sábado, marzo 17, 2007

CAPRICHOS DE CHURROS O CUANDO EL COMANDANTE COJÍA PERRETA

Tomado de Cuba en el Mundo

CAPRICHOS DE CHURROS O CUANDO EL COMANDANTE COJIA PERRETA

Por Juan Vives

En el Año de la era Cristiana...Bueno para ponerse a tono, en 1969, Año del Viet Nam Heróico en Cuba socialista,el 26 de julio se celebró en Santiago de Cuba.Yo nunca comprendí y sigo sin entender por qué se celebra con una gran fiesta tal derrota militar,catástro política;que entienda quién pueda ,Fidel es un cerebro enfermizo y eso no data de ahora que tiene 80 años y está sénil ,bueno “chocho “ para nosotros los cubanos.


Volviendo al tema,aquello era de apaga y vamos,empujarse un discurso de Fidel en pleno verano santiaguero con el calor que hacía era casi un acto heróico.Pero el animal egocéntrico le gusta que las multitudes escuchen sublimadas cuando se pone a hablar mierda.

Por no sé que milagro decidió que celebraría el 26 en Santiago y casi siempre que tenía invitados de marca,estaba obligado de acompañarlos a la tribuna y joderme con un sol que rajaba las piedras,salvo cuando era de noche.Hay que aclarar que si el pueblo está de pie horas y horas antes que “el caballo” llegue a la tribuna y se digne a hablar;debajo de la tribuna montan tiendas de campaña blancas,en donde se puede tomar desde una cerveza fría ,hasta los mejores bocaditos, helados,café,refrescos , los tabacos y cajas de cigarrillos de expotación.Los que asisten a la tribuna,su invitados especiales así como los de costumbre,tienen mejor suerte que el pueblo,que no solo tiene que joderse parado como los mulos,si no que durante horas tienen que gritar las consignas preparadas de ante mano.

Cosa curiosa,cuando los mítines se hacen de noche en la Plaza de la Revolución,la tribuna se monta en los bajos de lo que fuera el ministerio de industria,al lado del ministerio de Comunicaciones. Parece que los expertos del KGB la aconsejaron que de noche no se podía garantizar la seguridad contra franco tiradores en las azoteas.

El hotel Habana Libre lo vaciaban y ponían snipers en todas las ventanas que daban aunque lejos a la Plaza y en todas las azoteas desde donde se viera la Plaza postaban miembros del ministerio u oficiales del ejército.

Dicho sea de paso yo no tengo la menor idea de como arreglaron las cosas en Santiago,pero preparar el evento tomaba meses.Por lo menos 4 mil hombres aseguran cada mítin del dictador cubano que siempre ha tenido miedo del pueblo.

Santiago estaba en ebullición y la cerveza corría a flotes,donde quiera estaban los puntos de ventas de cerveza que se servía algo tibia en grandes recipientes de cartón.La música invadía las calles hasta altas horas de la madrugada... el 26 era en Santiago,motivo de orgullo de ese pueblo orgullosos y fiestero.

Habían algunos grupos de turistas francese y se coordinó que esuvieran en Santiago para que participaran a las fiestas y sobre todo que estuvieran presentes para oir el discurso de Fidel.A falta de alojamiento los ubicaron en los dormitorios de la universidad,austero y caliente,pero había que conformarse y se prometía una sorpresa de talla.Todos pensaban que Fidel vendría a verlos.

Como siempre Fidel tenía alguno que otro invitado de marca,que era tratado a cuerpo de rey,el caballo quería dejar una buena impresión y utilizaba todos los medios de seducción para conquistar la opinión.Esta vez fué de la presidencia que me llamaron para que me ocupara de un francés que tenía mucha importancia a los ojos de Fidel.

Una semana antes de partir a Santiago,fué alojado en una suite del hotel Habana Libre,bienvenida con cesta de frutas e instalación de un bar a toda teta en el salón.Visitas preparadas por el Comité Central a diferentes industrias y lugares en la provincia y por dos veces Fidel lo recibió;el tema de entonces era la genética.

El cabrón comandante en jefe me mareó con sus historias de vacas holstein y toros cebús,el carajo y la vela.El viejo francés hacía como si se interesaba mucho,pero estaba convencido que lo tenian harto de estar casi obligado de oir aquella verborrea.

Tres días antes del 26,nos trasladaron a Santiago en un vuelo especial en el que viajaban algunos extranjeros y varios dirigentes cubanos.

Nos alojaron en el motel Versalles,que era lo mejorcito que tenóa Santiago por esos tiempos.Habitaciones con buen aire acondicionado ,piscina con un buen bar al borde y un restaurante con todos los hierros para la ocasión.

¿Y qué pasaba? Pues nada,cada uno de los invitados de marca,debía haber cuatro o cinco,esperaban como los turistas que Fidel viniera a verlos,para por lo emnos sacar una foto souvenir del encuentro.

El 26 Fidel metió su discurso,hablando mierda como siempre y ni los franceses turistas ni los invitados si no sabían español se quedaron fuera de juego con un calor a derretir un negro como una mancha de chapapote.

