LA FABULA ARROGANTE DE LA IZQUIERDA
LA FABULA ARROGANTE DE LA IZQUIERDA
Por Hugo J. Byrne
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Con la excepción de una película que Hollywood produjera en los años cincuenta, “The Incredible Shrinking Man”, “ciencia-ficción” de cuando la industria cinematográfica carecía de las fraudulentas y tontas piruetas infantiles de Spielberg pero era capaz de hacernos pensar, pocas impresiones como el contenido de ese mensaje sugieren la reflexión de nuestra insignificancia. Apreciar la realidad de un universo insondable comparado a las limitaciones de la existencia humana, podría quizás ser una buena inmunización a la arrogancia.
Por supuesto, para vacunarse de pasiones irracionales es imprescindible el ejercicio intelectual. ¿Alguien se imagina a Hitler, Chávez, o Castro, contemplando filosóficamente el universo? Hitler consultaba un astrólogo. Quizás en su rudimentaria educación confundiera astronomía con astrología.
Por su parte Fifo, quien recibiera una educación superior aunque jesuíta y con el enorme complejo de inferioridad de un bastardo alimentando su no menos formidable ego, estaba condenado a la arrogancia. Todas sus biografías, incluyendo las laudatorias, por lo menos sugieren esa condición. Es una ironía del destino que en el ocaso de su vida, este gran histrión de la tragedia heroica se vea obligado a esconderse, delegando la presunta elocuencia con que siempre disfrazara su absolutismo estalinista en un alcohólico, opaco y tentativo hermano. “La China” es incapaz de una idea propia. Sólo puede apenas leer ante el micrófono un discurso escrito por algún secretario.
Estos caudillos de las utopías ruinosas y esclavizantes pueden explicarse racionalmente porque disfrutan grandes privilegios en el sistema de vida impuesto a las sociedades que logran temporalmente conquistar. Hasta cierto punto esos privilegios pueden también explicar a sus eunucos cortesanos. Pero, ¿cuál sería la excusa en el concurso de aquellos entre la mísera masa de ignorantes seguidores que serán irremisiblemente condenados a rebaño abusado y explotado?
Una dama presunta crítica de mi columna recientemente me advirtió que el número de los analfabetos “snobs” de la izquierda hispanoamericana va en aumento. Quizás se refiriera a la elecciones minoritarias del cocalero Evo Morales a la presidencia de Bolivia (quien recientemente se viera forzado a una ignominiosa retirada ante el diluvio de piedras que le lanzaban algunos de sus compatriotas indígenas descontentos con su mandato), o a la del pedófilo Daniel Ortega en Nicaragua, quien apenas pudo ganar con la asistencia del rechoncho bandido Arnoldo Alemán. Esos avances de la utopía soberbia, lejos de contradecir mis argumentos, los prueba: dice el viejo refrán español que el mal de muchos es el consuelo de los tontos y América hispana, para llegar a constituir una sociedad viable tiene que cesar de producir en serie a estos últimos.
Muchos déspotas son originalm
Cuando el socialismo compulsivo depende de la aprobación de la gente para llegar al poder, su popularidad se esfuma. Tomemos como ejemplo la ignominiosa historia del Partido Comunista Francés que al final de la Segunda Guerra Mundial comandaba casi el treinta porciento del voto popular. Controlando el movimiento laboral y casi todos los sindicatos, el real milagro es que los comunistas galos no hubieran alcanzado el poder en ese momento histórico. Durante la Cuarta República era la mayor fuerza política de Francia y su representación en La Asamblea Nacional (obediente servil de las órdenes de Moscú) era el bloque parlamenta
El estado “welfare” creado por Miterrand, la semana de 35 horas establecida por Chirac y el intento de asimilación masiva de inmigrantes de antiguas colonias por los pasados gobiernos ha creado gran malestar social, disminución de productividad y merma en calidad vital. En el 2006 motines de origen izquierdista y musulmán asolaron Paris y otras ciudades importantes. Cientos de edificios y miles de autos fueron pasto de las llamas, perdiéndose cientos de millones.
Hace dos meses un candidato conservador avanzando un programa de estímulo a la iniciativa privada, aumento de productividad y restauración del orden público, fue electo presidente con el 53% del voto en la primera vuelta. Nicolas Sarcozy, hijo de un refugiado húngaro participante de la rebelión de 1956 conra la tiranía comunista, había prometido también mejorar relaciones con Estados Unidos. El partido del Presidente Sarkozy también parece destinado a ganar más de 450 escaños en las elecci
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( Presidente Sarkozy )
Mientras tanto, ¿cuál fue la suerte de los antaño poderosos comunistas franceses? En las elecciones presidenciales obtuvieron menos del 2% del voto popular. El Partido tenía 86 escaños a fines de los años 70. Al presente tiene 21. Entre hoy y la segunda ronda de votación del domingo próximo, con mucha suerte conservará 10. ¿Futuro socialista para Francia? ¡Ja!
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