miércoles, abril 11, 2007

LOS VITRALES ROTOS DE PINAR DEL RÍO

Diario Las Americas
Publicado el 04-10-2007

Los Vitrales rotos de Pinar del Río

Por Pablo Alfonso

La noticia llegó por Internet. Fue un mensaje electrónico recibido desde Cuba el día de Viernes Santo. La revista Vitral, órgano cívico cultural de la Diócesis de Pinar del Río, sería clausurada. No habían mayores detalles.

Crucificada, pensamos algunos amigos. Hoy reitero el término: crucificada y sacrificada. Orden ejecutada por el recién estrenado Obispo de Pinar del Río Jorge Enrique Serpa Pérez, quien sin duda será, de triste recordación para los católicos cubanos y los pinareños en particular.

Ya sé que son palabras duras pero es el momento de llamar a las cosas por su nombre, sin tratar de ganar tiempos y espacios con frases diplomáticas vacías de contenido y realidades.

Desde hace mucho tiempo Vitral y el Centro Cívico Religioso de Pinar del Río, que inspiró y fundó su director, Dagoberto Valdés Hernández, ha estado en la mirilla de la dictadura cubana. Vitral y el Centro, también han sido “motivo de honda preocupación” para la cúpula dirigente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, por los cursos de doctrina social, conducta cívica, actividades culturales y contenido editorial que durante más de una década fueron “haciendo camino al andar” por el estrecho surco de libertades que permite la dictadura.

Siempre celosa de guardar un difícil equilibrio que le garantice la paz litúrgica, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, ha sacrificado en más de una ocasión el mensaje profético de denuncia de las injusticias a que está llamada la Iglesia, bajo el pretexto de no caer en manipulaciones políticas. Es una posición cómoda.

Ese es justo el caso de Vitral y de su director, Dagoberto Valdés. Sacrificados y crucificados en el justo tiempo litúrgico. Sólo que, para los que mantenemos la esperanza de la resurrección, ese es un sacrificio glorioso para quienes lo asumen y para quienes lo cometen, una afrenta inolvidable.

Fue la firme postura del Obispo José Siro González Bacallao, resistiendo todas las presiones, lo que mantuvo la existencia de Vitral y el apoyo a su director, hasta que por razones de edad, renunció el pasado mes de diciembre. Su sucesor en el cargo no ha tenido esa actitud; porque tampoco cuenta con las vivencias de una Iglesia que se mantuvo en Cuba a golpe de compromiso y sacrificio en “los años duros de la revolución”.

Serpa, de 65 años, ingresó a los 17 en el Seminario habanero del Buen Pastor y en 1961, salió al extranjero. Ordenado sacerdote en Bélgica en 1968 no pudo regresar a Cuba y durante 30 años prestó servicios en Colombia. Finalmente hace apenas siete años regresó a Cuba y comenzó un meteórico ascenso, bajo la sombra del Arzobispo de La Habana, Cardenal, Jaime Lucas Ortega Alamino: Primero Vicario de la Arquidiócesis, Administrador del Seminario y por último su rector hasta que recibió la ordenación episcopal el pasado mes de enero y asumió la jefatura de la Diócesis de Pinar del Río.

Fue una ceremonia, cargada de presagios en la que su antecesor José Siro, le recordó la críptica frase de Juan Pablo II durante su visita a Cuba. Su obligación de “cuidar la cola del caimán”. No lo ha hecho.

Detrás de la decisión de Serpa está la mano de Ortega; y detrás de ambos, las notas que van y vienen desde Roma a La Habana, entre la Secretaría de Estado del Vaticano y su representante en la capital cubana, Monseñor Luigi Bonazzi.

Mala cosa para la Iglesia Católica en Cuba, volver a los viejos tiempos en que la pastoral eclesial, su misión profética y su caminar entre el pueblo de la Isla, estaba enmarcada por la política diplomática de la Santa Sede. Para quienes conocemos las interioridades de esa historia, no es una novedad reconocer las tensiones generadas entre la jerarquía católica de la Isla y los diferentes representantes del Estado Vaticano a lo largo del último medio siglo.

No hay espacio en una breve columna para ahondar más en el asunto. Pero como me propuse al principio de este comentario llamar a las cosas por su nombre, no podía dejar de lado el tema de esas complejas relaciones. Es necesario apuntar que no siempre los intereses de las iglesias locales coinciden con las estrategias, visiones e intereses del Estado Vaticano. Es una de las grandes contradicciones con las cuales tiene que navegar la nave de San Pedro.

Imagino que a estas alturas, Caridad Diego, la Secretaria de Asuntos Religiosos del Consejo de Estado de Cuba, estará de plácemes.

Mucho ha tenido que ver en todo esto, su diligente capacidad de prometer y cumplir a medias; sus acercamientos a la nueva generación de episcopales cubanos, algunos de los cuales ya tienen el cetro en sus manos y los micrófonos que logró medio abrir para que algunos entusiastas obispos leyeran un breve y didáctico mensaje de Semana Santa, en tres o cuatro estaciones provinciales de radio. ¡Todo un triunfo de la apertura y la reconciliación!

