LA MOTO DE MICHEL, EL PUMA ZAPATERO Y LOS CHACALES DE ESPAÑA

Existe una campaña mediática emprendida por el gobierno español, el Partido Socialista Obrero Español, (PSOE) y periódicos como el diario El País de España. Va dirigida a demostrar que Raúl Castro verdaderamente quiere llevar adelante cambios o que simplemente le importa el pueblo de Cuba. Mientras, el régimen cubano se muestra reluctante a liberar a los presos políticos. No sólo los 55 restantes de aquella Primavera Negra de 2003, sino los varios cientos de prisioneros políticos fruto de una represión que no parece tener fin.

Europa tradicionalmente ha confiado a España una suerte de protectorado de confianza para sus relaciones con el régimen cubano. Esto sucede desde los días de Felipe González al frente de los destinos de España, por el PSOE. En agudo contraste, vale recordar lo planteado en fecha muy reciente por los representantes de la oposición interna cubana, reunidos con los representantes de la Unión Europea en La Habana, en relación con posiciones que refuerzan los amarres totalitarios del régimen de La Habana contra el pueblo de Cuba.

Esta posición dada a conocer por Agenda para la Transición, subraya: “Esto se ha considerado entre nosotros como una claudicación de la Unión Europea ante el régimen, que en nuestra opinión no aplica los principios de reciprocidad en las relaciones con el gobierno cubano. Privilegiar las relaciones económicas con el Gobierno, es un riesgo, porque los gobiernos son transitorios, aunque duren cincuenta años y más, pero el pueblo de Cuba va a estar siempre ahí y va a recordar esta posición, al igual que el papel que ha jugado el gobierno español, que ha sido negativo contra el pueblo y contra la oposición”.

En sus más recientes declaraciones, el ministro de relaciones exteriores de Cuba, Sr. Felipe Pérez Roque, afirmó que la Unión Europea hizo una propuesta de diálogo político, que Cuba (el régimen) aceptó. Roque agregó que es necesario primero discutir y acordar sus bases, e implica que tiene que darse ‘en calidad de iguales, con respeto a la independencia de los estados, al principio de no injerencia en los asuntos internos, de igualdad soberana entre los estados’.

Luego de rechazar la ayuda ofrecida por el gobierno de los Estados Unidos y por la Unión Europea (UE) para las víctimas de los huracanes Ike y Gustav, el gobierno cubano se apresta a distribuir la ayuda que diversos grupos y organizaciones ponen de forma incondicional en sus manos. Lo hará en la forma arbitraria en que tradicionalmente lo distribuye todo. Quizás y hasta venda algo a los perjudicados a precios inflacionarios como ya es costumbre.

El tema se inserta como útil comodín en ese concepto tan distintivo que se promueve como ‘soberanía nacional’. Los damnificados de los últimos dos huracanes no saben mucho sobre la tal ‘soberanía’. Tampoco lo saben, y es probable que se nieguen a aprenderlo los damnificados del huracán ‘Michelle’, del año 2001. Algunos de estos viven aún en contenedores comerciales desde que pasó aquel huracán. Para ellos no hubo ni habrá viviendas.

De acuerdo con lo anterior, el régimen militar se prepara para continuar su abuso contra el pueblo de la Isla. Los chacales de España se hacen la boca agua con lo que ya creen recuperado de 1898. Sus empresas e intereses comerciales, junto al resto de sus cómplices, continuarán la explotación conjunta de la mano de obra barata y sin defensa de la Isla.

Pocos confían que el Sr. Michel consiga algo más que el tradicional y simbólico trueque de presos que ha caracterizado los contactos diplomáticos promovidos por el Sr. Zapatero y su diplomático Moratinos. Otros creen que al Sr. Michel le importan tanto los presos y el pueblo cubano, como a Raúl Castro. Desde las prisiones nunca inspeccionadas y dantescas del régimen cubano, llueven las críticas.

José Luís Rodríguez (el Puma) Zapatero volverá a entonar la vieja tonada de las concesiones a la dictadura. Lo hará como ya es costumbre, secundado por esos chacales de España, los de las inversiones, la hotelería, las finanzas y el turismo sexual.

Pero, el Malecón habanero mantiene su calidad estética y esa brisa húmeda que hace inolvidable un paseo matutino, ya sea a pie o en moto. Como los que tanto agradan al comisario europeo Michel. Tan simpático y respetuoso de la soberanía de sus amigos del gobierno cubano.
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