miércoles, julio 11, 2007

¿ POR QUE HA DURADO TANTO EL CASTRISMO?

Nota del Blogguista
El mencionado artículo de Vicente Echerri puede bajarlo en formato PDF, luego le hace falta el Adobe reader en su computadora u ordenador, en:
http://www.cubaencuentro.com/es/revista-encuentro/ediciones-en-pdf
/12-13-primavera-verano-de-1999/de-la-plantacion-a-la-nacion-un-viaje-de-ida-y-vuelta
***************
¿ POR QUE HA DURADO TANTO EL CASTRISMO?

Por Jorge A. Sanguinetty
Diario de las Américas
Florida
E.U.
Infosearch:
Francisco Díaz
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 11, 2007

A prima facie cuesta trabajo comprender cómo un gobierno que ha degradado a su pueblo al estado de miseria, dependencia, opresión y humillación sistemática como lo ha hecho el castrismo con los cubanos pueda durar tanto tiempo. Continuamente nos planteamos el problema y nos cuestionamos por qué los cubanos no se rebelan contra los abusos del estado totalitario. Por qué no “hacen algo” para liberarse de semejante yugo. También nos cuestionamos a menudo por qué nos preocupamos sobre cómo organizar el futuro de una Cuba post castrista en lugar de concentrarnos primero en tratar de eliminar el régimen que le impide al país alcanzar un futuro mejor. Aunque éste no es el lugar para proponer una explicación concienzuda del problema y de cómo resolverlo, haré una lista de lo que creo que son algunos de los factores que explican la durabilidad del castrismo y los elementos que habría que poner a contribución para cambiar el régimen.

Primero que nada hay que tener en cuenta que el ser humano, actuando individual o colectivamente, acomete cambios mayores cuando evalúa las ventajas y las desventajas que acarrean los mismos, sus costos y sus beneficios, aunque sea de manera intuitiva. Actualmente, la mayoría de los cubanos parece no tener una visión de futuro que le hiciera desear intensamente un cambio de régimen, lo suficiente como para arriesgarse a hacerlo. Por eso tratar de proyectar una visión realista de futuro, en lugar de ser un ejercicio de baja prioridad, pudiera contribuir al cambio pues le daría a los cubanos una expectativa optimista y factible de una vida mejor. También ayudaría a romper el monopolio del discurso del futuro que estableció Fidel Castro desde el primer día de su gobierno, discurso que aún estando muy desgastado, todavía parece influenciar algunas mentes cubanas. Creo que una condición necesaria para un cambio de régimen en Cuba es que exista una masa crítica de cubanos persiguiendo una visión de su futuro. Por estas razones es que yo creo que trabajar sobre el futuro de Cuba es parte de lo que se requiere para cambiar el régimen. Al fin y al cabo, la historia de Cuba está plagada de rebeliones que se hicieron antes de que los rebelados supieran hacia dónde iban.

Pero ver un futuro y desearlo no es suficiente para alcanzarlo. Un cambio de régimen desde adentro en Cuba seguramente dependerá de alguna forma de acción colectiva debidamente organizada. Es muy difícil que los cubanos puedan desestabilizar la dictadura mediante una rebelión por generación espontánea. Se puede afirmar que había más libertades e instituciones en Francia el 14 de julio de 1789 de las que hay en Cuba hoy, por lo menos para lanzarse a las calles y replicar la toma de La Bastilla. En su proyecto de demolición paulatina de la nación cubana, Fidel Castro siguió una estrategia que partió de las debilidades orgánicas e institucionales que mostraron los cubanos al no reaccionar contra el golpe de estado del 10 de marzo de 1952. Y desde 1959, el dictador siguiente se concentró en debilitar aún más aquellos elementos de la sociedad cubana que hubieran podido organizar una resistencia a su gobierno. Hoy lo que queda de Cuba son los despojos de una nación, incapaz de defenderse a si misma, en manos de una banda organizada de depredadores que operan a la usanza de los antiguos piratas, incapaces de producir pero dispuestos a saquear la riqueza producida por otros.

Para liquidar al régimen actual es necesario que una masa crítica de cubanos tenga una conciencia clara de que lo que le ha sucedido a Cuba es mucho peor que un mal gobierno, como lo planteó Vicente Echerri hace años en un importante artículo que merece ser estudiado por todos los cubanos. Cuba está sufriendo de un mal político social similar al SIDA, en el que el sistema inmunológico del organismo pierde su capacidad de defenderse contra amenazas a su integridad. Después de ganar en conciencia (que es posiblemente el primer paso hacia la restauración de la nación cubana como tal), hay que ganar en organización y en confianza. La profunda alevosía de Castro ha quedado demostrada en la manera sutil y eficaz en que logró dividir a los cubanos hasta el punto de destruir aquella forma de capital social basada en la confianza interpersonal. Mediante la división de las familias, la importación de orientales hacia la parte occidental de la isla y la proliferación de delatores, el cubano desconfía del cubano y sólo unos pocos héroes se atreven a organizarse para desafiar al régimen con las consecuencias sabidas.

Un cuarto ingrediente en la fórmula para propiciar el cambio sería el apoyo decidido, coordinado y, sobre todo, subordinado, del exilio, en escala masiva, no fragmentada, a los movimientos de oposición en la isla, para poder estimular la lucha interna, engrosar las filas de los independientes, oposicionistas o disidentes (no nos dividamos por cuestiones semánticas) y de ese modo recabar la solidaridad de terceros países, además de la de Estados Unidos. El exilio puede tomar la iniciativa si, haciendo un acto de desprendimiento de protagonismo y reuniendo sus mejores cabezas pensantes, formula y ejecuta un plan de acción realista para dar al traste con la dictadura y evitar su prolongación indefinida. ¿Será capaz el exilio cubano de emprender y llevar a cabo semejante proyecto? Aunque no sea fácil, yo sinceramente creo que vale la pena intentarlo.

***************
* Jorge A. Sanguinetty, Economista, especialista en asuntos cubanos y presidente de la firma consultora DevTech Systems.