Hace algunas horas he recibido el último editorial publicado en el último número de la revista Vitral. Como la primera versión de la noticia fatal, llegó por Internet. Hay una nota que aclara con humildad: Por falta de recursos Vitral dejará de publicarse.

Si, en efecto, “por falta de recursos”, pero también por falta de otros “recursos” no necesariamente económicos, agrego yo.
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"CUIDE LA COLA DEL CAIMÁN"

PALABRAS DE BIENVENIDA DE MONS. SIRO A MONS. SERPA

Queridos hermanos Obispos.
Querido Hno Obispo Mons. Jorge.
Queridos Hnos y Hnas todos.
Cuenta la historia que cuando Anastas Mikoyan contempló desde la altura la belleza del Moka y Las Terrazas, el salto de Soroa, el parque de Candelaria, el verdor de la sierra de los Órganos, la esbeltez de los palmares, el canto de los arroyos, la majestad de los mogotes de Viñales, la serenidad del Cuyaguateje, la riqueza de las vegas de tabaco, el azul verde del mar de María la Gorda, la altivez del faro Roncali, grandemente impresionado exclamó: “ Al modo de decir de ustedes, por aquí debió pasar el Creador”. De hoy en adelante, querido Obispo, serás de alguna forma admirador legítimo y guardián obligado de todas esas maravillas con que el Señor ha adornado a esta noble y hospitalaria tierra de Vuelta Abajo, cuna de sabios y de poetas, donde natura vertió sus dones con esplendor.

( Mons. Siro se despide y da la bienvenida a Mons. Serpa )

Por la gracia de Dios y de la Santa Sede eres de ahora en adelante Pastor, Maestro y Guía de esta grey que, desde las colinas de Guanajay hasta el Cabo de San Antonio, con más de un millón de habitantes, 25 Parroquias, 70 Iglesias auxiliares y cientos de pequeñas comunidades, debes cuidar y pastorear.
En el año 1958, para la cuarta parte de la población, el Obispo contaba con 31 sacerdotes, casi cuarenta religiosas y muchos miembros de Acción Católica. Hoy tan solo cuenta 17 sacerdotes, algunos mayorcitos, menos de 30 religiosas y un grupo de laicos. Pero, no temas... he aprendido en este tiempo que no es el número el que cuenta, sino el amor de Dios y el celo apostólico que tienen estos hermanos y hermanas tuyos. Cuando el Santo Padre Juan Pablo II sobrevoló la Diócesis aquel 21 de enero de 1998, también admirado de esa belleza nos dejó un precioso poema que debe ser norma y legado para todo pinareño. Grabado en mármol en el frontis de la Catedral dice así:
“Al iniciar mi viaje apostólico a Cuba, me compIace dirigir un cordial saludo a los hijos e hijas de esa región occidental de la nación, cuyos atractivos naturales evocan aquella otra riqueza que son los valores espirituales que les han distinguido y que están llamados a conservar y trasmitir a las generaciones futuras para el bien y el progreso de la Patria.
“Evocando la fiel entrega de los católicos, que en torno a su Obispo son imagen viva de la Iglesia, les animo a perseverar en su opción de fe, su esperanza viva y su caridad solícita y como prenda de mi afecto me compIace impartir a toda la comunidad eclesial de Pinar del Río la bendición apostóIica”.


Escucha, hermano querido, escucha con atención,
esta breve explicación, de aqueste Obispo guajiro.
En mi primera visita
al Santo Padre de Roma,
sin perder punto ni coma
escuchó todas mis cuitas
con paternal sonrisita.
Yo le expresé con afán
los temores que me dan
toda mi preocupación
ÉI dijo con compasión
“cuide cola del caimán”.

Yo la cuidé con esmero
durante un período largo;
esta mañana te encargo
“seas un guardián certero
de ovejas y de corderos”.
A los lobos no les temas,
recuerda siempre aquel lema
de nuestro pastor eterno
“que las puertas del infierno
no prevalecen contra Ella”.

Te entrego este pectoral,
signo sagrado precioso,
como legado valioso,
como distintivo real
en tu labor pastoral.
De una cadena preciosa
y de una historia azarosa
serás séptimo testigo.
El Señor irá contigo
y esta Asamblea gozosa.

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http://www.palabracubana.org/

El cierre de Vitral
Por Dora Amador
“Por falta de recursos, el consejo de redacción de Vitral informa a sus lectores que no podrá garantizar más la salida de la revista”. Con esta nota, recibida desde Cuba el 9 de abril, se confirma lo que muchos esperábamos y temíamos desde hace tiempo: el cierre de la mejor revista católica de todas las que se han publicado en Cuba. Es una inmensa pérdida para los católicos y cubanos todos de buena voluntad, y un gran triunfo para la dictadura atea que siempre ha querido silenciar la voz profética, heroica y lúcida de Dagoberto Valdés, su director