LAS OTRAS GUERRILLAS
Las otras guerrillas
Por Rafael Rojas
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La mitificación de las guerrillas de la Sierra, en el relato oficial, casi siempre incluye la descalificación, cruda o sutil, de las guerrillas del Escambray.
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De aquellas tres corrientes, la más cohesionada y mejor armada fue la del Directorio, bajo el mando de Faure Chomón y Rolando Cubelas. Como han narrado Enrique Rodríguez Loeches y Ramón Pérez Cabrera, estos revolucionarios lograron trasladarse, con una buena cantidad de parque militar, de Nueva York a Miami y allí se embarcaron rumbo a Nuevitas en febrero del 58. Antes de la llegada de Guevara al Escambray, en octubre de ese año, los jefes
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En las áreas ocupadas por los guerrilleros se produjo una dinámica similar a la de la Sierra. Allí también los rebeldes controlaron el territorio con una política modernizadora, basada en la alfabetización y la sanidad, en la que jugó un papel protagónico el médico Humberto Castelló. Pero tampoco prescindieron aquellas guerrillas del terror revolucionario: los fusilamientos de Carreras fueron tan abundantes y arbitrarios como los de Castro. Las diferencias políticas entre los tres grupos del Escambray se acentuaron durante el verano y en el
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( Eloy Gutiérrez Menoyo, primero ala derecha )
En una carta del 14 de octubre de Castro a Cienfuegos --quien, con los ochenta hombres de su columna 2 ''Antonio Maceo'', había sido bien recibido en los Llanos de Santa Clara por una pequeña guerrilla del PSP, al mando de Félix Torres-- aquel ordena que, si es cierta la noticia de que Gutiérrez Menoyo arrestó a Bordón, hay que ''exigirle la inmediata devolución de las armas que pertenecen al Movimiento y la libertad de los arrestados''. Sin embargo, Castro le advierte a Cienfuegos que no ''prosiga el avance'' ni intente ningún acuerdo hasta que llegue Guevara, quien va con órdenes de encabezar, únicamente, a las tropas del 26 de Julio. Si los otros dos grupos quieren unirse, agrega Castro, deberán jurar lealtad a Guevara. Y afirma contundente: ``yo no acepto ningún otro jefe que el Che''.
Guevara no tuvo mayores dificultades para controlar a Bordón, a quien degradó por su alianza con Gutiérrez Menoyo, no sin antes poner buena parte de una tropa de más de 200 hombres, casi el doble de la también exigua columna 8 ''Ciro Redondo'', a su disposición. Más difícil le resultó subordinar a los dos autodenominados ''segundos frentes'': el de Chomón y Cubelas y el de Gutiérrez Menoyo, Carreras y Morgan, los cuales no aceptaron la supremacía de Guevara ni renunciaron al respaldo que, sobre todo el segundo grupo, recibían de Prío y l
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( Faure Chomón )
Las instrucciones que Castro dio a Guevara --legibles en De Palacio a Las Villas: la senda del triunfo (2007) de Ramón Pérez Cabrera-- contemplaban la rápida alianza con los comunistas, el control de todos los hombres del 26, la negociación recelosa con el Directorio y el rechazo de los guerrilleros autenticistas. Esa encomienda política, que Guevara cumpliría de manera implacable, provocó fuertes tensiones con el líder de la clandestinidad en Las Villas, Enrique Oltuski, y con los propios jefes militares del Escambray. A pesar de la firma del Pacto del Pedrero, por el cual las dos principales organizaciones revolucionarias coordinaron sus operativos militares, los caudillos de la Sierra marginaron al Directorio en su avance sobre la Habana.
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