BARACUTEY CUBANO

Raúl Castro sostuvo un encuentro con Louis Michel, comisario europeo para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria, el 24 de octubre pasado, poco antes de concluir su breve visita oficial a Cuba, y al día siguiente de que suscribiera la Declaración sobre la Reanudación de la Cooperación entre la Comisión Europea y Cuba con el canciller Felipe Pérez Roque.

La nota publicada por el diario Granma señala que el gobernante y el distinguido visitante coincidieron en saludar la reanudación de la cooperación bilateral entre la Comisión Europea y Cuba, y expresaron su optimismo de que resultará mutuamente beneficioso el diálogo político iniciado recientemente. Pero los vínculos con la UE, y en especial con cada uno de los países miembros, están sujetos a la aceptación de las exigencias de la parte cubana, particularmente la eliminación de la Posición Común adoptada en 1996. Así lo reiteró Pérez Roque.

Esto, sin embargo, entra en contradicción con el Punto 2 de la Declaración sobre la Reanudación, que señala: "ambas Partes coinciden en reanudar la cooperación entre la Comisión Europea y el Gobierno de la República de Cuba, sin condicionamiento alguno, con pleno respeto a la legislación nacional y comunitaria".

De tal suerte, el señor Michel ha aceptado ser condicionado. Incluso, si ahora no hubiera liberación de prisioneros de conciencia o políticos, ni progresos en el respeto de los derechos humanos en la Isla, se estarían desconociendo las Conclusiones del Consejo de la UE sobre Cuba, de junio de 2008, especialmente su Punto 2.

Es necesario tener en cuenta las diversas instancias de la UE y sus atribuciones. El Consejo de la Unión Europea es el principal órgano decisorio de la Unión. Lo componen los ministros de los gobiernos nacionales de los países miembros, y sus jefes de Estado o de Gobierno establecen la política general de la Unión.

La Comisión Europea representa y defiende los intereses de Europa en su conjunto. Es independiente de los gobiernos nacionales. Su presidente es elegido por los gobiernos de la UE y su nombramiento debe ser refrendado por el Parlamento Europeo. Los demás integrantes son nombrados por los gobiernos de los Estados miembros, previa consulta con el presidente entrante. También son refrendados por el Parlamento. No representan a los gobiernos de los países de origen, y cada uno es responsable de un ámbito político de la Unión.

Es el caso de Louis Michel, comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, quien representa una esfera específica. De ahí que sus compromisos, aunque marcan el inicio de la descongelación de las relaciones entre La Habana y la Unión Europea, no significan la normalización.

Otro ardid para recibir ayuda

La precaria situación provocada por los huracanes Gustav y Ike, a fines de agosto y principios de septiembre pasado, demanda la recepción de ayuda humanitaria de emergencia para los cientos de miles de damnificados, El gobierno de Cuba la ha estado aceptando con selectividad política, de manera que hasta ahora no había respondido a las propuestas de los países miembros de la UE, con excepción de España y Bélgica, ni a las de la institución en su conjunto.

Por tanto, la ayuda de la Comisión (2 millones de euros en 2008 y 25-30 millones en 2009), a través del comisario Michel, es manipulada por La Habana como un gesto para iniciar la cooperación, pero en realidad es otro ardid para recibir beneficios, sin modificar sus violaciones de derechos humanos que motivaron las sanciones de 2003.

La eficiencia en el manejo de los programas de los visitantes libró al señor Michel de una "incómoda" reunión con la sociedad civil democrática cubana, pues, como es usual, se dejó para el último momento la entrevista con el presidente. Tampoco tuvo que informar a los embajadores de la UE acreditados en La Habana, ni responder a los corresponsales extranjeros.

Debe recordarse que las conversaciones iniciales para restablecer el diálogo de la Unión Europea con La Habana, según lo propuesto en las Conclusiones de junio pasado, tuvieron lugar en París, este octubre, en la reunión de la Troika, compuesta por los cancilleres Bernard Kouchner, de Francia, actual país al frente de la UE; Karel Schwarzenberger, de la República Checa, presidente a partir del 1 de enero de 2009; el propio comisario Michel, y, por Cuba, Felipe Pérez Roque. Entonces se acordó continuar el intercambio.

Por otra parte, preámbulo obligado, debido al papel facilitador de España, fueron las conversaciones del ministro cubano con su par Miguel Ángel Moratinos, la audiencia con el rey Juan Carlos I y la acogida de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. La entusiasta información de Moratinos de que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero visitaría Cuba en 2009, fue definida con inusual cautela por el jefe de gobierno a la prensa: "Hay una propuesta. Es un proyecto que está ahí. Ya veremos en su momento si se consuma y cómo se consuma".

Habrá que aspirar a que los dirigentes de la Unión Europea no olviden al pueblo cubano, debido a los grandes problemas económicos y sociales que afrontan actualmente.

La máxima dirigencia cubana se ha caracterizado por su habilidad para crear falsas expectativas. Como parte del proceso en curso con la Unión Europea, así como en vísperas del aniversario 50 de la toma del poder, el gobierno de la Isla debería liberar a los prisioneros de conciencia y avanzar en sus reformas estructurales y de conceptos.

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