viernes, marzo 30, 2007

EL MONGO ES MIO

Nota del Blogguista

En Cuba a las personas que tienen el llamado Síndrome de Down, se les llama mongólicos por su parecido físico con los naturales de Mongolia.
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EL MONGO ES MIO

Por Juan Vives
Corría los primeros días del año 1973 y mi esposa estaba en estado de nuestra primera hija, bueno a la época no existía la ecografía y era la sorpresa total al nacimiento ¿El sexo?

Ya por esta época la medicina en Cuba estaba en decadencia y en las maternidades existían problemas serios de competencia y el asunto me preocupó. Mi esposa era primeriza y como nunca se sabe, un amigo me aconsejó que fuera a ver a la maternidad de la calle Línea en el Vedado al doctor Bandera,que tenía fama de ser el mejor comadrón de Cuba y uno de los mejores del mundo. Había ejercido en la Clínica de los Hermanos Mayo en E.U. y esto era una referncia de calidad a nivel internacional. Personaje austero, un mulato flaco cerca la cincuentena, siempre muy bien vestido y pulcro, lo que contrastaba con los médicos “made in Cuba” de última generación. Cuando le expliqué que quería que atendiera a mi esposa, fué de una amabilidad extrema y me dijo que se ocuparía de las cosas sin problemas.

Las consultas eran mensuales para ver como se desarrollaba el embarazo y poco a poco entablamos una relación de amistad. En varias ocasiones lo invité al restaurante 1830 en donde podía reservar sin problemas, así como en otros de lo que se consideraba lo mejorcito de la Habana. Como le gustaba el cogñac, a cada rato pasaba por maternidad para dejarle alguna botella que la familia de mi esposa me traía o me mandaba con amigos, si no, mi esposa las compraba en las tiendas en divisas para turistas.

Después del parto seguí pasando a ver a Bandera, con el que había hecho buenas migas y siempre discutíamos un poco de cosas y otras. Me enteré que era santero y creía firmemente en esas cosas y cuando existían casos difíciles hacía uso de ritos de santería para arreglar las cosas.
En una de aquellas visitas de cortesía, porque el comadrón no solo los ayudaba a nacer, sino que quería ver los muchachos después del parto como si fueran algo suyo ; yo estaba esperando en su despacho cuando la secretaria me dijo de esperarlo un momento que estaba practicando una cesárea. En eso se oyó una enorme gritería de dos mujeres que se disputaban como dos fieras. Entre los me cago en tu madre y otras amabilidades que volaban bajo, sobresalía el grito—EL MONGO ES MIO—EL MONGO ES MIO.

En eso llegó Bandera, ya dos enfermeras habían intervenido y trataban de separar a las dos mujeres; Bandera también se interpuso y en eso llegaron refuerzos para separar a las dos energúmenas y de fuerzas las llevaron cada una a su cuarto de parturientas.

Yo estaba sorprendido de aquel bateo y no comprendía el por qué de los gritos salvajes –EL MONGO ES MIO. Entonces Bandera muy avergonzado me explicó que nació un niño mongólico de una mujer que no hizo ningún exámen previo y que la sorpresa fué el mongólico. ¿Y por qué el escándalo? Pura y simplementeporque las dos mujeres se disputaban al MONGO, a la madre que tuviera un niño anormal le daban un refrigerador y luego tenía una cuota especial de comida;mongo era un precioso tesoro.Todavía cuando salí de su despacho un cuarto de hora más tarde se oían los gritos en el pasillo—EL MONGO ES MIO.

No sólo la revolución a destruído la economía cubana, sino lo que es más grave, los criterios morales de una sociedad que va sin rumbo, al garete