LAS MIL Y UNA NOCHES DE LUIS POSADA CARRILES
Por Mercedes L. García / bitacoracubana
Un 15 de febrero de 1928 nació en la ciudad de Cienfuegos, Cuba el “peor enemigo” de Fidel Castro: Luis Posada Carriles, cuyo nombre ha sido mencionado una y mil veces por el propio mandatario, así como por todos sus “aliados” durante los largos años de ocupación castrista en la isla.
“Connotado terrorista internacional”, “narcoterrorista”, “criminal”, “enemigo del pueblo cubano”, “mercenario” son algunos de los calificativos utilizados por el régimen cubano para referirse a Posada Carriles de una forma tan repetitiva y constante que bien pudiera clasificarse como obsesiva. Basta con escribir en cualquier buscador de Internet el nombre de Luis Posada Carriles para que se desplieguen una considerable cantidad de páginas originadas por el gobierno cubano o alguno de sus aliados con sendas acusaciones en contra de este “enemigo acérrimo” de la revolución. Calificativos y acusaciones que, dicho sea de paso, muy bien servirían para describir al propio Fidel y a sus secuaces, situación ésta que siempre me ha parecido algo paradójica.
Luis Posada Carriles: ¿Culpable o inocente? ¿Héroe o villano? ¿Víctima o victimario?
En cuanto a su culpabilidad o inocencia, sólo mediante un juicio a fondo y justo se podrá probar su culpabilidad fuera de toda duda o reivindicar su nombre, según sea el veredicto. Por el momento el fiscal acusador por excelencia resulta ser el propio régimen castrista; mientras que por la parte defensora puedo remitirlos a un trabajo publicado en el año 2004 por Rafael Mayola en el Disidente Universal con sede en Puerto Rico cuyo título es Luis Posada Carriles y el avión de Barbados, lo que no se ha dicho , otro artículo similar publicado bajo la firma de Enrique Encinosa en las páginas de la Junta Patriótica Cubana cuyo titulo es La verdad sobre Luis Posada: Lo que no se dice, y a un artículo de la autoría de Orlando Bosch publicado originalmente en El Nuevo Herald con fecha del viernes 19 de enero de 2007 y reproducido por La Nueva Cuba, cuyo título es El castigo a Posada Carriles.
Es obvio que para las huestes castristas, Luis Posada Carriles es un villano, pero para los anticastristas, sobre todo para los que conforman el conocido “exilio histórico”, él es un héroe. Cabe destacar, sin embargo, que para la época en la cual Posada Carriles se desarrolla como detractor del régimen cubano no sabían luchar de otra manera. El propio Fidel Castro llegó al poder utilizando las armas y se ha mantenido aferrado al mismo haciendo un generoso uso de intrigas, espionajes, sabotajes, represiones y ¿por qué no decirlo?, ha llevado a la muerte a muchos cubanos inocentes. Ha convertido a todos los cubanos en “soldados al instante” mediante un entrenamiento militar obligatorio e inclusive sabemos que ha ocupado a gran cantidad de cubanos en la construcción de túneles subterráneos. Todo lo anterior para “defenderse y protegerse” en contra de una “invasión norteamericana” que ha sido “inminente”, según ellos, desde el año 1959 hasta la fecha.
No intento justificar el atentado ocurrido el 6 de octubre de 1976 cuando fue derribado un avión comercial de Cubana de Aviación en Barbados donde murieron 73 personas y que ha sido la acusación constante del régimen en contra de Posada Carriles desde entonces, pero tampoco podemos asegurar su culpabilidad existiendo tantas posibilidades y evidencias que lo colocan como víctima y no como victimario. El resto de los casos en los que se ha visto involucrado habría que juzgarlos cada uno en su justa perspectiva, haciendo la salvedad de que el terrorismo debe ser considerado como un crimen contra la humanidad no importa quién lo practique o por qué causa se realice.
A partir del día 17 de mayo de 2005, fecha en la cual fue arrestado Luis Posada Carriles en Miami por agentes federales, muchos pensamos que se habían terminado las “mil y una noches” de clandestinidad para él. Posada fue colaborador de la CIA y además sirvió en el ejército durante la Guerra de Vietnam y después de todo no era posible pensar que un “gobierno aliado” lo abandonara a su suerte. Es obvio que lo mismo pensó Posada Carriles toda vez que en el mes de septiembre de ese mismo año solicitó la ciudadanía americana por “servicios distinguidos a la nación”, solicitud que volvió a ratificar en el mes de abril del pasado año 2006, a pesar de encontrarse confinado desde la fecha de su arresto en el Centro de Detención de Indocumentados de El Paso, Texas.
