MI ESPOSA MELBA Y LAS DAMAS DE BLANCO
Alfredo Domínguez Batista
11 de julio de 2008
Prisión Provincial de Holguín, Cuba – http://www.payolibre.com/ – En un espacio de mi tiempo escribo mis temores que salen como pidiendo en piedad al Señor, que sirva de mí para el gusto del bien humano. En estos temores –y por qué ocultarlos- parece que tú escapas, pero luego te vuelvo a ver sonriente.
Aquí va una de mis descargas, despierto y poematizada. Y no lo hago porque tenga belleza, desde luego. Soy humilde, sólo ruego para que algo mío les llegue y me sientan vivo como yo los siento en mí.
Dedico este comentario a las Damas de Blanco. Hoy forman parte de la punta opositora, dando fuertes golpes en su diario actuar, con sus reclamos llenos de paz. Los hombres presos en dolor, las mujeres presas sin amar libres. Todos con corazón para sentir el deseo de la felicidad. El saludo del amigo, la noche privada. El descanso físico, porque somos un grupo más de seres humanos, diferentes al buscar lo que nos falta, que nos corresponde. Eso que todos llamamos bienestar y estado de derechos. Pero sobre todo amor a la familia. Aquí va un ruego de mi amor bien sentido.
Si te vas a ir de mi lado,
La ira de los hombres
No me voy de tu lado,
Para las Damas de Blanco y a su esposa Melba.
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