lunes, octubre 20, 2008

LA CÁRCEL DE LA STASI: PALACIO DEL PSYCHOTERROR

Tomado de http://desarraigos.blogspot.com


La cárcel de la Stasi: Palacio del psychoterror


Este fin de semana el periodista Martin Heller ha publicado en Spiegel Online un artículo con fotos y hasta un vídeo sobre el Palacio del psychoterror, como se conocía a la cárcel de la Stasi (Ministerium für Staatssicherheit: Ministerio para la Seguridad del Estado de Alemania Oriental, RDA).


Según la entrada en Español de Wikipedia para la Stasi, la misma fue reconocida como uno de los servicios de inteligencia más efectivos del mundo. Y no por gusto: "Para el colapso de Alemania Oriental en 1989, se estima que la Stasi tenía 91.000 empleados a tiempo completo y 300.000 informantes. Esto significa que aproximadamente uno de cada cincuenta alemanes orientales colaboraba con la Stasi, uno de los niveles de penetración más altos en una sociedad por parte de una organización".


La cárcel de la Stasi, sobre la que trata el artículo de Martin Heller, era un área blanca en los mapas de la antigua RDA. Cuando en sus instalaciones "desaparecía" una persona, ésta no sabía dónde se encontraba ni le era dicho tampoco. Métodos brutales para desorientar y humillar a los condenados al aislamiento físico por sus ideas "contrarias" a los intereses del Partido o por criticar "el sistema", eran en la cárcel y sus carceleros la orden del día.


El aislamiento carcelario de los reclusos, aunque éstos estuvieran allí en prisión provisional o para interrogatorios, era máxima prioridad. El contacto visual estaba prohibido. Los familiares de los recluídos allí tampoco sabían dónde se encontraban los mismos.


Hoy la cárcel es monumento y museo para no olvidar esa parte oscura del régimen totalitario de entonces. Solamente en el año 2007 fue visitada por más de 208 mil personas.


Por asociación, lo primero que me vino a la mente fue Villa Marista, su homóloga cubana con sede en el barrio habanero de La Víbora. Yo vivía relativamente cerca y debo reconocer que no solo en rumores sino cuando pasaba caminando ocasionalmente por allí, el secreto y el miedo se apoderaban de mí. Si mal no recuerdo, sus muros estaban pintados de azul. Yo pasaba de largo y ni miraba a través de las rejas...

Y bueno, no pude resistir la tentación de traerles el cortometraje escrito y dirigido por Eduardo del Llano, Monte Rouge, filmado con una cámara de un amigo suyo, con un presupuesto de menos de 500 dólares y circulado clandestinamente en todo el país, con el cual no paro de reirme por lo absurdo pero real de su sátira. Quizá ya lo conozcan, pero aquí les va una vez más:



[Todas las fotos son de la DPA; las tomé del artículo que les comenté.]