbitrariamente, palabras de Simón Bolívar para respaldar su condena a las acciones de Israel en territorio libanés. Con tanta sorpresa como la nuestra, los iraníes observaron a Hugo Chávez terminar su exposición con el clásico "Inshallah" (Alá lo quiera).

Preparativos en La Habana.

Combatiendo en varios frentes a la vez, las autoridades cubanas a cargo del aseguramiento de la cita capitalina, refuerzan con policías de varias provincias los controles sobre los ciudadanos, advierten y arrestan a disidentes, utilizan la aviación para la fumigación tardía contra el dengue, pintan de corre-corre unos mil edificios y viviendas en sectores selectos de la ciudad, y restringen el acceso de vehículos y población en el centro histórico, las zonas hoteleras, el aeropuerto y el área del evento y zonas circundantes. Después que los fieles católicos y los hijos de Ochún tuvieron la rara oportunidad el viernes 8 de Septiembre, de celebrar en una cincuentena de parroquias la festividad de la Caridad del Cobre, el gobierno está indicando a los cubanos y especialmente a los habaneros, que ahora, deben mantenerse quietos y preferiblemente dentro o cerca de casa.

Mientras tanto, alardeando de manipulación del idioma los periodistas de Prensa Latina escriben para consumo de extranjeros, párrafos como el siguiente:
"A los mandatarios y personalidades asistentes a la importante reunión los acogerá una ciudad cosmopolita, engalanada para la ocasión con vallas y gigantografías con mensajes alegóricos y en la que se ha previsto hasta el último mensaje organizativo."

Se ha iniciado la temporada alta del turismo diplomático y periodístico para lo cual Pérez Roque va a inaugurar, el domingo 10, "un centro de prensa con más de 200 computadoras conectadas a Internet y cabinas para llamadas internacionales, además de otras facilidades". Además de los grandes consorcios noticiosos, con la presencia de la TeleSur chavista, y la cadena árabe Aljazeera, está asegurada la propagación de información tendenciosa para el consumo de las masas sobre lo que suceda en la Cumbre. La Televisión Cubana, por su parte, tiene muchos años de domesticación como para saber bien que solo se dejará ver a los televidentes criollos los ensayados momentos de apoteosis, como la inauguración, la clausura y una que otra aparición del macilento dictador.

Las dos XIV Cumbres.

Ésta va a ser la segunda cumbre de Raúl Castro a quien debe tocar estar presente en el Centro de Convenciones cuando se inicie el día l5 la reunión a nivel de Jefes de Estado y Gobierno probablemente con asistencia algo mermada debido al estado de salud de Fidel Castro.

Raúl encabezó la delegación cubana a la Novena Cumbre del MNOAL que se celebró en Belgrado menos de tres meses después del fusilamiento del General Arnaldo Ochoa y otros tres altos oficiales. Durante su visita a la exYugoslavia, declaró que su hermano Fidel le había dicho que si tenía dudas o dificultades en su desempeño, que consultara con Kenneth Kaunda. Esta recomendación lo mismo demuestra el poco aprecio que tenía Castro por la experiencia de Raúl, que su admiración por las habilidades del que fuera gobernante casi vitalicio de Zambia, con el que tuvo serios roces por su apoyo a Jonás Sabimvi cuando la intervención cubana en Angola.

No parece que la experiencia de Raúl Castro haya aumentado en los últimos tiempos. Debido a su cargo de Ministro de las FAR se ha visto muy restringido en la participación en eventos internacionales que han estado a cargo de otros miembros de la cúpula cubana como el vice-presidente Carlos Lage y el Canciller Felipe Pérez Roque. En el 2004 Lage asistió a la cumbre África, Caribe y Pacífico celebrada en Maputo, Mozambique, mientras Pérez Roque asistió a la conferencia de la Unión Africana celebrada en Gambia el pasado junio, para invitar a los países de ese continente a la reunión de La Habana.

Por lo tanto, ante las cámaras, le toca a Raúl Castro jugar de pareja con Chávez en el dominó político de la XIV Cumbre, atento entre partida y partida a las recomendaciones de sus asesores, para perfilar su actuación.

Pero la verdadera reunión, la que ya ha sido calificada de "cumbre tras bambalinas" , se llevará a cabo cerca del lecho de Fidel Castro. Allí, a puertas cerradas con el iraní Ahmadinejad, el sirio Bachir Al Assad y Hugo Chávez, el "convaleciente" tratará de sentar las pautas que conduzcan otra vez al Movimiento de los No-Alineados, hacia un derrotero marcadamente anti-norteamericano durante los próximos años.

Los compromisos con tales personajes serán otra amarga herencia castrista a la que van a tener que renunciar sus sucesores en el momento oportuno.


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** Antonio Arencibia Rodríguez. Graduado de la Universidad de La Habana. Historiador y ensayista. Reside en Miami