LA VIBORA CRIMENES DE FIDEL CASTRO
Tomado de
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En los primeros dias de diciembre de 1980 se recibio la noticia en el Estado Mayor de la DAAFAR (Fuerza Aerea Cubana) que se habia producido un accidente catastrofico al sur del pueblo Candelaria en la provincia de Pinar del Rio. Los primeros informes reportaban que el avion un AN-2 matricula 12-01 se habia estellado cerca de los manglares de la costa sur pereciendo todos los ocupantes: los tres miembros de la tripulacion mas oficiales del Ministerio del Interior. Forme la comision investigadora y nos trasladamos al lugar de los hechos en horas de la tarde del proximo dia. Alli supimos que el capitan de la nave, primer teniente Melquiades Sierra, habia resultado el unico sobreviviente y que las heridas recibidas resultaban de tal envergadura que quedaria imposibilitado para el resto de su vida. Proximo al lugar en que se precipito a tierra la aeronave estaban las fincas especiales de la Elite gobernante conocida por LA VIBORA y LA DESEADA. Estos dos lugares resultaban los predilectos para la caceria de patos que en esa epoca del año emigraban desde latitudes superiores buscando temperaturas mas calidas. Ambas fincas estaban equipadas con las mas sofisticadas comodidades del mundo occidental, incluyendo dos plataformas para el aterrizaje de los helicopteros bajo cualquier condicion metereologica, tanto de dia como de noche. Las oscuras circunstancias del accidente comenzaron a exclrecerse a medida que avanzaba el proceso de investigacion. La aberracion en los caprichos del presidente Fidel Castro y su hermano Raul habian llegado al extrenode de que, no conformes con la afluencia de pequeñas banbadas de patos para el disparo de escotetas, habian recurridi al uso de las aeronaves militares para que, volandorasante sobre los mangles, espantaranmayores cantidades de aves en direccion a los puntos en que ellos se encontraban apostados. Los dos oficiales del Ministerio del interior a bordo del avion, resultaron ser miembros de la escolta personal del Presidente. Por declaraciones tomadas a diferentes testigos, incluyendo a otras tripulaciones que anteriormente habian sido obligadas a realizar este peligroso trabajo, se pudo conocer que la mision fundamental de aquellos guardaespaldas a borde de la aeronave era de forzar a los pilotos a embestir las concentraciones de patos en vuelorasante aun a riesgo de sus propias vidas. El dia del accidente, despues de haber repetidola operacion varias veces, el AN-2 fue golpeado en el estabilizador horizontal de la cola por uno de los patos y el piloto intentando de alcazar la pequeña EL FRANCES situada a corta distancia de el lugar, perdio el control de la aeronave estrellandose contra tierra. Concluida la investigacion, el jefe de la DAAFAR y el Estado Mayor General no solo prohibieron la divulgacion de la catastrofe, sino que ademas desaparecieron el expediete. Este tipo de incidentes en Cuba no terminaron aqui. Otro dia te contare mas. Cuatro personal muertas y otro invalido por serbir de ESPANTAPAJAROS a un capricho macabro de Fidel.
Otra historia: Estaba en la guardia combativa, en San Antonio de los Baños, cuando recibí la orden de "Macabí" (indicativo del P.M. para la aviación de transporte y helicópteros)de posición uno, arranque y despegue. De inicio me resultó chocante, puesto que un helicóptero no es un caza interceptor y normalmente recibe indicaciones previas antes del cumplimiento de una misión. No obstante, los tripulantes pensamos que podía tratarse de una misión de Busqueda, Salvamento y Rescate (BSR) y que debido a la posible situación existente, no hubiera tiempo para tal cosa. No obstante, la escuadra, que normalmente acompaña a la tripulación durante éstas misiones de BSR nunca llegó a la posición de la guardia combativa. El P.M. no nos dió ni autorización para dirigirnos a la pista 23 de San Antonio y nos autorizó el despegue desde la misma posición del refugio (refugio abierto por supuesto). Una vez en el aire, como si fuésemos un avión interceptor nos ordenaron establecer un rumbo. En la medida que el tiempo transcurría, la situación se iba tornando más extraña y ante el temor de perder la comunicación, solicitamos del P.M. instrucciones. La respuesta fue más intrigante aun: "Cuando lleguen al punto. Estableceran comunicación con ustedes, por ésta misma frecuencia". Efectivamente, al cabo de cierto tiempo de vuelo, llegamos a un punto al sur de la provincia de Pinar del Rio. Más exactamente en la costa sur de la provincia, entre los pueblos de San Cristobal y Candelaria. Efectivamente y para sorpresa nuestra, al llegar a un punto entre tierra firme y los mangles característicos de la zona, nos llamaron por nuestro indicativo, señalándonos hacia donde debíamos dirigirnos. Manteníamos un nivel de vuelo de 300 metros sobre el terreno y nos ordenaron descender. Al ver que se levantaban gran cantidad de pájaros, decidimos incumplir la orden y mantener la altura de vuelo. De esa forma dimos varios pases en diferentes direcciones y siempre nos ordenaban descender y nosotros respondíamos que no era prudente, dada la cantidad de pájaros que había en la zona. Por último nos dieron la orden de aterrizar al lado de una casa donde habían varios automobiles y jeeps militares. Se nos acercó un oficial con uniforme del MININT y nos dijo que Almeida y Guillermo (Juan Almeida Bosque y Guillermo García Frías, ambos Comandantes de la Revolución) estaba furiosos porque nosotros no queríamos volar rasante y los patos en lugar de ir hacia ellos, volaban en dirección opuesta. Podrán imaginarse las caras que pusimos los miembros de la tripulación. De aviadores, por obra y gracia de dos de los dirigentes vitalicios, nos habíamos convertido en ESPANTAPAJAROS. Como jefe de la trpulación me negué a continuar realizando dicho vuelo por considerarlo una violación de las medidas de seguridad y regresámos al aeródromo, donde tuve que realizar un extenso y pormenorizado relatorio de cuánto había acontecido desde el momento en que nos dieron Posición uno. En los días sucesivos fui entrevistado por varios oficiales de la Contra Inteligencia Militar (CIM), conocidos y no conocidos. Todo el tiempo mantuve el argumento de la seguridad de los vuelos y en ningun momento se me ocurrió decir absolutamente nada sobre lo que había visto, ni lo que había escuchado y mucho menos mencioné los nombres de Guillermo ni Almeida. Ellos podían ser unos cretinos y no conocer nada de aviación, pero a mi ya me dolían las nalgas, de estar sentado sobre un paracaídas y no iba a permitir, ni que me ocurriera un accidente, ni que me suspendieran de vuelo por motivos "ideológicos". Estoy relatando un hecho que ocurrió en la segunda mitad de la década de los setenta. Escuché decir que el informe que redacté había llegado al Estado Mayor de la DAAFAR y que allí se había formado tremendo revuelo. Por supuesto que tampoco me interesé mucho por el revuelo. A mi lo único que me interesaba, era que pasara el mal momento y me dejaran tranquilo, pues por esa época tenía fama de ser bastante bocón. El guajiro Benigno Gonzalez Cortes me había puesto el mote de "Tres Pasos", por el veneno que destilaban mis argumentaciones. Para finalizar. Los vuelos de éste tipo fueron suspendidos por algun tiempo y volvieron a realizarse finalizando 1979 y principios de los 80, hasta el fatídico accidente.
Informacion recopilada por expilotos cubanos.
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