BARACUTEY CUBANO

Por Jorge Hernández Fonseca
www.cubalibredigital.com
13 de Mayo de 2007
El Papa Benedicto XVI acaba de inaugurar la 5ª Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe, CELAM, después de una visita de 5 días al Brasil, sede del importante evento católico latinoamericano, indicando nuevas direcciones al camino de la Iglesia en el Subcontinente.

Esta 5ª. CELAM es depositaria de una herencia, que se inició a mediados de la década del 50 del siglo pasado, precisamente en Río de Janeiro, donde se organizó la primera CELAM. Sin embargo, la marca más profunda vendría una década después, cuando en Medellín, Colombia, se organizara la 2ª. CELAM, que marcó la iglesia latinoamericana con el sello de la convulsión social que caracterizó la década del 60: “la opción preferencial por los pobres”, que diera a la Iglesia católica regional un sello que carga hasta hoy, y que la 5ª CELAM revisará.

Dos tesis dentro de la iglesia católica latinoamericana se enfrentan en la 5ª CELAM: La que desea mantener el enfoque preferentemente “social” de la actividad pastoral de la iglesia y el enfoque que desea un retorno a los orígenes de la misión netamente “espiritual” de la iglesia. Dentro de esta compleja pugna religiosa, un Papa teólogo, activo participante del Concilio Vaticano II --antecedente inmediato del la 2ª CELAM de Medellín-- ha querido dejar su marca.

Nadie duda que la misión de la iglesia católica es netamente espiritual, como nadie duda tampoco que su misión tiene diversas y muy ricas dimensiones adicionales: la dimensión social, la pastoral, la eclesiástica, la ética, entre otras, que representan un grupo importante de valores propios del la labor cristiana, cuna -como se ha dicho tantas veces- de la civilización occidental.

Brasil es el mayor país católico del mundo y ha sido al mismo tiempo el país donde la dimensión social de la iglesia se ha visto más enriquecida. En el seno de las docongregaciones católicas brasileñas han surgido diversas tendencias, como la “teología de la liberación” --de cuño netamente social-- que como seguira de las decisiones de la CELAM de Medellín, han llevado a cabo un trabajo que ha trasbordado el tema puramente religioso, entrado de lleno en al tema político, y con ello, a la toma de posiciones comprometidas de tendencias no religiosas.

“La opción preferencial por los pobres” se interpretó como la opción por posiciones políticas específicas, la mayoría de las veces de cuño marxista encubierto, llevando a los católicos comprometidos con estas tendencias a un verdadero callejón sin salida, sobre todo, desde el punto de vista pastoral y religioso, al desmoronarse completamente el marxismo materialista.

Benedicto XVI ha venido al Brasil para demostrar fehacientemente cuanto de ilusorio hay en las pretensiones “sociales” del sentido pastoral de su iglesia, jerarquizando “la opción preferencial por los pobres” en sentido político y no espiritual. En un discurso ante miles de jóvenes latinoamericanos que lo aclamaron en San Pablo, el Papa tomó como base el episodio evangélico de aquel joven que se acercó a Jesús preguntándole como ganar la vida eterna, a lo que el Maestro respondió: “abandona todo lo que tienes, y sígueme”, resaltado la opción por la pobreza, pero destacando que la esencia era la acción era ‘seguirlo’ y no únicamente ser pobre.

Desde la CELAM de Medellín la iglesia católica se ha deparado ante un amplio espectro de interpretaciones: desde sacerdotes guerrilleros que tomaron las armas, no para evangelizar sus compañeros guerrilleros, sino para hacer la guerra, hasta posiciones de apoyo, directo o solapado, a regimenes marxistas remanentes del desastre comunista planetario.

