LOS FUNERALES Y EL GENERALITO
Los funerales y el generalito
Por Benigno Nieto
El exilio ha caído nuevamente en la complacencia de la espera. Existía la convicción (que yo compartía) de que el régimen y Raúl Castro no sobrevivirían la muerte de Fidel. Ahora tengo dudas. En un artículo anterior llamé la atención sobre el hecho de que Raúl ya funcionaba como el sucesor. Ahora leo que algunos opositores externos e internos se han apresurado a dirigirse a Raúl para que libere a los disidentes, y permita una transición. ¿No se percatan que al hacerlo lo legitiman en el poder?
(El niño Raulito Castro mira embelesado las medallas de su coterráneo Fulgencio Batista cuando este visitó su natal Banes, pueblo cercano a Birán de donde son oriundos los Castros.)
Raúl Castro y su colegiado condicionarán esos ''cambios'' al levantamiento del embargo y al reconocimiento político. Con el mismo cinismo manipulador que antes practicaron con los dialogueros. Total, están forzados a hacerlo para sobrevivir a esta era de globalización, para salvar sus millones robados y el futuro de sus familias. En China (si hacia allá vamos) no existe la libertad, ni la democracia, y hay más periodistas encarcelados que en Cuba. ¿Se conformarían ustedes con esas reformas neofascistas, y a esperar pacientemente a que Raúl se muriera? No, gracias.
(El futuro General de 4 estrellas jugando a la guerra)
La agonía del tirano ha favorecido a su sucesor. Una muerte súbita hubiera provocado el caos, quizás un golpe de estado o una insurrección. Con esta larga agonía, los cubanos se han ido acostumbrando a esperar los funerales de este monstruo que alteró tan dramáticamente nuestras vidas. Nos estamos durmiendo en esa espera, y en la esperanza. Peor aún: percibo que la idea de esta sucesión maligna empieza a admitirse como inevitable, y hasta deseable. Deprimente, ¿verdad?
En el exilio ha habido reuniones de urgencia, concilios y concertaciones unificadoras, para planificar la transición y el futuro de Cuba. Pero respetados compatriotas, ¿qué duda les cabe de que el futuro ya llegó, y tiene la cara del general Raúl Castro? ¿Son tan ingenuos que pretenden negociar con este criminal? Sí, pueden liberar a los presos, y mañana, cuando violen ''la ley'', les echará ''sólo'' 8 años. ¿Pero prensa libre, elecciones democráticas y renunciar al poder? Vaya, da risa. A lo mejor Raúl se retira con sus millones a Galicia a cazar conejos.
¿Por qué esperar los funerales? ¿Por qué no combatir la estrategia continuista y apoyar la resistencia interna? Mejor aún. Podríamos denunciar los crímenes de Raúl, y publicar la foto suya dando el tiro de gracia; debajo de la foto, su prontuario de asesino, recordando los miles de compatriotas que fusiló, la muerte de los hermanos al rescate, del remolcador, etc. Raúl Castro no tiene un piso firme. Nunca tuvo gran aceptación en las FAR, y menos aún entre los cuadros del PCC. Si el exilio se negara a negociar con este sucesor, por ser un criminal inadmisible, a las facciones que lo adversan dentro de la FAR y en la nomenclatura, les sería más fácil actuar para derrocarlo. Con ellos sí podríamos negociar. Dentro y fuera de Cuba, creo que existe el consenso de que la patria es para todos, y que en su futuro tienen cabida los excastristas.
Finalmente, nunca antes tuvimos una ocasión más favorable para una campaña mundial por la libertad de Cuba. ¿Quién se negaría hoy a firmar la petición de un referéndum, con condiciones dignas, para que los cubanos decidan su futuro? A esta petición se sumarían decenas de premios Nobel, estadistas, intelectuales, artistas, ex presidentes, et ad. Desde las capitales del mundo, todos los cubanos auspiciarían la publicación de este documento. Es previsible que se produzcan adhesiones. Que tenga un gran impacto, que ponga contra la pared al sucesor, y además le serviría de apoyo a la resistencia interna.
Existe un antecedente. Poco después del referéndum para sacar a Pinochet, los exiliados hicimos una petición para que se efectuara otro referéndum en Cuba, firmada por una docena de premios Nobel, y otras figuras prestigiosas. Páginas enteras en los periódicos publicadas en Francia, España, EEUU, Venezuela, etc. Fue un éxito. Puso a Castro a la defensiva. Pero aquellos eran tiempos más difíciles. Fidel funcionaba como un mito antiimperialista, y los mitos son inconmovibles, como los molinos de viento o la estupidez humana.
¿Al generalito Raúl Castro? A ése nadie lo quiere.
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