domingo, julio 27, 2008

LA APOLILLADA "REVOLUCION" CUBANA

LA APOLILLADA "REVOLUCION" CUBANA

Por Francisco Amparán
El Siglo de Durango
México
Infosearch:
José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 27, 2008

Hoy se cumplen oficialmente 55 años de iniciada una revolución que, según sus comandantes, no ha terminado. Tanto así que esos próceres mantienen su promesa de no cortarse las barbas hasta que el movimiento que arrancó el 26 de julio de 1953 haya triunfado. Al paso que van, primero se va a congelar el infierno.

Por supuesto, conmemorar un aniversario (¡el que sea!) del comienzo de la Revolución Cubana parece una broma siniestra. No sólo porque lo que fuera una esperanza para Latinoamérica se apolilló y gangrenó, convirtiéndose en una tiranía familiar que lleva 49 años y contando. Sino porque el hecho mismo es un ejemplo perfecto de cómo distorsiona las cosas el régimen castrista.

( Fidel Castro mira a la cámara satisfecho ya que sabe que salvó la vida, su exsuegro Rafael se lo pidió a su amigo y coterráneo Fulgencio Batista por Mirta y por Fidelito, y con esa acción ha logrado salir a los titulares dejando atrás su oscuro e irrelevante protagonismo político; la sangre derramada no le importa, no era la de él. Nota del blogguista )

Según el canon oficial del Partido Comunista Cubano, la muy mentada revolución empezó cuando un grupo de aproximadamente 80 seguidores de Fidel Castro atacaron el cuartel Moncada, una instalación militar cerca de Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953. Por supuesto, si ése es el arranque de algo, habría que preguntarse entonces qué ocurrió durante los siguientes cuatro años, que fue básicamente nada. Y ya no hablemos de que el famoso ataque fue un ejemplo de pésima planeación, peor ejecución, y delirantes expectativas casi tabasqueñas. Visto objetivamente, el ataque al cuartel Moncada fue una chambonada irresponsable, llevada a cabo con las patas, y que le costó la vida al 80% de sus participantes. Castro salvó la vida de milagro, y resultó prisionero.

En su momento, no sólo el ataque a Moncada sino la subsecuente revuelta en Sierra Maestra contaron con gran apoyo popular dentro y fuera de la isla bella. Era difícil escamotearle simpatías a quien peleaba contra un dictador tan nefasto y sanguinario como Fulgencio Batista. Por eso cuando éste se largó de Cuba en la Nochevieja de 1958, hubo grandes manifestaciones de alegría.

Ahora no sé cuántos enajenados puedan estar contentos con lo ocurrido después de ese día. Fidel cumplirá 82 años el mes que entra, habiendo sido dictador 48 de ellos; y lo retiró una dolencia gástrica, que si no... Si alguna legitimidad tenía por haber derrocado a un tirano, quién sabe con qué cara dura puede presentarse ahora alegando esas prendas.

Lo más impresionante es que la izquierda cavernaria mexicana sigue considerándolo un ídolo digno de alabanzas. Lo cuál es una muestra más de cómo está despegada de la realidad del mundo del siglo XXI.

El régimen de Castro morirá con Fidel, aunque lo haya sucedido su hermano Raúl. Cuándo ocurrirá tal cosa, obviamente nadie lo sabe. Pero lo que sí es que, después de tanto sufrir y aguantar discursos kilométricos, el pueblo cubano se merece algo mucho mejor. Empezando por no tener que festejar a la fuerza un evento que, en realidad, fue una farsa. Como ha sido una farsa la revolución que Castro se encargó de pudrir y corromper en su provecho.