Benedicto XVI ha sido categórico contra el marxismo al expresar: “El sistema marxista, donde ha gobernado, ha dejado una triste herencia de destrucciones económicas y ecológicas”. Pero ha ido más lejos, recalcando que la iglesia católica “no es una ideología política, ni un movimiento social, como tampoco es un sistema económico; es la fe en Dios Amor, encarado y resucitado en Jesús Cristo, el auténtico fundamento de la esperanza…”

Pero como para no se tomaran sus palabras como directrices para seguir un rumbo específico, Benedicto XVI ha recalcado que el rechazo al marxismo no implica necesariamente una opción política o ideológica determinada con la siguiente frase, crítica de la sociedad actual, socialista o capitalista: “Tanto el capitalismo como el marxismo prometieron encontrar el camino para la creación de estructuras justas y afirmaron que éstas, una vez establecidas, funcionarían por sí mismas. Afirmaron que no sólo no habrían tenido necesidad de una precedente moralidad individual, sino que ellas fomentarían la moralidad común. Y esta promesa ideológica se ha demostrado que es falsa…” De manera que la condena al marxismo no implica la aceptación de determinada oferta “social” elaborada.

Pero el Papa ha ido más lejos en nuestra región, al resaltar su crítica directa: “En América Latina y el Caribe, igual que en otras regiones, se ha evolucionado hacia la democracia, aunque haya motivos de preocupación ante formas de gobierno autoritarias o sujetas a ciertas ideologías que se creían superadas, y que no corresponden con la visión cristiana del hombre y de la sociedad, como nos enseña la Doctrina social de la Iglesia…”

Dejando claro lo anterior, el Papa ha instado a la 5ª CELAM a retomar al camino apostólico que siempre caracterizó la iglesia católica, de manera a promover la evangelización a través de los valores permanentes, éticos y espirituales en Cristo, a partir de los cuales se encontraría necesariamente la justicia social y no a la inversa, tomando como punto de partida los valores sociales, para desde ellos promover la evangelización. Esa es la disyuntiva de la 5ª. CELAM.

Para Cuba y su futuro democrático, esta 5ª CEPAL se reviste de una importancia fundamental. En primer lugar, quedará clara la opción evangelizadora de la iglesia católica, alejada de los regímenes marxistas –Fidel Castro y sus sucesores-- con los que actualmente existe una perniciosa simbiosis, donde se confunde el compromiso evangelizador con la necesidad de estimular apoyo a un régimen declaradamente ateo y fracasado, dando sus últimos estertores.

En segundo lugar, es necesario separar sin que queden lugar a dudas, que “la opción de la iglesia católica por los pobres’ no significa el apoyo a regimenes dictatoriales fracasados, mucho menos aquellos declaradamente marxistas, como el cubano de Fidel Castro, el venezolano de Hugo Chávez y el boliviano de Evo Morales. La iglesia católica no es la encargada de luchar contra esos regímenes, pero al menos, debe dar refugio y apoyo moral y ético a los files que se decidan por el camino de la lucha civil por hacer valer los principios cristianos sobre los principios ateos y marxistas que estos gobiernos pregonan abiertamente.

Todo indica, que la delegación eclesiástica cubana, venezolana y boliviana, regresará, a sus patrias con la lección aprendida en Brasil: “La opción católica por los pobres no es la opción por el marxismo, el fidelismo, el chavismo o el evismo; es la opción por aquellos que dejan sus riquezas materiales y siguen a Jesús de Nazaré para ganar la vida eterna”

La acción oportuna de Benedicto XVI convocando la 5ª CELAM en Brasil, viene al encuentro de la invasión marxista solapada de ‘justicia social’, estrategia elaborada en los laboratorios de la insurgencia cubanos, para combatir la espiritualidad tradicional de los pueblos de Nuestra América, enfrentándolos al mayor equívoco de nuestro tiempo, “la justicia social llevará a la elevación espiritual”, lo que el desastre cubano demuestra como un principio equivocado.

La 5ª. CELAM comienza con muy buenos augurios. Esperemos que la influencia marxista dentro de la jerarquía católica regional se resuma al apoyo que ciertos personajes han demostrado con sus acciones y que la línea pastoral sea finalmente la que triunfe, junto a valores tradicionales y eternos como la moral, la paz, la familia, la espiritualidad y la ética social.
Fonte: cubalibredigital.com
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