viernes, febrero 23, 2007

EE.UU./CUBA: ¿CAMBIO DE ACTITUD?

EE.UU./CUBA: ¿CAMBIO DE ACTITUD?

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El gobierno de EE.UU. no tiene pensado hablar con el gobierno de Raúl Castro, aún cuando éste haya mostrado interés en hablar con Washington, aseguró este miércoles el secretario de Comercio Carlos Gutiérrez.
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BBC Mundo
Washington, DC
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Fidel Nuñez
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Febrero 22, 2007

"Sería trágico legitimar al sucesor del régimen y ayudar a mantener su opresivo control del pueblo cubano", señaló el funcionario quién además co-preside, junto con la secretaria de Estado Condoleezza Rice, la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre. "Cuarenta y ocho años de historia demuestran que esos cambios no tendrán lugar bajo Raúl Castro... quién trae consigo una militarización aún más profunda", señaló Gutiérrez, quien aseguró que el actual líder cubano es el ministro de Defensa que lleva más tiempo en el cargo en el mundo.

El funcionario, quién nació en La Habana y abandonó la isla en 1960 cuando tenía 7 años, aseguró sin embargo que EE.UU. no tiene ninguna intención "imperialista, ni militarista" hacia Cuba. "El presidente George W. Bush está convencido que el destino de la isla debe dejarse en manos de los cubanos", insistió Gutiérrez. Sin embargo, el funcionario también prometió que Washington tiene la intención de "ayudar" a los cubanos que quieran ser libres. "El espíritu de libertad en los corazones del pueblo cubano, su habilidad de inventar, soñar y crear una sociedad de prosperidad, igualdad y esperanza... el pueblo de Cuba merece la libertad, dignidad y justicia social y nosotros compartimos el sueño de un mañana mejor para ellos y sus familias", señaló en su discurso. ¿El cambio tiene que venir de La Habana no de Washington? "El 2,5% de la economía cubana corresponde a las remesas que se mandan desde aquí", dice Gutiérrez.

Ahora la Casa Blanca, sin embargo, tiene que enfrentar voces que cuestionan su política hacia Cuba en su propio congreso, ahora dominado por los demócratas. Varios congresistas, incluso republicanos, han dicho que se debe flexibilizar el embargo y permitir las operaciones bancarias entre ambos países. Asimismo, el legislador demócrata Charles Rangel y el republicano Jeff Flake ya han presentado un proyecto de ley que levantaría las restricciones sobre los viajes de estadounidenses a la isla. Pero por ahora, Gutiérrez asegura que la política de EE.UU., que conlleva un embargo y la limitación de viajes a la isla, es el camino correcto hasta que no haya un verdadero cambio democrático. "Es muy ingenuo sugerir que levantar las sanciones económicas estadounidenses debilitará al régimen y forzará un cambio", dijo. "Algunos alegan que al mantener el embargo, Estados Unidos ha empeorado la situación en la isla, pero eso es totalmente equivocado", agregó Gutiérrez.

Según Gutiérrez, aún con el embargo, un tercio de los alimentos y las medicinas que hay en Cuba llega de Estados Unidos, así como "el 2,5% de la economía cubana corresponde a las remesas que se mandan desde aquí". "La cuestión no es si Estados Unidos cambiará su política, la cuestión es cuándo el régimen cubano cambiará su política", dijo Gutiérrez. Gutiérrez terminó su discurso con la frase: "¡Viva Cuba libre!"
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SECRETARIO GUTIÉRREZ PRONUNCIA DISCURSO SOBRE CUBA

The Council of the Americas
Washington, DC
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Fidel Nuñez
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Febrero 22, 2007

Declaraciones del Secretario de Comercio de Estados Unidos Carlos M. Gutiérrez
Miércoles, 21 de febrero de 2007

Estoy aquí hoy para hablar acerca de Cuba. Desde julio del 2005, he tenido el privilegio de presidir, junto con la secretaria Rice, la Comisión de Ayuda a una Cuba Libre (Commission for Assistance to a Free Cuba), que fue constituida por el Presidente Bush en el año 2003. Me encuentro hoy aquí en tal capacidad.

Cuba se encuentra en un momento crucial de su historia. El país está listo para cambios. La política del gobierno del Presidente Bush ha sido ayudar al pueblo cubano a alcanzar su libertad por medio de cambios democráticos, y no causarles el trágico perjuicio de darle legitimidad a un régimen sucesor ni ayudarlo a mantener su firme control de los cubanos.

El régimen ha destruido todas las oportunidades de que el pueblo se gane la vida dignamente. Los cubanos en la isla son cautivos económicos y cautivos políticos. Han pasado a ser los trabajadores de la última plantación de este hemisferio.

