miércoles, noviembre 01, 2006

FIDEL CASTRO: GRAVEMENTE MUERTO // AL FILO DE LA MUERTE FIDEL CASTRO NIEGA QUE TRANSITA POR LA DECREPITUD

CASTRO: GRAVEMENTE MUERTO



Por Iliana Curra Luzón, exprisionera de conciencia



Especulaciones sobran sobre la salud del vejete en payamas de seda. Tanto su hermanazo Raúl, así como cualquiera de sus guatacas comunistas, hacen hasta lo imposible por decir que todo está perfecto y que el comandante pronto estará al frente del país. La prensa liberal tampoco se queda atrás, y en su afán de mantener al Rey en el trono, se hace eco de las mentiras de un sistema en decadencia total.

En fin, Fidel Castro, el viejito tirano de Cuba, no está enfermo, solo está a tres pasos de tomar el avión para partir al mismísimo infierno. Lo que sucede es que, aún el Diablo no le ha dado el permiso para viajar. Teme que a su llegada se convierta aquello en un verdadero infierno, y valga la redundancia.

Otro que no pierde tiempo para andar entre cámaras y medios periodísticos es el ex golpista Hugo Chávez. Quien ha sabido dejar bien sentado que, cuando el viejito ya no esté entre ellos, será quien asuma el liderazgo entre la izquierda internacional. Ya conocemos de sus ensayos por los shows en las Naciones Unidas o en sus eternos monólogos de su programa dominical donde vocifera contra los Estados Unidos, a la par que negocia con ellos al mejor estilo capitalista que pudiera existir.

Sus incesantes viajes a Cuba han sido otros de los medios por donde se ha dado a conocer cómo el seguidor del convaleciente viejito está a la expectativa de su futuro. Sus besitos y abrazos con el dictador han sido filmados y fotografiados hasta la saciedad, y tanto los cubanos de la isla, así como los venezolanos, están convencidos de que el militarote de Caracas quedará al frente de todos los trasnochados comunistas que, ahora reciclados, han llegado al poder por los votos para continuar destruyendo las esperanzas de los pueblos.

Mientras, el vejete dictador de la isla sigue enfermo, intentando levantar sus débiles huesitos en un esfuerzo sobrehumano para dar a entender que todavía vive, aunque sea en piyamas y sin su disfraz de ocioso guerrillero. Aún así, en su perdida mente, torpe y divagante, sigue pensando –cuando puede pensar- cómo seguir haciendo daño a la humanidad, pero sobre todo, a su propio pueblo.

Sí, a ese mismo pueblo cubano que ha estado padeciendo por casi cinco décadas el terror de un sistema ateo y destructor que ha cercenado las libertades más elementales de una sociedad. Pero, insisto, con la triste anuencia de las democracias mundiales que, todavía, lo invitan a cumbres y eventos propios de países libres, llamándolo “presidente”.

Y es que la historia se repite. Lo mismo sucedió con Adolfo Hitler, Mussolini y Stalin. Luego se conocieron los crímenes y dijeron: ¡Qué horror!

Pero el vejete está ahí, más vivo que muerto, o medio muerto, o casi muerto, como le quieran decir. Sus acólitos, asustadizos y nerviosos, dicen que celebrará su cumpleaños el 2 de diciembre, conjuntamente con un aniversario de la llegada del yate Granma hace 50 funestos años. Se prepara todo un desfile militar con sus viejos tanques rusos al estilo de los años gloriosos, pero sin glorias, de una revolución que fracasó desde su inicio. Esto me recuerda haberlo leído en una revista Sputnik cuando el proceso de la Perestroika. Ahí supimos de un Leonid Brezniev casi muerto, con una anemia perniciosa que lo estaba liquidando, parado y aguantado por la espalda para soportar horas y horas en un desfile bajo la nieve, en un esfuerzo por dejar bien claro que aún vivía. Era una cuestión de imagen que había que cumplir a toda costa.

Y así, vemos al viejito con su colección de payamas de seda (los que no tiene el pueblo), pálido, tembloroso y con su voz apenas perceptible, regalando su historia contada a su manera en un libro manchado de sangre escrito por un llamado intelectual que ha caído en lo más profundo del lodo. Algo jamás pensado por sus biógrafos de pacotilla que hubieran preferido escribir el final de una forma más noveleramente heroica.

El régimen está a la defensiva, siempre esperando lo que dice la opinión pública internacional, la prensa o quien sea, para salir inmediatamente con fotos o videos del viejito pálido que, al final de su carrera tiránica, hace los papelazos más impredecibles de su vida. Eso demuestra la preocupación que tienen si el tiranillo los deja colgados de la brocha, porque él, de seguro se llevará la escalera.

