BARACUTEY CUBANO

Tomado de Cuba Liberal.org

EL RECIENTE VIAJE DEL PRESIDENTE URUGUAYO, TABARÉ VÁZQUEZ, A CUBA HA GENERADO UNA TOTAL REPULSA TANTO A LA DECISIÓN DE VISITAR AL RÉGIMEN, COMO A LA EXPONER EL CASTRISMO EN SU MALDAD. REPRODUCIMOS ALGUNOS TEXTOS APARECIDOS EN "EL PAÍS," DE MONTEVIDEO.

Por Alejandro Noriega

Las Damas de Blanco encolerizan al régimen

Si las Madres de Plaza de Mayo jugaron un papel en la caída de la dictadura argentina, las Damas de Blanco de Cuba se han transformado también en una urticante denuncia sobre la realidad en la isla. Domingo a domingo manifiestan por sus maridos presos.

Apolíticas, persistentes, estas mujeres marchan cada domingo desde la Iglesia de Santa Rita hasta la Plaza de la Revolución en silencio. No levantan otra bandera que la de la libertad; no se asocian con partidos políticos y se resignan a eventuales pujos represivos. Se las arreglan para llevar, cuando pueden, algunos víveres a sus maridos desperdigados en las diferentes cárceles de la isla.

La "primavera negra" se llevó a 75 disidentes, periodistas independientes, intelectuales, economistas, médicos. Algunos fueron saliendo, en general por razones de salud, y están bajo es precario estatuto de la "licencia extrapenal". Uno murió. Algunos tienen condenas de 20 años por delitos consagrados en las leyes cubanas pero que no existen en la mayoría de las democracias del mundo.

La libertad de los presos de conciencia está en la plataforma de todos los agrupamientos de la oposición al actual gobierno, pero las Damas se mantienen ajenas a estos frágiles movimientos que la seguridad sabe mantener a raya, hostigar o dividir, según el momento.

Dinero de EE.UU.
Miriam Leiva es una de las fundadoras de las Damas, aunque su marido, el economista Óscar Espinosa Chepe, está de "licencia"; no sabe por cuánto tiempo, porque sigue escribiendo en distintos medios del exterior y en Internet. Las Damas, además, se reúnen todos los 18 de cada mes a tomar el té; son medio centenar y en algunas ocasionales reciben más adhesiones.

( Miriam Leiva, delante y primera de izquierda a derecha; a su lado la abuela de Horacio J. Piña Borrego y al lado de esta la ya fallecida Ada Borrego, madre de Piña Borrego, condenado a 20 años; pese a su cáncer Ada nunca dejó de asistir a las marchas de las Damas de Blanco en La Habana, pese a vivir en el distante poblado de Isabel Rubio en la provincia de Pinar del Río; primera de la derecha: Laura Pollán; nota del blogguista )

Miriam tiene 61 años y no hesita en decir a El País que están "acosadas y perseguidas", lo que se agrava para las mujeres que están casi solas en otras ciudades y pueblos de Cuba."A veces hacen mítines en su contra frente a sus casas, les quitan el carné de identidad, las bajan de los ómnibus, impedirle la salida de su hogar", relata Miriam. Hoy están bajo la reciente acusación de haber recibido US$ 2.400 para 18 mujeres de una organización miamense de abogados, Rescate Jurídico, vinculada al presunto terrorista cubano preso en EE.UU., Luis Posadas Carriles.

Miriam admite que fue "un error" recibir ese donativo sin saber a ciencia cierta su procedencia, pero señala que hace falta dinero para mandar algunos alimentos a las cárceles. "Las familias de los presos están pasando una situación económica terrible", explica. "Es risible que digan que somos mercenarias por una ayuda de ese monto, de US$ 100 o US$ 150 a cada una", agrega.

Miriam era una alta funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores y fue expulsada en 1992 por estar casada "con un sujeto contrarrevolucionario", el economista Espinosa."Como no abandoné a ese señor me expulsaron por pérdida de la confiabilidad política", relata.

Hacia 1996 comenzó a militar por los derechos humanos y a escribir como periodista independiente. Trabajó hasta febrero de 2003 como profesora de inglés, pero ya no consigue alumnos. Su posibilidad de jubilarse es nula.

Independientes.
Este agrupamiento se mantiene absolutamente independiente políticamente. "Somos el único movimiento en Cuba que no tiene carácter político, que persigue los derechos fundamentales de la familia, salimos pacíficamente a la calle y el pueblo nos respeta", asegura. "El gobierno hace cinco años que quiere eliminarnos", agrega.