Durante más de 48 años, el régimen ha sobrevivido al privar a la mayoría de cubanos de todo poder y consolidarlo entre unos cuantos privilegiados. Mientras el Hemisferio Occidental ha marchado con paso firme hacia la libertad, Cuba ha retrocedido.

No hay libertad en Cuba. No hay libertad de asociación, libertad de expresión, libertad de trabajar donde uno desee, no hay un flujo libre de información.

Las personas que tratan de ejercer sus derechos fundamentales son blanco de abusos por parte del régimen o son encarceladas bajo cargos de "peligrosidad" y otras actividades "contrarrevolucionarias".

En Cuba, ni siquiera existe la libertad de ganarse la vida honradamente; los cubanos no pueden aprovechar su talento y creatividad para ayudar a su propia familia.

El pueblo cubano vive de libretas de racionamiento, que proporcionan productos básicos como arroz y frijoles. Pero en el mejor de los casos, las libretas sólo brindan lo necesario para subsistir 10 días.

Para completar lo que falta, el pueblo cubano se ha visto forzado a recurrir a un mercado negro que explota a los más pobres entre los pobres. Si tratan de superarse en la vida al crear una pequeña empresa, corren el riesgo de que se les acuse de violar las leyes comunistas. Estas condiciones han creado una cultura donde prevalece la corrupción.

Para sobrevivir, los cubanos se ven forzados a robar, a vivir al margen, a arreglárselas como sea. La madera de las bancas de los parques desaparece, porque la gente no tiene con qué parchar techos y paredes. Las herramientas de los centros de trabajo del gobierno desaparecen, porque la gente las usa para tratar de ganar algo reparando zapatos o cualquier otra cosa.

Tras la caída de la Unión Soviética, Cuba perdió su mayor subsidio. En 1993, después de que el PIB de Cuba se redujo en casi un tercio, el régimen comenzó a otorgar permisos selectivamente para darle cabida al sector privado en un esfuerzo de compensar las pérdidas económicas. Sin embargo, cuando la economía comenzó a mejorar, se suspendió el experimento con el capitalismo.

Considero que Castro vio esta naciente independencia como una amenaza para su poder. Al fin y al cabo, la manera más eficaz de que un dictador comunista se aferre al poder es asegurarse de que la gente permanezca maniatada por las cadenas de la dependencia. La independencia económica, la capacidad de superación y la libertad personal son todas amenazas intolerables.


Maneras en que Estados Unidos ha estado prestando ayuda

Hay quienes dicen que al mantener el embargo, Estados Unidos ha hecho que la situación en la isla empeore. Eso es totalmente falso. Hemos sido una fuente importante de ayuda humanitaria. Proporcionamos a la isla un tercio de sus alimentos y medicamentos.

Según el primer informe de la Comisión de Ayuda a una Cuba Libre, hasta $1,000 millones o aproximadamente 2.5% de la economía de Cuba proviene de las remesas de Estados Unidos.

El asunto no es, ¿cuándo cambiará la política de Estados Unidos? El asunto es, ¿cuándo cambiará la política del régimen cubano?

Años de inversión extranjera no han mejorado la vida de la mayoría de los cubanos, solamente la vida de los que están en el poder.

Según el Departamento de Estado, 1.9 millones de turistas, predominantemente del Canadá y la Unión Europea, generaron $2,100 millones en la economía de Cuba en el año 2003. Este turismo no ha mejorado penosa situación del pueblo cubano.

Y en los centros turísticos para extranjeros se prohíbe el ingreso de los cubanos, lo que en esencia representa un "apartheid turístico" que refuerza la represión del pueblo cubano.

Y las firmas extranjeras que operan en la isla le pagan al gobierno en dólares por el trabajo de cubanos. Sin embargo, el gobierno cubano abiertamente les paga a los trabajadores con pesos devaluados y se queda con la diferencia. Y pobre del trabajador que se atreve a hablar abiertamente sobre la necesidad de organizar un sindicato.

Los temas de comercio, globalización y condiciones laborales de los trabajadores extranjeros se tratan y debaten en Washington, D.C. regularmente. Pero, ¿por qué pierden importancia las condiciones laborales cuando se trata de Cuba?

El sistema cubano no es otra cosa que trabajo esclavizado; sin embargo, la explotación y represión brutal de los trabajadores en la isla raramente se menciona cuando se propone poner fin al embargo.

Se ha comprobado que el régimen puede aceptar el comercio y la inversión, y a la vez, mantener la represión: El pueblo cubano simple y llanamente no se beneficia de la inversión extranjera bajo Castro.

El embargo no es el problema ni la solución. El problema es un sistema comunista represivo. La solución es cambiar el sistema.

A las personas que sugieren que Cuba es un mercado desaprovechado para los productos y los inversionistas de Estados Unidos, y que la suspensión del embargo sería de gran ayuda para el comercio exterior, les respondo que las empresas extranjeras no prosperarán en la isla mientras un régimen comunista activo esté en control.

