lunes, junio 18, 2007

ESTABILIDAD MILAGROSA

Nota del Blogguista
Esa compensación para los bajos salarios es una compensación muy pequeña; además debo aclarar lo siguiente.
1) La sanidad es gratuita pero muy deficiente ya que no hay casi medicinas ( En Cuba antes de 1959 existía casi un autoabastecimiento de medicamentos por la cantidad de laboratorios farmaceúticos existentes en el país ) y se usan muchas que están contraindicadas en muchos países como la kanamicina, metronidazol, etc.. La calidad de los médicos ha disminuido pues muchos están en misiones internacionalistas de salud. En un hospital si no tienes amistades que metan fuerza para que te atiendan o los estimulos materialmente puedes hasta morirte. Las condiciones materiales en casi todos los hospitales son pésimas. En la¨ época dorada ¨de los años 80s, recuerdo que había una cuña para toda la sala de observación del Hospital León Cuervo Rubio de Pinar del Río; con el período especial todo eso se ha agravado. Salí de Cuba por primera y única vez hace apenas 2 años y medio. No me pueden hacer cuentos de aquello. Además, toda la vida uno no está enfermo, salvo muy raras excepciones.

2) La educación no es nada gratuita. El precio es muy alto: el adoctrinamiento que reciben desde que están en los primeros años escolares les intenta conformar una ideología y simpatías políticas hacia la tiranía favorables al régimen. Desde la enseñanza media o secundaria los alumnos tienen que ir obligatoriamente 45 días a laborar en el campo y tiuenen que llevar a la escuela instrumentos y materiales para las diferentes asignaturas. En el Preuniversitario trabajan en el campo media jornada y la otra media jornada es de clases. Al final de los estudios el Estado les paga como trabajadores, lo que el Estado les quiera pagar según las escalas salariales existentes y dictadas por el Estado. A la Universidad van solamente aquellos alumnos que reciben el aval político. Uno de mis hijos no pudo ir a la Universidad porque no firmó el carácter irrevocable del socialismo en Cuba. El almuerzo en las escuelas es pésimo salvo que haya visita de extranjeros o altas personalidades del gobierno que irán acompañados de la prensa extreanjera.
3) El almuerzo obrero no es gratis; además, es escaso, básicamente conformado por alimentos ricos en carbohidratos y mal elaborado; las proteinas raramente están presentes.
4) En Cuba hay muchos atletas de alto rendimiento, pero la población practica poco deporte, salvo el de ¨la lucha ¨por la supervivencia.
5) La vivienda ? JA, JA, JA
********
Tomado de http://www.lavanguardia.es/lahabana/index.html

Diario de La Habana_Blog

Estabilidad milagrosa
Por Fernando García
Corresponsal en cuba

Los admirables operarios y arquitectos que reparan el hermoso y machacado barrio de La Habana Vieja han confeccionado una singular clasificación de los edificios a restaurar, en función del estado en que los encuentran antes de afrontar la obra. La situación más próxima a lo que en España llamamos "ruina inminente" se denomina en dicho esquema "estabilidad milagrosa".

Así me lo han contado, y reconozco que aún debo confirmar que no se trata de una broma y que la simpática e irreverente expresión figura en la burocracia oficial de la Oficina del Historiador de La Habana, a cargo del gran Eusebio Leal. También me juran que no se trata de una metáfora premeditada.

La calificación no vale para describir los supuestos peligros que pudieran cernirse sobre el sistema político en Cuba. Por aquí no se ve de momento ningún movimiento o indicio de amenaza para los cimientos y las vigas maestras del sistema. La denominación de "estabilidad milagrosa" sí viene que ni pintada para dar una idea de brocha gorda sobre lo que por aquí llaman las "condiciones materiales" del personal. O de parte del personal, pues el igualitarismo revolucionario se ha hecho efectivo en cierta medida y en importantes aspectos, pero no ha eliminado las diferencias ni hecho desaparecer a los ricos.