Fidel Castro no está enfermo. No está delicado. Está…gravemente muerto.

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Al filo de la muerte Fidel Castro niega que transita por la decrepitud


Por Lázaro González Valdés, ex prisionero de conciencia



La reconfirmación de la decrepitud de Fidel Castro vino precisamente por el vídeo (editado por supuesto) que el Partido Comunista de Cuba (PCC) autorizó a publicar el 28 de octubre de 2006 en lo que constituye otro inútil intento de enmascarar el hecho evidente de que Castro padece cáncer del estómago en fase terminal pues esa enfermedad le está dañando hígado y retro peritoneo como reportó SOS Justicia luego de recibir esta información de fuentes fidedignas.

La excelente obra de edición del vídeo no pudo ocultar la voz trémula ni la marcha dificultosa ni el deteriorado estado físico de quien otrora era presentado a la opinión pública como individuo excepcional en quien coincidió, por obra y embuste del Departamento de Orientación Revolucionaria (DOR) del PCC la osadía de Robin Hood con la belleza, la sabiduría, el valor ... en fin con todas las virtudes de los dioses.

Parece que hasta el mentiroso en jefe Fidel Castro se creyó el mito que en torno suyo tejió el DOR del PCC por lo que ahora, al filo de la muerte, Castro afirma: “Se que los problemas del mundo son muy complicados, muy serios, y surgen por todas partes, y siento la obligación ... de hacer un especial esfuerzo para evitarle a la humanidad una catástrofe fatal. No quiero hablar más” -escuche esta y otras declaraciones de Fidel Castro aquí

¡Vaya cuento para mangonear acéfalos!

Al analizar el vídeo editado del 28 de octubre de 2006 se puede asegurar que Fidel Castro, aunque movió grotescamente los brazos en un fallido intento de imitar a los deportistas cuando calientan sus músculos antes de entrar a una competencia, posiblemente él no pueda ni doblar su mano derecha para limpiarse los residuos de heces del ano cuando defeca.

De la misma forma que en el cuento un niño del medioevo señaló al poderoso jerarca y dijo: “¡El rey está desnudo!”, sí nuestro Pepito tuviera acceso a la clínica privada de los Castro exclamaría: “¡Al Comandante en Jefe hay que limpiarle el culo como a cualquier otro viejo cagalitroso!

Sin embargo Fidel Castro nos anuncia que realizará “un especial esfuerzo para evitarle a la humanidad una catástrofe fatal”. Pero, no obstante que las luces de los flashes fotográficos se mezclaban regularmente con las palabras que balbuceaba el criminal en jefe como para que el público por error imagine la presencia de muchos periodistas (o sea testigos del milagro de la “recuperación”) allí, en el sitio donde ejecutó la marcha desequilibrada, nadie le preguntó a Fidel Castro ¿a qué catástrofe fatal se refiere en su declaración del 28 de octubre, qué esfuerzo hará, cuándo, dónde, cómo, por qué, con quién y para qué?

Malas lenguas radicadas en Cuba aseguran que los flashes electrónicos fueron manipulados por familiares, altos funcionarios comunistas y guardias de seguridad de Fidel Castro; que se eliminó el 80 por ciento del material filmado y en la edición del otro 20 por ciento participó directamente la alta jerarquía del PCC.

Los comunistas no pueden presentar a Fidel Castro en vivo, en directo, sin guión ni ediciones ni trucajes porque la mansedumbre de la generalidad de los cubanos oprimidos podría llegar a su fin al encenderse la chispa libertaria cuando se confirme que ni las neuronas le funcionan bien al semidios verde oliva con zapatillas y traje deportivos. El PCC gana tiempo. Refuerza los mecanismos de control social. Fortalece los órganos represivos. Aumenta la infiltración en las filas de los opositores induciéndolos a procedimientos erróneos como el de realizar actos en sus viviendas (donde el pueblo no ve nada) o el de hacerlos creer que en algún momento no precisado (porque nunca llegará) el Poder Popular aceptará como buenas las propuestas disidentes avaladas por miles de firmas. Los comunistas se preparan para la muerte de Fidel Castro y la resurrección del régimen en la persona de otro máximo líder. No importa quien sea. Lo mismo da Raúl Castro, Ricardo Alarcón que Juan Almeida. La clave del asunto es que esa minoría (el PCC) tratará de mantener el poder de cualquier forma para seguir viviendo a costa de la mayoría de los cubanos.


1 Comments:

At 6:03 p. m., Anonymous Anónimo said...

Pobres miserables, en vez de defender vuestro país os arrodillais ante el pais que ha financiado tantos ataques terroristas. Alguno, que supuso la muerte de tantos compatriotas inocentes

 

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