La asunción de Raúl Castro no ha mejorado la situación de los presos, señala Miriam. "Yo tenía expectativas de cambio, pero todo está paralizado. Nada ha cambiado, en vez de liberar a los presos y mejorar la situación de los derechos humanos" dijo. Para Miriam, la nueva cúpula dirigente cubana, que desde la renuncia de Fidel encabeza su hermano Raúl Castro, no se pone de acuerdo, pero no quiere abandonar prerrogativas y poder ni acierta cómo mejorar la deteriorada imagen internacional de la isla.

Bajo vigilancia.
Por su parte, Laura Pollán tiene a su marido de 65 años -Héctor Maseda- condenado a 20 de prisión. "Cadena perpetua", resume. Maseda, liberal y masón, tiene la salud relativamente bien, salvo por su hipertensión. Laura lo ve cada dos meses en la cárcel de Aguica, en Colón-Matanzas, a cinco horas de La Habana.

Esta mujer, de 60 años, con una hija y una nieta, no tiene trabajo como la mayoría de los disientes. Fue profesora de idioma español y literatura. Ahora es una activista full time de los derechos humanos. Admite que su sustento proviene de la ayuda solidaria de organizaciones no gubernamentales y de amistades del exilio. "Aceptamos ayuda desde la derecha a la izquierda. El dinero se usa en comprar alimentos para llevar a las cárceles -lo que nos permiten- y mantenemos nuestras casas. Muchas mujeres tienen niños o ancianos a su cargo", explica Laura a El País.

Su esposo es ingeniero electrónico con posgrado en física nuclear y fue detenido por su actividad periodística y por ser vicepresidente del Partido Liberal de Cuba, no reconocido legalmente y que hoy preside. Este agrupamiento no es el mismo que el de Marta Roque.

"Para donde quiera que nos movemos nos vigilan personas de la seguridad del Estado", señala Laura. "Como soy pobre, el gobierno me ha puesto guardaespaldas", ironiza. Peor con Raúl. Laura cree que Raúl Castro es "más pragmático" que su hermano Fidel. "Es posible que haya algunos movimientos en la economía, para los pequeños agricultores, pero en lo político, que es el plano que nos afecta a nosotros, no hay ningún cambio, al contrario. Puedo decirle sin temor a equivocarme que para las Damas de Blanco desde que Raúl Castro asumió el poder es mucho mayor la represión", afirma.

La situación, para Laura, tampoco cambiará si Fidel muere: "Esto es una dinastía que mantiene sus patrones más allá de pequeños movimientos", asegura.

Aquel negro 18 de marzo de 2003 en Cuba
La madrugada del 18 de marzo de 2003, el gobierno cubano lanzó una nueva ola represiva. Los misiles estadounidenses caían por entonces sobre Irak. La Seguridad del Estado actuó en todo el país allanando hogares de disidentes, detuvo personas (78 en el comienzo), confiscó computadores, faxes, máquinas de escribir, de fotos.

Los detenidos fueron periodistas independientes, médicos, sindicalistas, activistas de derechos humanos. Los juicios fueron sumarísimos, en cinco días 75 quedaron procesados bajo la ley 88, conocida como "ley mordaza". Las penas fueron de 6 a 30 años.

Al reclamar una reforma constitucional en pro de las libertades públicas, el Proyecto Varela molestaba al régimen. Sus organizadores dicen que juntaron 25.000 firmas. Reporteros sin Fronteras denuncia que Cuba "sigue siendo la segunda mayor cárcel del mundo para los periodistas, detrás de China". De los presos, 23 eran periodistas. El Pacto Internacional de Derechos Civiles firmado por el gobierno de Raúl Castro señala en su artículo 19: "Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección".

¡Libertad!
Laura Pollán hizo un llamado a los pueblos latinoamericanos para ayudar a Cuba. "Estamos viviendo momentos muy críticos y necesitamos del apoyo de todos los pueblos latinoamericanos. Todos somos hermanos; tenemos una ideosincrasia parecida. Es el momento en que todos deben apoyar a Cuba para que se logre una transición", implora. Y agrega: "Los que tienen la democracia y la libertad deben portarse muy fuerte para no permitir que quienes desean que esa democracia desaparezca lo hagan. ¡Luchen por la libertad".

