FIDEL CASTRO: EL CASTIGO DE LA UNANIMIDAD
Fidel Castro: el castigo de la unanimidad
jueves 20 de septiembre de 2007 13:33:01
Por Jorge Ferrer
La publicación del «Los superrevolucionarios» deja a la historia uno de los errores más flagrantes de la biografía política de Fidel Castro. Tratándose de animal político de astucia mayúscula -mal que nos pese-, el error puede inducir a dar por válidas las versiones que lo quieren muerto e imaginan a otros autores redactando las «reflexiones» de un cadáver.
No soy de los adeptos a esa conjetura, la del Castro en coma o embalsamado y el team de redactores urdiendo reflexión tras reflexión. Imagino, más bien, que la sobrevida le ha dado la oportunidad de asistir a su propio entierro. Y de la misma manera que dirigió antes la operación quirúrgica, quiere ahora disponer las coronas fúnebres, el orden del cortejo que avance tras el catafalco y hasta cada coma en los discursos de duelo.
Fidel Castro sabe que con él muere la «Revolución cubana». Lo sabe desde hace mucho tiempo, de ahí que se haya entretenido en denunciarlo aún antes de pasar por el quirófano.
Aquellas quejas sobre la revolución que se destruiría a sí misma buscaban garantizarle lo que al que sabe que le van a poner los cuernos el anuncio de la infidelidad: mitigar el dolor mediante el recurso al «yo lo sabía». Castro ha estado escribiendo esa última línea de su entrada en enciclopedias: «La revolución no lo sobrevivió, pero él ya lo sabía.»
Pero la sobrevida se le va haciendo tan larga, que pronto –si no lo ha hecho ya- comenzará a pedir una pistola o suicidio asistido.
Tan larga que le ha tocado encontrarse con algo que todos, también él, ya sabíamos. A saber, el estorbo que les significa la figura del dictador a los valedores de la «Revolución cubana» entre los intelectuales occidentales.
Hace años que han ido manifestando en voz baja el odio que les inspira un déspota que les dificulta defender a esa Cuba idílica de la democracia participativa, la intelectualidad creativa y el socialismo próspero. Sabían que todo ese discurso topaba siempre con la grotesca evidencia del Comandante en Jefe despiadado y brutal.
Hace años que quieren una Cuba sin Fidel. Y ahora están encantados con la Cuba de Raúl.
James Petras fue el primero en romper la veda. Se atrevió a escribir lo que piensan muchos, pero se callaban. Hay que reconocerle la valentía intelectual de haber puesto por escrito un programa para Cuba sin Fidel Castro. Y también el haberle respondido rebajándolo al mero papel de polemista histérico.
Con Petras hay legión de valedores de la revolución que se resisten a perderla como coartada. Castro les estorba y comienzan a patear al del Adidas, a empujarlo a la tumba.
Raúl, piensan, trae una Cuba que quieren. Una Cuba despojada de los elementos que les producen más vergüenza: el tirano omnímodo, la pena de muerte, la imposibilidad del debate intelectual. Quieren laboratorio socialista, no monarquía con rey uniformado.
En La República, publicación rabiosamente procastrista, José María Martín Medem fue así de contundente:
«Lo que no se puede admitir es que Fidel Castro conteste con dinamita sin argumentos a las críticas de James Petras y Robin Eastman-Abaya o de cualquiera que considere conveniente contribuir al debate sobre el futuro de Cuba.
No pueden opinar los cubanos porque están bloqueados los mecanismos de participación social que su Constitución establece. No pueden opinar los comunistas cubanos porque el Comandante no convoca el Congreso del PCC. Y tampoco podemos opinar los amigos si no es para coincidir con Fidel Castro.
Me parece que no es así como se defiende a Cuba y al socialismo.»
Castro se equivocó respondiendo a Petras, porque ahora lo espera una sobrevida en la que ni siquiera sus antiguos valedores se privarán de pasear el desprecio que les inspira.
Ahora ya sabe y leerá a diario hasta que le retiren la laptop que lo queremos fuera amigos y enemigos.
Maestro en fabricar unanimidades a golpe de represión, ahora la historia le regala unanimidad con la que no soñó jamás.
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Nota del Blogguista:
IU (Izquierda Unida) es una coalición caracterizada por ideas comunistas, luego Martín Medem no es un mercenario pagado por el la CIA .
Publicado por santiagoarmesilla on 12/05/07
Video de la entrevista que Periodista Digital hizo al periodista español José Manuel Martín Medem, autor del libro “La Agonía de Televisión Española”.
* Nacido en Madrid en 1952.
* Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
* A sus espaldas atesora 30 años de experiencia en RNE y TVE.
* Ha sido corresponsal para estos medios en México, Colombia y Cuba.
* Además ha sido miembro del Consejo de Administración de RTVE por Izquierda Unida.
En esta entrevista explica cómo el desmontaje de la televisión pública española, a manos del Partido Socialista Obrero Español, de ideología socialdemócrata, va a costar a los españoles más de 4.000 millones de euros. A su vez critica la nula política de Estado del Ejecutivo español, dejando de lado a Iberoamérica para beneficiar al grupo mediático PRISA, dueño de la emisora de radio Cadena Ser, el periódico El País, la cadena de televisión Cuatro y las editoriales Alfaguara y Santillana, entre otros negocios en todo el mundo hispánico. El desmontaje de la televisión pública española obedece, según Medem, a intereses privados de esta inmensa multinacional española dirigida por Jesús de Polanco.
La entrevista entera en audio puede escucharse aquí:
http://tv.intereconomia.tv/20070503tve.mp3
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