miércoles, octubre 29, 2008

EXCEPTICISMO

Escepticismo



Por Jorge Olivera Castillo, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - España tiende la mano. Cuba, el revólver cubierto con un pañuelo de seda y la ojeriza bajo el camuflaje de una amabilidad con los mejores atributos.

Es así que se estructura una negociación que más bien parecen concesiones unilaterales. Madrid apuesta por el apaciguamiento. La Habana recoge el producto y promete un pago a plazos, sin apuros.

Es una transacción ardua y con síntomas de poner en el candelero las llamas de la estafa. Al calor de lo que se anuncia, el socialismo es el único derrotero, la vía que se busca pavimentar con la cooperación española para seguir la marcha por el devenir de la historia.

La nomenclatura insular no se excusa por nada, ni ante nadie. Se proyecta como mejor lo sabe hacer y como lo ha hecho siempre. Delante de la racionalidad el capricho, en el reverso de la honestidad la abyecta manipulación, primero el orgullo y después los leves tonos de la modestia.

Ese es el esquema que vuelve a la palestra para escenificar una parodia de convenio donde el compromiso queda suspendido sobre una cuerda floja. ¿En qué fecha el régimen cubano dejará en libertad a los presos de conciencia? ¿Cuál el día en que se eliminen las restricciones para salir y entrar libremente al país? ¿Cuándo el momento de ver una ley que permita el trabajo particular, sin trabas absurdas, ni asedios delirantes?

Son temas puntuales que los representantes de la Isla se empeñan en disolver con evasivas, y si lo tienen a bien, con mínimas y esporádicas entregas.

Aunque se derroche esperanza, es poco el espacio para pensar en un equilibrio en cuanto al “toma y daca”, inherente a cualquier transacción de índole económica o política.

La élite de poder cubana es pródiga en exigir y miserable a la hora de dar. Su postura se fundamenta en un egoísmo sin límites si las solicitudes rozan los mecanismos de control absoluto y todo un diseño en función de obtener, a bajo costo, el sometimiento de la sociedad.

El viceministro cubano para la Cooperación y la Inversión Extranjera, Ricardo Guerrero, lo ha notificado sin rodeos: “La Isla aceptará la cooperación de cualquier país de la Unión Europea (UE) si practica la línea ya iniciada por España”.

En síntesis, no hay nada definido de antemano respecto a que en breve exista el marco para una negociación seria y responsable.

Cuba asume una posición de fuerza más cerca de la ruptura que de la intención de formalizar un diálogo amplio y de tangibles resultados en las áreas de mayor conflicto.
En un inicio la impedimenta para llegar a acuerdos era la eliminación de las sanciones diplomáticas establecidas en 2003 a instancias de las condenas de 75 disidentes a largas penas de prisión. Finalmente fueron suprimidas en el año en curso.

No sería sorpresa si a través de España no consiguen el nivel de resultados políticos estimados, o sea, lograr que el mayor número de naciones de la Unión Europea sigan las pautas del gobierno encabezado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que desempolven un ultimátum con la finalidad de pedir la anulación de la llamada Posición Común de 1996 que condiciona la completa normalización UE-Cuba a cambios tangibles en la economía y en el ámbito de los derechos humanos.

Lo más sensato al observar el desarrollo de los acontecimientos es refugiarse en el escepticismo.

No es una decisión tomada al azar. El lenguaje y las actitudes son reveladores de una estrategia sin puntos de contacto con desenlaces más o menos pragmáticos, transparentes y equilibrados.

Los usufructuarios del poder en Cuba quieren permanecer en su sitio. Juegan a la confrontación y al desafío como una manera de legitimarse. Lástima que sigan en las redes de ese cruel pasatiempo.
oliverajorge75@yahoo.com