viernes, julio 11, 2008

HOY OYEN LA CRITICA Y MIRAN A LA CALLE

HOY OYEN LA CRITICA Y MIRAN A LA CALLE

Por Guillermo Fariñas


Villa Clara, julio 10 de 2008, (SDP) Uno de los cambios más espectaculares dentro de la nación cubana, es sin lugar a dudas, la notable pérdida del Control Social por parte de quienes gobiernan. Existe una constante protesta verbal, sin que el poder pueda hacer algo efectivo, para detener esta avalancha de críticas orales.

En la década de los años 60 del pasado siglo XX la llamada Revolución Cubana, mantuvo un Control Político casi mayoritario sobre la población isleña. Si entendemos a este, como que las actitudes políticas de apoyo al Castrismo eran asumidas por conciencia y con ausencia de presión. No mediaban otros intereses por medio.

En cuanto al apoyo, a las siempre radicales medidas tomadas por el gobierno Fidelista, era proverbial el nivel de comprometimiento de la gran masa de cubanos. No existía otro beneficio en cumplir una tarea revolucionaria, que el sano orgullo del reconocimiento moral ante el colectivo laboral, estudiantil o vecinal.

Estas utópicas posiciones se comenzaron resquebrajar en la sociedad nacional, a partir de la entrada de la Comunidad Cubana en el Exterior en los años 1978-79. En lo fundamental, la parte de esta comunidad que residía en los Estados Unidos de América. Entonces, el cubano de a pie se percató de algo: Sus gobernantes les mintieron.

Cuando todos comprendieron que los exiliados no pasaban hambre, que no se fotografiaban al lado de automóviles de otros, que los autos en que aparecían en las fotos, si eran de su propiedad y los conducían ellos mismos, cayeron en cuenta, que el nivel de prosperidad de sus coterráneos era auténtico del primer mundo.

El impacto de la verdad conocida con la mayor de las crudezas, por los habitantes de la más grande isla del mar Caribe, trajo una alta frustración a nivel social. Esta se manifestó con la ola migratoria por la bahía del Mariel. Ocurrió en el inolvidable 1980. Salieron desde Cuba 125 000 cubanos.

La sacudida ético-social que significó, en la conciencia colectiva de los seguidores del socialismo cubano fue catártica. Un millón y medio de ciudadanos se presentaron ante las autoridades, para huir apresuradamente del país. La paralización parcial que trajo para los mecanismos estatales, fue una amarga alerta para los gobernantes.

A partir de ese instante, con lentitud se impuso otra modalidad de manipulación: el Control Social. Está descrito como el modo lograr, que los sujetos sociales realicen lo indicado por la clase dirigente. Con otorgamiento o supresión de estímulos materiales, para comprometerse a apoyar el régimen estatal.

La Causa Judicial Especial # 1 de 1989 contra el Héroe de la República de Cuba y General de División Arnaldo Ochoa Sánchez, resultó un evento traumático. Se pudo observar el nivel de corrupción y prebendas, que disfrutaban los miembros de la nomenclatura criolla.

Con la caída del campo socialista de Europa del Este, durante los meses finales del 1989 y la posterior desintegración de la Unión Soviética en 1991, se arribó en la sociedad de la isla a una perdida generalizada de valores. Las prostitutas fueron más cotizadas socialmente, que las doctoras en medicina.

El 31 de julio del 2006 se informaba al mundo y a los cubanos de la enfermedad de Fidel Castro. Nada volvió a ser igual dentro de Cuba. El líder del proceso comenzaba a morir. El hermano menor del gobernante asumiría paulatinamente sus cargos, el 24 de febrero del 2008 fue proclamado como nuevo presidente.

Un cuento popular ejemplifica la perdida del Control Social. Sucede sobre los carretones de caballos en Santa Clara: “Hace 10 años tú ibas encima de carretón y hacías críticas al gobierno y te llevaban para la policía, hace 5 años hacías lo mismo y te refutaban sobre el carretón. Hoy los revolucionarios oyen la critica y miran hacia la calle”.
cocofari62@yahoo.com