Para el mes de julio de 2005, William Lee Abott, un juez de Inmigración de los Estados Unidos le denegó la libertad bajo fianza señalando durante la audiencia que “por ser Posada Carriles un inmigrante indocumentado que es solicitado por otros países por delitos de terrorismo no le puede conceder la libertad condicional”. El juez Abott dijo además que “en su estudio del caso incluirá la participación de Posada Carriles en la invasión de Bahía de Cochinos en 1962, para determinar si incurrió en actividades terroristas, sin importar que éstas pudieran haber sido financiadas por el gobierno estadounidense”, según noticia publicada por la Agencia EFE con fecha del 26 de julio de 2005 bajo el título de Juez deniega libertad bajo fianza a anticastrista Posada Carriles
Igual suerte de rechazo corrió una solicitud para trasladar el caso a La Florida presentada por los abogados de Posada Carriles el día 20 de junio, según indica la Agencia EFE en la noticia antes mencionada, donde también indican que una petición similar sería presentada de nuevo ese mismo día 26 de julio de 2005, aunque para el día 23 de enero del corriente declinaran solicitar la libertad bajo fianza. "No tiene caso que pidamos libertad bajo fianza en este momento, porque al caso penal de Carriles se suma el migratorio que de cualquier forma lo mantendría bajo custodia de las autoridades norteamericanas", explicó a la agencia de noticias EFE el abogado de Posada en El Paso, Texas, Felipe Millán.
El 11 de septiembre, el magistrado Norbert Garney recomendó excarcelarlo tras evaluar que no había ''circunstancias especiales'' que sustentaran la retención indefinidamente y el día 3 de noviembre de 2005, otro juez federal Philip Martínez, dio un plazo de 90 días que se cumplieron el 1ro de febrero de 2006 para que el Departamento de Seguridad Territorial (DHS) proporcionara evidencia que justificase el encarcelamiento indefinido de Posada Carriles. Esto respondiendo a un recurso de habeas corpus presentado por el detenido y admitiendo que el encarcelamiento de Posada ''sobrepasa ampliamente el período de seis meses'' que estableció en el 2001 el Tribunal Supremo para retener a extranjeros con orden final de deportación.
Así las cosas y para sorpresa de muchos, para el día 10 de enero de 2007 el Departamento de Justicia emitió una acusación en contra de Posada Carriles por supuestamente haber mentido a los agentes de Seguridad Nacional sobre la forma en que ingresó en EEUU y por haber asegurado que no tenía pasaporte de Guatemala. Esta acusación es sostenida por la fiscalía mediante un documento de 400 páginas, que incluye la declaración del informante del FBI Gilberto Abascal, quien es de nacionalidad cubana y ha sido señalado como un posible doble agente. El Nuevo Herald publicó con fecha del 21 de mayo 2006, un artículo titulado “Informante del FBI llevaba a Cuba fotos de Alpha 66” firmado por Wilfredo Cancio Isla que amplia la información relacionada con el Sr. Abascal, cuyas declaraciones también fueron utilizadas a finales del año 2005 para enviar a la cárcel a Santiago Álvarez, un benefactor de Posada Carriles residente en la ciudad de Miami, y a un empleado suyo Osvaldo Mitat. El domingo 14 de enero de 2007 Gilberto Abascal fue objeto de un supuesto atentado en su contra mediante la colocación de un artefacto explosivo bajo su auto y anteriormente se había reportado otro supuesto atentado bajo la modalidad de disparos lanzados contra su auto.
Luis Posada Carriles actualmente se encuentra preso en el Centro penitenciario del Condado de Otero, Nuevo México que alberga a reclusos con cargos penales migratorios. De ser hallado culpable podría ser condenado a 10 años de cárcel por el cargo de fraude y cinco más por cada uno de los seis cargos adicionales de los que se le acusa. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se opone a su liberación por considerar que la política exterior de EEUU se vería afectada si se le concede. El día 22 de enero de 2007, Posada Carriles se presentó ante un magistrado de Texas declarándose inocente de los cargos migratorios que se le imputan quedando pendiente el caso para nuevas audiencias, teniendo en cuenta la orden emitida por el juez Philip Martínez quien fijó el 1 de febrero como fecha límite para que los representantes del Departamento de Seguridad Nacional presentaran pruebas suficientes que justifiquen el arresto indefinido del Posada Carriles.
