BARACUTEY CUBANO

De familia numerosa y unida, nació en Santiago de Cuba, pero fue a vivir a La Habana desde muy pequeña. Estudió parte de su secundaria en el Academy of the Assumption, en Wellsely, Massachusetts, y luego comenzó a estudiar historia del arte en universidad Barry College, de Miami, Florida. Aún muy joven y de vuelta en Cuba, participó en la resistencia urbana contra la dictadura de Batista. Por su parte, el que se pronto se convertiría en su esposo había sido parte, junto a sus dos hermanos, del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra. Tuvieron que casarse en Miami, donde había salido al exilio, ya que lo buscaba el gobierno de Batista.

( Cuca y Armando el día de su boda )

Al triunfo de la revolución, a pesar de que su esposo había sido recompensado con un alto puesto en el nuevo gobierno dirigido por Fidel Castro, ambos pasaron rápidamente a la oposición clandestina al darse cuenta inmediatamente de la traición a los principios por los que habían luchado. Ya bajo vigilancia del gobierno, salieron al exilio con su niña de pocos meses de nacida, para que su esposo pudiera escapar los pelotones de fusilamiento. Al poco tiempo, él regresó a la isla en la expedición de Bahía de Cochinos, de trágico desenlace, viéndose ella enfrentada al profundo descalabro emocional y material que quedó. Pero con otro bebé nacido en Miami, un varón con el mismo nombre de su padre, echó adelante su familia con la ayuda de sus padres. Estuvo los primeros años de duro exilio en Miami, acogiendo en su casa a familiares y primos adolescentes enviados solos desde Cuba bajo el proyecto Peter Pan, abriéndose camino en un mundo laboral que nunca había pensado tener que enfrentar, más rodeada de las dificultades y pesares de amistades y familiares en similares circunstancias. En el 1968 fue con sus padres y dos hijitos a instalarse a Mayagüez, Puerto Rico, donde ya la familia de su hermano había hecho su hogar.

En Puerto Rico trabajó asistiendo a su hermano en su empresa de construcción y luego, durante diez años, fue administradora de un extenso proyecto de vivienda subsidiada, donde se ocupó de los residentes con la eficacia, la responsabilidad, la dedicación y la compasión que la caracterizaron.

A mediados de los años noventa, se hizo miembro de MAR por Cuba, organización de mujeres en el exilio, convirtiéndose en Directora en Puerto Rico. Comenzó, además, una ardua labor cibernética para exponer los horrores de la dictadura castrista. Además fue directora, co-fundadora, y sustentadora material del proyecto Archivo Cuba, que está documentando la pérdida en vidas de la Revolución cubana y creando conciencia a nivel internacional sobre los crímenes del castro-comunismo.

Tristemente, después de quedar viuda muy joven, sufrió pérdidas personales muy duras. Su hijo murió en el 1980 de 19 años en un accidente automovilístico. Su único y querido hermano falleció en el 1999 de 65 años. En el 2005 murió su sobrino, de 48 años, de cáncer y apenas dos meses antes de su20muerte, sufrió por la pérdida de su segundo sobrino, de 50 años, también de cáncer. Desde el 1998 se había visto viviendo sola después de la muerte de sus padres, ya que su hija vivió lejos desde que partió a la universidad en Washington, D.C. Enfrentó todos sus pesares con gran valor y serenidad, aferrada en una profunda fé cristiana, viajando, especialmente a visitar familia, participando de actividades cívicas y culturales, canalizando sus energías con fervor a la causa de la libertad de Cuba, y cultivando su ocurrente sentido del humor. Sembró amistad por dondequiera que fue y mantuvo estrechos lazos familiares a pesar de los obstáculos de tiempo y distancia impuestos por el exilio. Toda su ejemplar vida, se destacó por su dedicación a sus hijos y, luego, sus nietos, aparte de su gran integridad, compasión, nobleza de espíritu, compromiso con la libertad, y estoicismo.

En julio del202007 desarrolló los primeros síntomas de un cáncer de pulmón, que sorpresivamente la afectó a pesar de nunca haber fumado. A principios de ese noviembre, se trasladó a New Jersey, estado donde residía su hija, a continuar su tratamiento. A pesar de su enérgica batalla contra la persistente le enfermedad, falleció el domingo 20 de julio en el Morristown Memorial Hospital después de su cuarta hospitalización en el curso del año. El 22 de julio se le celebró una misa fúnebre en cuerpo presente en la Parroquia Sta. Rosa de Lima de East Hanover, New Jersey. Con la asistencia de su hija y nietos acompañados de decenas de amistades que hizo en el norte, se le rindió hermoso homenaje. El 23 de agosto, fecha que marcaba el cumpleaños de su hijo fallecido, se celebrará una misa para el descanso de su alma en Mayaguez, Puerto Rico, para luego sepultar sus restos cremados allí, donde residió por casi 40 años. Su último deseo fue el que se regaran sus cenizas en Cuba. Se espera que pronto pueda cumplirse en una Cuba libre. .