viernes, marzo 30, 2007

COREA DEL NORTE, LA VOZ DEL SILENCIO

Corea del Norte, la voz del silencio

Por Oliver Laufer
(Presidente Fundador de la Organización por la Democracia Liberal en Venezuela)

LiberPress- CISLE ( México) - Marzo de 2007 - El comunismo ha matado a cien millones de seres humanos en el último siglo. Los amantes de la libertad lo hemos condenado incluso antes de que se hicieran públicos los antiguos documentos de la URSS. Detenerse y recordar que han sido nada menos que sesenta millones de victimas las que perecieron en la Unión Soviética, y que después de eso comienza una escalofriante suma por distintos países del mundo hasta llegar a los cien millones de humanos a quienes el socialismo les arrebató la vida es algo irónico, cuando no algo aterrador. Cien millones de personas asesinadas, cien millones de vidas perdidas. Una cifra imprecisa cuando olvidamos a las víctimas de Corea del Norte.
( Kim-Jong-il, hijo de Kim il Sung y heredero de su tiranía comunista )

Corea del Norte ha sido, desde la instauración del régimen socialista, uno de los países más incomunicados y cerrados del mundo. Dentro de ese bargueño viven cerca de 22 millones de personas, muchísimas de ellas han muerto de hambre, otras miles han sido asesinadas. Y el mundo entero es, y ha sido, testigo silencioso de todo lo ocurrido.

La autarquía nutritiva en un país bajo cualquier régimen que, viviendo paralelamente a la edad contemporánea, se niega a abrirle las puertas al mundo, no acaba sino con una espeluznante -aunque predecible y, por tanto, evitable- consecuencia negativa. Ésta es la imposibilidad de autoabastecimiento porque se carece de los recursos necesarios, pero mucho más espeluznante es cuando se carece del sistema económico ineludible para la supervivencia humana. Es condicionamiento de distribución: de utilizar adecuadamente las riquezas y dejar que éstas tengan vida propia, que se les trabaje libremente.

La dictadura comunista de Corea del Norte fue hija subvencionada del Kremlin desde sus inicios, y sólo eso era lo que la mantenía en píe, lo que mantenía a sus ciudadanos con vida. Cuando el comunismo en Rusia cayó, Corea del Norte se quedó sin ingresos y comenzó lo que hasta hoy ha sido, y seguirá siendo, una contracorriente a la objetividad racional. El negarse a los principios básicos humanos, excluyendo aquí incluso a los Derechos Humanos, que deberían de sustentar un límite, hablamos simplemente de un mínimo, muy por debajo de ellos, de supervivencia humana, que no se ha respetado.

Corea del Norte en 2004 tuvo un déficit alimentario de casi un millón de toneladas, lo que significa que seis millones y medios de norcoreanos pasaron hambre a lo largo del año, es decir, el 30% de la población total. Miles murieron. Asimismo, ha sido la mejor cosecha que ha tenido el país desde 1996. Razón para celebrarlo entre los miembros del gobierno.

La hambruna ha matado a unos dos millones de personas en Corea del Norte durante la última década, otros muchos han sido fusilados, cientos de miles de niños sufren desnutrición crónica. La gente desesperada roba comida en la calle, y a los que son capturados les fusilan en público, llevando a niños a presenciar las ejecuciones. Las personas han escapado hacia China, pero los que no tienen suerte, y son capturados por las autoridades chinas, son devueltos a Corea, apresados y durante los interrogatorios torturados, muchos hasta la muerte. Otros cientos mueren antes, en prisión, por desnutrición.

( Kim il Sung )

No importa la edad que tengan, no importa el sexo ni su utilidad futura como persona. "Vi morir a un muchacho de 15 o 16 años; estaba allí [detenido] por haber vendido cristales de su colegio. Tras 15 días de detención, murió a causa de la desnutrición. Había muy poca comida." Y como ese, hay miles de testimonios atroces sobre el trato de las autoridades comunistas contra la población norcoreana. Muchísimas de las mujeres y niñas que han escapado a China han caído en las redes de prostitución y tráfico de personas que operan en la frontera entre ambos países. Las principales víctimas de la hambruna socialista son los ancianos, las mujeres y los niños. Miles mueren cada año.

Las organizaciones humanitarias han intentado colaborar, pero el gobierno norcoreano les ha prohibido entrar a sus territorios. Muchos de los alimentos donados por las ONGs han sido utilizados por el gobierno para dar alimentos en época de escasez sólo a los que se muestran favorables a la dictadura comunista, únicamente si pertenecen al pequeño núcleo de la población activa. Además, han utilizado el hambre como método de acorralamiento contra los opositores políticos. Por eso las pocas organizaciones humanitarias que quedaban en el país se han ido. Nunca se sabe cual es el destino final de sus donaciones alimentarias.

El fin del gobierno es mantener el régimen cueste lo que cueste, muera quien muera. Tan maquiavélico argumento mantiene en vilo a los que, desde fuera, se niegan a ver lo que realmente está ocurriendo. Según la izquierda internacional la hambruna se debe, al igual que en Cuba, al embargo monetario por parte de Estados Unidos. Además, muchas ONGs han mantenido distancias y evitado reacciones muy sonables para asumir una postura de talante europeo, de apaciguamiento ante lo que es evidente e inevitable, lo que todos sabemos que terminará pasando.

Una de las libertades eliminadas ha sido la de circulación. La gente en Corea del Norte no se puede desplazar ni dentro, ni mucho menos fuera del país. Cada quien tiene su zona de paso y su vivienda humildemente asignadas por el Estado. Quienes intentan mudarse a una zona que goza de mayor posesión de alimentos son castigados con severas multas o prisión, donde seguramente terminan muriendo de hambre. "El mayor número de ejecuciones públicas tuvo lugar entre 1996 y 1998, los años de mayor hambruna. La gente robaba infraestructuras sociales, como los tendidos eléctricos y los cables de cobre, y las vendía".
Pero mientras la gente muere de hambre, el gobierno se preocupa, sobretodo, por equipar al ejército con armas de destrucción masiva. Los estadounidenses firmaron un trato con los norcoreanos para que éstos no produjeran plutonio. A cambio se les dio alimento y ayuda económica. Pocos meses más tarde Corea del Norte lanzaba un misil contra el Océano Pacífico, y posteriormente otro contra el mar de Tushima, entre China y Corea del Sur.

Corea del Norte es la prueba empírica de los resultados del socialismo en el mundo. Hasta los más temidos aprendieron la lección, y hoy otros, por tratar de silenciar lo obvio, no sobrellevan (aunque se quejen por ello) lo que cientos de miles viven tras las rejas de la anteposición absoluta. Es ahí cuando la utopía se torna pesadilla. Y hay quienes incluso aún lo aceptan.

http://liberpress.blogspot.com/2007/03/corea-del-norte-la-voz-del-silencio.html