sábado, marzo 03, 2007

ARRECIAN ACOSO CONTRA EL PRISIONERO DE CONCIENCIA VÍCTOR ROLANDO ARROYO CARMONA PESE A ESTAR ENFERMO

Arrecian acoso contra prisionero de conciencia enfermo

Por Tania Maceda Guerra

3 de marzo de 2007

Ciego de Ávila, Cuba – www.PayoLibre.com – Los militares de la prisión Cuba Sí, ubicada en Holguín, han arreciado su acoso contra el prisionero de conciencia Víctor Rolando Arroyo Carmona.

Su esposa, la señora Elsa América González Padrón, dijo a Juan Carlos González Leiva, que Arroyo Carmona está presentando severos trastornos estomacales con fuertes dolores y diarreas a causa de una gastritis crónica, que está muy afectado de la visión y de hipertensión arterial.

Añadió Elsa González, que a pesar de ello, a su esposo le niegan la asistencia médica adecuada y lo mantuvieron una semana sin comer después que el oficial Juan Ramón le dio una golpiza, votándole la comida y rompiéndole los espejuelos a la salida del comedor.

Agregó la fuente, que el militar golpeo a Arroyo Carmona en el rostro y cuando cayó al piso continuó golpeándolo. Después le pisó una y otra vez los alimentos y lo encerró en una celda de castigo.

Posteriormente, el mayor Braulidio, segundo jefe de la prisión, comenzó a torturarlo psicológicamente, diciéndole que ya él tiene bastante con 26 años de condena a más de mil kilómetros de su esposa e hijos y cuatro años sin ver a su madre.

( Al centro Elsa América González Padrón, la acompañan en la foto Marta Carmona, madre de Víctor, y una de las dos hijas de Arroyo )

Víctor Rolando Arroyo Carmona, de 55 años de edad, es periodista independiente y bibliotecario independiente y extingue una condena de 26 años de privación de libertad en la prisión de Cuba Sí, en Holguín, y pertenece al grupo de los 75 encarcelados en la primavera de Cuba. Su lugar de residencia es calle C No. 14 altos, entre las calles Antonio Tarafa y Primera, reparto Jacinto, Pinar del Río, Cuba.


CAMPAÑA CUBANA POR LA LIBERTAD DE LOS PRISIONEROS POLÍTICOS
"Acuérdate de los presos como si tú también lo estuvieras".
Hebreos 13-3