Diferencia
Miriam Leiva es apolítica como Dama de Blanco pero eso no supone que no tenga sus propias ideas. Cuando se la interroga por la debilidad de la oposición al régimen admite que hay discrepancias. "Yo no me puedo unir con Marta Beatriz Roque (del Partido Liberal) que ha dicho que está de acuerdo con una invasión o que apoya el embargo", señala.

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Vázquez en Cuba

Por Alfonso Lessa

Incógnita. Habrá que ver si la vía que transitará Raúl Castro implica algún cambio político en la isla.

La visita de Tabaré Vázquez a Cuba dejó en claro la identidad emocional de la izquierda con aquel país, pero al mismo tiempo resumió las dificultades y contradicciones que su régimen genera para la izquierda uruguaya.

Cuba ha representado durante casi cinco décadas para buena parte de la izquierda, un ejemplo: el romanticismo revolucionario, el idealismo, el antiimperialismo y, para algunos -cada vez menos- un modelo de equidad. Quienes han visitado la isla, saben, sin embargo, que la realidad es mucho más dura.

El régimen político, obviamente, es el que ha contado con menos apoyo, aún entre los partidos de izquierda y el que ha generado mayores problemas al momento de defender a Fidel Castro. El partido único, la falta de libertades, la absoluta ausencia de espacio para la disidencia y la persecución de los opositores, no son precisamente un modelo para un país como el Uruguay, acostumbrado al pluralismo político.

Cuando Uruguay recuperó la democracia, en 1985, el entonces presidente Sanguinetti restableció rápidamente las relaciones diplomáticas con La Habana. Y en su segundo gobierno, invitó a Fidel Castro a viajar a Uruguay. Sanguinetti sostenía que era necesario ayudar a la apertura de los gobiernos de diferente signo tratando de integrarlos y no de aislarlos.

Más tarde, Jorge Batlle ingresó en una fuerte polémica con Fidel Castro, que terminó en una nueva ruptura de relaciones con Cuba.

Vázquez volvió a restablecer esas relaciones, pero aun en el acercamiento, ha actuado con cautela respecto a La Habana. Y es que la llegada simultánea de la izquierda a varios gobiernos de América Latina, ha mostrado claramente al menos dos modelos: uno, el de Chávez -cargado de populismo- que ha tratado de construir un eje con Fidel Castro, Evo Morales y Ecuador. Pero no fue ese el camino seguido por Vázquez, que ha estado mucho más cerca de Lula y de Bachelet.

Vázquez ha recibido críticas por no dialogar con la oposición cubana. Desde el oficialismo se respondió que eso hubiera sido un acto de descortesía con los anfitriones, que era una visita oficial y la invitación de La Habana hasta pudo haber peligrado.

Es cierto que Vázquez quedó en una situación política complicada, pero también es verdad que la reunión de jefes de Estado y gobierno con la oposición no es algo fuera de lo común. Y si hay un país que lo sabe, es precisamente Uruguay: ¿quién no recuerda, por ejemplo, la visita del rey Juan Carlos -en plena dictadura- donde se reunió con la oposición?

Vázquez esperó más de tres años para viajar a Cuba y su visita se produjo en un momento de transición, en una etapa pos Fidel que muestra algunas señales de cambio. Habrá que ver si la vía que se apresta a transitar Raúl Castro implica también una apertura política -para lo cual la parte más radical del exilio en Miami no ayuda mucho- o si se inspirará en el modelo chino, que abrió la economía manteniendo una rígida dictadura. A mediano y largo plazo, esto parece mucho más difícil para Cuba. Si ocurre, en todo caso, también planteará un desafío para los tantos que sostienen un doble discurso respecto a China, el que ignora o relativiza al régimen, a cambio de un jugoso mercado.

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Críticas a Vázquez por el viaje a Cuba

Por Freddy Fernández

El senador nacionalista Eber da Rosa criticó a Tabaré Vázquez porque se negó a reunirse con dirigentes de la oposición cubana, y agregó que el viaje a la isla "no aporta nada". El dirigente de Alianza Nacional considera que se trata de "un viaje simbólico", pues no cree que se puedan hacer "grandes negocios, ya que la situación económica de la isla no permite alentar expectativas".

Da Rosa considera que "no hablar con la oposición fue un error" y "también una contradicción" con el discurso de Vázquez, "que vive hablando de tolerancia y respeto por todas las corrientes de opinión".

El legislador sostuvo que "los pobres cubanos luchan por sobrevivir en una economía en ruinas", anotando que ese país "necesita urgentemente salir de esta política que lo llevó a la más absoluta miseria".

Junio 23, 2008