Ah,pero la sorpresa era para el dóa siguiente y al fin se supo cual era.Fidel invitaba a un discurso privado a todos los extranjeros y cuadros del partido en La Gran Tierra ¿Y eso donde carajo está?Nada más y nada menos que a doce horas de Santiago.L a tierra cubana más oriental de la isla a donde sólo se podía llegar en camiones por caminos de montañ desde Baracoa.ciudad la más oriental de la isla.

Depués de acabado el discurso a penas llegamos al hotel, nos esperaba un oficial de la escolta de Fidel y nos dijo que 'ibamos al encuentro del caballo.

Llegamos al areopuerto donde nos esperaba un helicóptero y directo hacia La Gran Tierra.Una especie de explanada en la cima de una montaña en donde estaba ubicado el campamento,una cocina al aire libre y bajo una tienda de campaña con bidones de metal cortados a la mitad llenos de hielo y diferentes bebidas.

Las cocinas de campaña funcionaban a todo régimen,lo que me hizo comprender que los batallones de seguridad debían cubrir la zona,ya que las marmitas eran gigantescas.

Desde que llegamos nos dieron unos sacos para dormir a la intemperie del estilo, de los que usan los excursionstas,las noches eran frías en las montañs y al menos no se dormía directamente en la tierra.

Aquí empezó el monólogo de Fidel,rodeado de viejos de la Sierra y algunos dirigentes y dos o tres extranjeros que también habían sido invitados.Se habló,o mejor dicho, habló de todo y de nada,siempre se complació en su rol de anfitrión.La convesación giró en torno a la comida,aunque parezca extraño,Fidel es un excelente cocinero y le gusta cocinar y como era la hora de la comida el tema caía justo.De pronto no sé como vino el tema de los churros y si era mejor comerlos solos o con chocolate.Entonce fué cuando Fidel abordó el tema que los mejores churros de Cuba los hacía un churrero de la calle Enramada en Santiago de Cuba,a que si,a que no,bueno el hombre se encabronó porque nadie podía contradecirle,se viró hacia Emilio Aragonés(durante muchos años fué jefe de escoltas) y le dijo-Me cojes un helicóptero y te vas a Santiago y me traes al churrero de la calle Enramada con suficiente material para hacer churros un par de día las 24 horas.

Aragonés le preguntoó-¿Cómo lo traigo comandante?

-Cojes el puesto de churros y lo teleportas con el helicóptero coño y no te olvides del churrero.

En la medida que avanzaba la noche el sueño ganaba los organismos y la mitad ya estaban dormidos y los otros hacían esfuerzos por no dormirse;al fin a eso de las 3 de la mañana se decidió a parar de hablar mierda y todo el mundo se fué a acostar.

Despuntando el día se oyó el ruido de un rotor de helicóptero y ciertamente se trataba del helicótero de Fidel que llegaba con el puesto de chorros guindando de un cable.Aplauso de los guatacas.Enseguida lo instalaron,encendieron el fogón de gas y la fiesta del churro con chocolate caliente comenzó.

Y dale que dale al churro.Almuerzo suculento como la comida de la noche anterior.A eso de las cinco de la tarde empezaron a llegar los camiones cargados de turistas franceses,y los dirigentes que Fidel invitó a esa reunión casi privada.Las gentes llegaron agotadas de doce horas de viaje y alrededor de las seis Fidel comenzó su discurso,sin micrófono.En un semi círculo en su torno,alrededor de 100 personas.Dijo que iba a hablar despacio para dar tiempo a las traducciones,pero cuando coje cuerda es imparable y ahí es donde se jode Sansón con los filisteos,porque no encuentra como parar.Después que terminó de hablar mierda cojió rumbo a su helicóptero y espantó la mula.En el segundo en donde regresaban varios miembros del Comité Central,me dijeron que le avisara al invitado que partíamos;el cabrón viejo quiso regresar con los otros en camiones por los caminos de montaña y correr la aventura de 12 horas de viaje. Yo lo hubiera matado,tener que joderme doce horas por la imbecilidad del viejo...bueno no me quedaba más remedio.

Entre tanto prescencié una escena que todavía guardo en la memoria,el viejo churrero fué corriendo a ver a Aragonés que estaba preparando la salida del segundo helicótero y le pidió saber quién lo llevaría a Santiago con su puesto de churros,a lo que el aludido le respondió-Yo no sé, no tienes más que quedarte por aquí haciendo churros para los guajiros.(sic)

El pobre tipo no sabía que hacer y estaba como petrificado,los camiones partieron y lo ví por última vez solo en medio de la explanada mientras que los últimos soldados desmontaban las tiendas de campaña y las cocinas.

Dentro de un siglo los historiadores que encuentren lo que quede de este puesto de churros carcomido por el tiempo,se preguntarán que carajo es ese aparato extraño y si logran descifrar que es,nunca sabrán como fué a parar a ese lugar inhospitalario y sin habitantes.

En cuanto al cabrón viejo francés,llegó al motel Versalles con un lumbago que lo partía en dos y fué directo al hospital durante una semana.El castigo le convino bien por comemierda,mientras tanto yo pasé la semana al borde de la piscina con un buen cocktail frío para refrescarme ,pasando el tiempo con las mejores invenciones que hicieron los gallegos en Cuba: LAS MULATAS SANTIAGUERAS.