Posada Carriles, sin embargo, permaneció detenido llegada esa fecha toda vez que el departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) estadounidense afirmó que no tenía que justificar su detención puesto que en enero había sido acusado por el Departamento de Justicia por fraude migratorio y falso testimonio -un caso criminal-, por haber mentido en una solicitud de ciudadanía al decir que entró ilegalmente a Estados Unidos por la frontera con México en marzo de 2005, cuando realmente lo hizo por mar en un barco con varios amigos. A raíz de esa acusación, los alguaciles federales asumieron su custodia.
El día 5 de abril de 2007 la magistrada Kathleen Cardone, del tribunal federal de El Paso (Texas), ordenó su libertad condicional en el juicio por fraude migratorio, imponiéndole una fianza ascendente a 250.000 dólares y un compromiso familiar sujeto a 100.000 dólares, tras lo cual quedaría sujeto a un arresto domiciliario que cumpliría en la residencia de su esposa en Miami, pudiendo sólo salir de su residencia para citas médicas o con su abogado y previa autorización del tribunal. Se le dispuso vigilancia con un aparato electrónico y no podrá tener contacto con nadie involucrado en su caso.
Sin embargo, la agencia de control de Inmigración y Aduanas (ICE) expresó “decepción” con la decisión y aseguró que no lo dejará libre, que sería transferido de inmediato a un centro de detención migratoria. A estos efectos interpusieron una moción de emergencia para mantenerlo bajo arresto por una semana, argumentando que el Departamento de Justicia necesita un tiempo razonable para revisar las opciones de apelación y evaluar las condiciones establecidas por la orden judicial. Los abogados de la defensa Arturo Hernández y Felipe D. Millán, por su parte, respondieron rápidamente con otro recurso para reclamar que el plazo pedido por el Gobierno se reduzca a tres días, considerando el frágil estado de salud del detenido, ante lo cual deberán esperar a que la Juez Cardone se pronuncie.
Sus abogados alegan que toda su carrera en la clandestinidad fue al servicio del gobierno norteamericano. Observadores han señalado que el ex agente de la CIA, custodio de lo que se cree son secretos embarazosos para el gobierno de EE UU, se ha convertido en un incómodo huésped para la administración Bush. Los acusadores a distancia – gobiernos de Cuba y de Venezuela – alegaron saber que algo así se produciría, pues todo eso de tenerlo detenido era producto de un plan político para no extraditarlo a Venezuela” sino tratar de que permaneciera en ese país “para luego liberarlo y que luego se quedara allá”.
Luis Posada Carriles: ¿Culpable o inocente? ¿Héroe o villano? ¿Víctima o victimario?
Son preguntas que unos y otros se han contestado a su manera, según sus ideologías, inclinaciones y /o conductas aprendidas o conductas por conveniencia en otros casos, pero lo cierto es que a ciencia cierta, nadie puede declararse poseedor de toda la verdad con respecto a este tema. Para beneficio de todos los cubanos, ojalá y algún día se logre saber toda la verdad sobre lo que hizo o sobre lo que dejó de hacer Luis Posada Carriles, pero hay dos aspectos bien importantes que no pueden dejarse pasar por alto: el que desde Cuba lo acusen haciéndolo ver como la personificación de Lucifer, curándose ellos de paso en salud, resulta absurdo a la luz de los crímenes y desmanes que ha cometido el régimen castrista en contra del propio pueblo cubano; por otra parte, los actos de un soldado jamás pueden ser utilizados como un bumerang en contra de éste lanzados por la nación o país de las cuales era aliado y de las cuales cumplía órdenes. En ese sentido sinceramente espero que si Estados Unidos desea juzgarlo que lo haga, que se sepa la verdad caiga quien caiga, pero que no trate de utilizarlo como chivo expiatorio curándose también en salud como lo hace el régimen castrista.
Por razones obvias esta historia no termina aquí, es necesario utilizar el trillado recurso del continuará, según surjan los acontecimientos al respecto.
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