Es ingenuo decir que suspender las sanciones económicas por parte de Estados Unidos debilitaría al régimen y forzaría un cambio. Castro bien lo sabe. Durante mucho tiempo, el régimen ha impuesto una política para garantizar su control de todas las actividades económicas, entre ellas las de los inversionistas y turistas extranjeros.

Esa política es concebida deliberadamente para hacer que los cubanos continúen siendo dependientes y de minimizar la influencia externa en ellos. Es necesario continuar dirigiendo la atención donde realmente cabe: La manera en que el régimen trata a sus propios ciudadanos.

Debemos permanecer firmes en nuestro rechazo de la dictadura cubana. Eso significa permanecer firmes con respecto a nuestra política de privar al régimen de ingresos y a la vez hacer llegar directamente nuestra ayuda al pueblo cubano.


El Pacto con el Pueblo de Cuba

Estados Unidos de Norteamérica está comprometido a ayudar al pueblo cubano. Nuestra ayuda humanitaria llega sistemáticamente.

También nos hemos estado preparado activamente de manera que podamos ayudar al pueblo cubano a apresurar el momento de establecer un gobierno de transición, cuando el pueblo cubano exija la libertad.

El año pasado, dimos a conocer un "Pacto con el Pueblo de Cuba", que presenta claramente las intenciones del gobierno de Estados Unidos.

Estados Unidos está listo para trabajar con el pueblo cubano para que alcance la libertad política y económica.

En todo el mundo hemos visto ejemplos de transiciones a la democracia, en lugares como Polonia, Checoslovaquia, Sudáfrica y Chile. Cada caso es diferente, cada camino es único.

El pueblo cubano merece la misma oportunidad de forjar su propio futuro, escoger el gobierno que desea y elegir a sus propios líderes.

La política de Estados Unidos no es el punto, como Castro quisiera que se vea. Es una cuestión de política cubana. El centro de atención no debe ser Washington, Miami ni Nueva Jersey. El centro de atención debe ser la difícil situación del pueblo cubano en Cuba.

Creemos que los cubanos, así como el resto del mundo, merecen libertades fundamentales:

• La libertad de expresión, libertad de prensa y libertad de culto;

• La legalización de toda actividad política pacífica y la liberación de todos los presos políticos;

• El establecimiento de un poder judicial independiente;

• El derecho a la propiedad privada;

• La creación de sindicatos y asociaciones independientes para facilitar la negociación colectiva;

• El respeto por los derechos humanos fundamentales y la eliminación de cualquier entorno de temor y represión, y

• La organización de elecciones libres e imparciales.


Cuarenta y ocho años de historia han demostrado que esto no sucederá bajo Fidel Castro ni Raúl Castro.

Podemos ayudar al pueblo cubano. Estados Unidos puede proporcionar alimentos, agua, combustible y equipos médicos de emergencia. Podemos ayudar a asegurar que se mantenga y mejore el suministro eléctrico. Podemos rescatar a Cuba de las ruinas de su economía, fomentar la ayuda por parte de otros países, asociaciones y empresas privadas.

Podemos trabajar activamente para respaldar una sociedad civil independiente en la isla, proporcionar fondos para la educación e intercambios, y acabar con el bloqueo de información por el régimen.

En resumen, ayudaremos al pueblo de Cuba a apartarse de una dictadura comunista totalitaria y acercarse a una democracia libre y representativa. Como el Presidente ha dejando en claro, no colaboraremos con un régimen que es enemigo declarado de Estados Unidos y que se opone a todos los valores que consideramos sagrados.


Cuba mantendrá su autonomía e independencia

Castro ha estado inspirando temor entre los cubanos en la isla, mientras fracasaban sus propósitos. Ha satanizado repetidamente a Estados Unidos, echándonos la culpa por los enormes fracasos de la errada política del régimen.

Permítanme ser claro: El futuro de Cuba está en manos del pueblo cubano.

Al pueblo cubano le digo lo siguiente: Nuestro Presidente no tiene intenciones imperialistas. No tenemos intenciones militares de ocupar la isla. No confiscaremos propiedades ni apoyaremos ningún reclamo arbitrario de propiedad.

La mayor amenaza para Castro no es el gobierno de Estados Unidos. Es el espíritu de libertad que anida en el corazón del pueblo cubano--su capacidad de inventar, soñar y crear una sociedad con prosperidad, igualdad y esperanza.

Como hemos declarado en nuestro Pacto con el Pueblo de Cuba, "Los cubanos que quieren cambios democráticos deben contar con nuestra amistad y apoyo".

El pueblo de Cuba merece libertad, dignidad y justicia social. Compartimos el sueño de un porvenir mejor para ellos y sus familias. Gracias. ¡Viva Cuba Libre!