sábado, julio 12, 2008

ANALISIS DEL CHISTE DE RAÚL CASTRO EN SU DISCURSO DE LA ASAMBLEA NACIONAL DEL PODER POPULAR

Leve análisis de un chiste nada chistoso

Por Pedro P. Arencibia Cardoso

Nunca me ha gustado el humor negro.

Según me han contado, Raúl Modesto Castro Ruz es una agradable compañia cuando se está compartiendo con él fuera de las cámaras y tribunas; lo único necesario para disfrutar sus bromas y chistes es que sus contertulios olviden los hechos sangrientos que ha llevado a cabo durante toda su vida. Este individuo, al que cariñosamente de niño le decían ¨el cabo Pulguita ¨ en el ámbito familiar y que era amoroso y querido por todos en Birán, según a testimoniado Ñiquita y su hermana Juanita Castro pierde su gracia ante cámaras y micrófonos ; él lo sabe y por eso se mantiene alejados de ellos.

Raúl ante las cámaras también pierde, o ni siquiera llega a encontrar, el histrionismo de su hermano y maestro en crueldades, el hoy casi muerto Fidel Castro Ruz. A Raúl se le desborda todavía la adversión hacia La Habana y hacia los habaneros; no la sabe disimular, pese a que sus descendiente son nacidos en La Habana ¿ Será por eso que han dejado destruir a La Habana ?. Su regionalismo lo manifestó una vez más en su más reciente discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular..

El menor de los varones de Lina Ruz, ahí sí no hay dudas porque se parece muchísimo, sabe que a la mayoría de los individuos a los que se les pagan salarios bien remunerados y posibilidades de salir adelante en la vida, aceptan cualquier tipo de trabajo honesto, Correr sin necesidad los riesgos que conlleva meterse en actividades ilegales no es algo que le guste a la mayoría de las personas en Cuba y en cualquier otro lugar del mundo salvo para aquellos aventureros o desesperados por hacerse de gran dinero de la noche a la mañana. Por esas razones, los orientales se meten a policías y a constructores en La Habana (¿ serían tan entusiastas si fueran a ser policías o constructores en sus provincias orientales o en Camaguey u otra provincia, que no sean las provincias habaneras, aunque se les pagara lo mismo? ). Por esas razones también muchas personas en La Habana dejan de trabajar con el Patrón Estado y se dedican a vivir del negocio ilícito y a tratar de irse del país cuando ven que ya la cabeza les ha llegado al techo en aquella sociedad diseñada y construida para pigmeos de carácter y para holgazanes que se contenten con salarios de miseria y a mantener la boca callada ante la opresióndel régimen.

Ahora bién, ¿ Por qué no se llevan personas de otras provincias para La Habana para ser polícias o constructores en la misma proporción que los procedentes de las provincias orientales ?. En el propio mes de enero de 1959 Raúl Castro expresó su fuerte regionalismo con estas palabras que se encuentran en el libro En Marcha con Fidel, 1959, del Capitán Antonio Nuñez Jiménez y que iba mucho más allá que a los supuestos camajanes de La Habana:

¨...
Como dijo Fidel: Cuba es una e indivisible, pero siendo Oriente la provincia más sacrificada y que más sufrió las consecuencias de la guerra, también debe ser la primera en la eficiencia en el cumplimiento del deber. Si Oriente fue la cuna de la libertad, esperemos que se convierta en el baluarte más firme de la Revolución, con su cadena de ciudades heroicas, encabezadas por Santiago, tan revolucionaria como sufrida.....

.......
Cualquier día los orientales nos vamos a poner bravos y vamos a acabar con los camajanes de La Habana. Aquí se puede hacer una manifestación enorme citando solamente a las madres de nuestros caidos. En toda Cuba, sin embargo ya se olfatea la podredumbre politiquera que pretende aflorar en La Habana.... ¨

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Fragmento del discurso de Raúl Castro, Tirano en funciones, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular. Palacio de las Convenciones, La Habana, 11 de julio de 2008.

( Chiste nada gracioso )

Cabe un chiste, si me lo permiten. Esto último que dije en la realidad debiera ser así, pero no va a poder ser así; porque, por ejemplo, ningún habanero quiere ser policía, y hay que traer, no miles, decenas de miles de policías, sobre todo de las provincias orientales, con los problemas que eso trae, y que cuando ya tienen experiencia quieren retornar, una gran parte, como es natural, al lado de su familia, por la falta de vivienda, etcétera, etcétera.

Parece que los habaneros ninguno quiere ser policía. No va a poder ser así como expresábamos en el documento —y sigo haciendo el chiste; mis chistes llevan de vez en cuando algún un mensaje—, porque, ¿quién va a construir en La Habana si no vienen de casi todo el país y muy especialmente de oriente constructores?, porque en La Habana casi nadie quiere ser constructor; parece que hay muchas posibilidades, aunque todos los trabajos son honrosos. Hasta maestros hay que traer de las provincias del interior, y sobre todo de oriente, para la capital. Y la capital creo que es la que más habitantes tiene.

En el futuro —nos rompemos la cabeza—, cómo resolvemos el problema de los policías, cómo resolvemos el problema, más complicado aún, de la falta de constructores, con tantas cosas que hay que construir, con las empresas de materiales de construcción que estamos haciendo un esfuerzo por desarrollar, con inversiones en nuevas fábricas de cemento que se están proyectando y el incremento o ampliación de las existentes, como uno de los componentes principales para la construcción, etcétera, etcétera.

Yo pienso —y sigo en el chiste, advertiré cuando concluya—, y le decía al ministro del Interior, Colomé, en días pasados cuando analizábamos estos problemas: "Va a llegar el momento en que tendremos que plantearles a todas las provincias, incluso, a la microprovincia de mi amigo Kcho —digo microprovincia porque es un municipio especial que siempre ha aspirado a ser provincia, y no puede ser porque va a salir más caro—, que cada una de las provincias debe tener sus constructores, debe tener sus propios maestros, y debe tener sus propios policías, por solo mencionar tres actividades importantes".

¿Qué opinan ustedes? Creo que hay que buscarlos, tenemos que ponernos a pensar. Si no vienen los orientales a cuidar los habaneros, empiezan a incrementarse los robos... Es solo para que piensen.

Se acabó el chiste, sigo en el discurso.