EL PELOTERO EN JEFE
El pelotero en jefe
Por Juan González Febles
LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Fidel Castro nunca fue un buen deportista. No compitió jamás bajo el postulado: que gane el mejor. Cuentan los que le conocieron que nunca fue capaz de perder con elegancia o ganar sin altanería. Soberbio y vanidoso, sobran los testimonios de personas que sufrieron en carne propia sus explosiones de cólera y sus arbitrariedades.
En una de las reflexiones que se le atribuyen, Fidel Castro ha perdonado a los peloteros olímpicos cubanos que perdieron en Holanda. El deporte politizado de Cuba, que persigue boxeadores y que considera traidores a los que buscan una vida mejor, acepta sólo a los ganadores. En otro orden de cosas, el pecado capital para un deportista cubano es perder con los Estados Unidos.
La enemistad más rentable ha sido con los Estados Unidos. No imagino qué hubiera hecho o que haría el gobierno cubano sin los Estados Unidos. Los peloteros perdonados por Castro fueron abanderados por Raúl Castro. Habrá que ver cuántos regresan y si al fin deciden decir al pueblo quién se quedó y quién regresó a la Isla.
( Foto de archivo. Fidel y el equipo Cuba de baseball )
En las reflexiones se pide que no se permita a los ‘traidores’ regresar a la Isla, para que no hagan ostentación de la fortuna que obtuvieron con su traición. Se reafirma el derecho de impedir el regreso y la salida de los cubanos a una Isla que se empeñan en mantener secuestrada.
Fidel Castro proclama el carácter amateur del deporte. Para mí, es amateur un estudiante universitario que juega pelota en sus ratos libres, pero que debe dedicarse a estudiar y aprobar sus materias.
Quien vive por, para y de la pelota es profesional. Es así en este y en el otro velorio. En Cuba, los únicos amateurs conocidos son los que juegan pelota el domingo, un rato por la mañana. El resto, que viste camiseta de Industriales o Santiago de Cuba, es profesional. Muy mal pagados, pero a fin de cuentas, profesionales. Basta de muela con eso del amateurismo.
Esperemos para ver cómo queda parado el deporte. Veamos quiénes regresan y cómo lo hacen. No olvidar que el pelotero en jefe les observa, terrible en la cólera y modesto en la recompensa.
1 Comments:
muy bueno su articulo, que descarados son, hasta cuando?
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