Los bajísimos salarios de los cubanos, de entre 10 y 35 euros al mes, se compensan en parte con la gratuidad de la sanidad, la educación y los servicios sociales; con la libreta de racionamiento y los almuerzos gratis en el comedor del centro de trabajo y la escuela; con las fuertes subvenciones a la cultura, el deporte y el ocio; con el acceso teóricamente garantizado a la vivienda, que a la hora de la verdad está bien difícil para muchos.

Pero todos estos mecanismos no bastan, ni de lejos, para cuadrar las cuentas de las familias cubanas; para explicar el hecho de que, mal que bien, la inmensa mayoría de la gente de la isla va tirando y sobreviviendo… Mejor -dicen los que han tenido ocasión de comparar- que las clases populares de numerosos países de la región.

El milagro sólo se explica si se tienen en cuenta otras tres fuentes de ingresos directos de los cubanos: las remesas de los familiares residentes en EE.UU. o Europa, los dos millones largos de turistas que cada año invaden la isla y el "resolver" diario, que es a lo que hoy vamos. Resolver, Inventar y Escapar son los tres principios básicos consagrados en el manual de supervivencia del cubano medio.

Sé que para quien vive aquí o conoce Cuba medianamente bien todo esto puede resultar un tanto evidente. Pero por algo hay que empezar en este primer Diario de La Habana, donde poco a poco intentaré ir explicando algunos aspectos del atípico funcionamiento de esta sociedad incomparable que, sin embargo, tan familiar nos resulta a veces.

Cuba es una red de redes en el mundo real. No como Internet, que además de virtual es mucho más individualista. Aquí el entramado reticular es de carne y hueso. Familias, tribus, cuadrillas, pandillas y asociaciones coyunturales forman amplios colchones de protección y auxilio; canales alternativos de abastecimiento; sistemas irregulares pero efectivos de asistencia mutua sin los cuales no se entiende que los cubanos sobrelleven las privaciones que padecen a raíz del fin de las ayudas de la URSS y su catastrófica combinación con un endurecimiento del embargo estadounidense.

Los tejemanejes con que a cada rato se solucionan problemas, se reponen piezas y se proveen despensas en los hogares de la isla son al mismo tiempo origen y respuesta de las disfunciones del sistema. Por muy graciosas que se nos hagan las anécdotas a que dan lugar constantemente, más vale no engañarse y reconocer que una parte de estas redes son en realidad pequeñas y grandes mafias; que sirven de caldo de cultivo a la corrupción; que frenan las transformaciones económicas que muchos quisieran y amenazan con resolver de manera abrupta e imprevista los debates y posibles planes sobre una posible transición económica y política o una modificación del modelo castrista.

Si todo lo que en Cuba se hace "por la izquierda", que no es poco, acaba sirviendo para consolidar una poderosa y putrefacta clase social de gente sin escrúpulos como la que tanto manda en Rusia -sólo que a la caribeña-, apañado va este país.

Ahora mismo, las redes ilegales de distribución de alimentos son ya amplísimas en Cuba. Los mejores proveedores de carne, pescado y marisco operan al margen de los canales regulares. En La Habana no es raro, para quien pueda permitírselo, recibir en casa a un pescadero que trasporta su mercancía en una maleta; suena asqueroso, pero no es raro. Como tampoco lo es la visita periódica de un porquero que en cuestión de minutos te despieza un cerdo entero en el patio, terraza o jardín de casa.

Así contado, resulta chocante, surrealista y divertido. Pues bien: no es por aguar la fiesta, pero la verdad es que la gracia oculta una dramática amenaza. Sobre todo porque, sea por el bloqueo, sea por los graves errores en las cadenas de producción y de mando, sea por una combinación de estos y otros factores, en Cuba tal vez hay ya demasiadas cosas que sólo se pueden conseguir así: resolviendo por la izquierda.