BARACUTEY CUBANO

Por Ileana Ros-Lehtinen *
Congresista Federal
Florida
E.U.
Diario Las Américas
Florida
E.U.
La Nueva Cuba
Marzo 10, 2006

Con gran tristeza ofrezco mis condolencias a la nación cubana por la muerte de mi querido amigo Agustín Tamargo. Agustín como comentarista de la radio hispana tocó las vidas de muchas personas en nuestra comunidad.

Nosotros hemos perdido un gran amigo, un patriota modelo que tocó las vidas de cada uno de los que lo conocimos. Agustín fue una persona digna y respetuosa que siempre transmitió su elocuente mensaje en la radio, televisión y en la prensa escrita. Fue un columnista de varias empresas noticiosas incluyendo el periódico Avance, Revistas en Cuba y Venezuela, Diario Las Américas y El Nuevo Herald junto con otras muy distinguidas publicaciones. Tamargo participó en el programa llamado En Caliente en Radio Mambí 710 AM en la década de los 80 y fue creador y director de Mesa Revuelta en la misma estación.

Agustín Tamargo fue una voz de esperanza para el pueblo cubano y nos animó a todos a continuar la lucha contra el régimen tiránico de Castro. A pesar de que Agustín vivió la mayor parte de su vida exiliado, nunca olvidó de donde vino. Siempre recibió a los disidentes con los brazos abiertos y palabras afectuosas en su programa. Sus palabras tocaron nuestros corazones y nuestros espíritus cuando él dolorosamente hablaba de las injusticias que ocurrían en la isla.

A través de su pasión y liderazgo, Agustín fue un incansable defensor de los derechos humanos y llevó a la atención de la comunidad internacional las innumerables violaciones a los derechos humanos en Cuba. Con su palabra dio testimonio de la opresión y abusos de Castro contra los disidentes políticos así como la amenaza que para el mundo representaba el comunismo.

Agustín fue ciertamente una inspiración para todos nosotros que continuaremos trabajando para hacer su sueño realidad. El sueño de que un día Cuba será libre con elecciones democráticas transparentes. Un día cuando nuestros presos políticos serán liberados y la libertad de prensa será reconocida. Un día cuando el cubano pueda abrir sus propios negocios y vivir en una sociedad de libre mercado que le permita sustentar a sus familias.

Agustín fue firme, humilde y enérgico en todo lo que hizo. Nunca vaciló y siempre nos dio esperanza de que un día en Cuba prevalecería la libertad y la justicia. Por todo eso su muerte es tan desafortunada, pero sus palabras vivirán siempre. Su mensaje continuará educando a nuestras generaciones jóvenes y nos dará fe en lograr un brillante futuro.

Yo sólo puedo esperar que su mensaje de paz, libertad y cumplimiento de la ley nos llegue a todos. En este difícil momento envío a su familia mis pensamientos y plegarias.

Agustín Tamargo será profundamente recordado y su patriótica frase: “¡Cuba primero, Cuba después, Cuba siempre!”
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* Ileana Ros-Lehtinen, es cubanoamericana y congresista federal de Estados Unidos.