REGISTRO POLICIAL
Registro policial
Por Frank Correa
LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - La llamada del confidente debió efectuarse alrededor del mediodía, porque a las 2 en punto los policías cerraron la calle para proceder al aparatoso registro efectuado en la vivienda del anciano Crispín
Hacía tiempo que llovían las denuncias telefónicas del confidente sobre Federico Rodríguez Méndez, alias Crispín, bodeguero retirado, sospechoso de los delitos de actividad económica ilícita y vida ostentosa, a pesar de que Crispín vive solo en su vivienda de una sola habitación, y como elementos de lujo solamente exhibe una cama personal, un sillón, la cocina de gas donde se prepara sus alimentos, el refrigerador y el televisor de procedencia china vendidos por el estado a raíz de la revolución energética.
De repente su casa se encontró colmada de policías que tropezaban en el afán de hallar evidencias. Crispín estaba en su horario de almuerzo. Sostenía en la mano un plato de arroz blanco y un pedazo de tortilla, partes de la vida ostentosa que se podía permitir con su salario de bodeguero retirado. Miraba el noticiero del mediodía en el televisor, donde casualmente se informaba al pueblo sobre la lucha sin cuartel que desplegaban los órganos policiales contra el delito.
Los agentes del orden registraron la casa de arriba abajo, pero no encontraron nada que lo inculpara. El mayor Lahera abrió el refrigerador y además de pomos de agua vio un cartón de huevos.
-Es más de lo que te corresponde por la libreta.
-Algunos vecinos no comen huevos –dijo Crispín sin dejar de mirar el noticiero --, y me ceden sus cuotas.
En la calle se había reunido un grupo de curiosos, entre ellos el confidente, que vieron marcharse al Mayor Lahera y su tropa con las manos vacías, mientras Crispín terminaba su almuerzo sin apartar los ojos del televisor y preguntándose para qué tal despliegue de fuerzas policiales contra un bodeguero retirado con más huevos de la cuenta.
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