BARACUTEY CUBANO

Por M. Moreira
Valencia

La organización del Congreso Internacional con Cuba en la Distancia -que celebrará su cuarta edición en la Fundación Bancaja de Valencia entre el 17 y el 21 de noviembre- ha de lidiar cada año con un nuevo boicot por parte del «Gobierno de Castro y sus colaboradores». Lo asegura la directora del encuentro, Grace Piney, que se muestra poco sorprendida por el «secuestro» de la página web de la Casa de Cuba en la que se ofrecían las solicitudes de inscripción e información sobre el programa del simposio.

El ataque, firmado por un grupo autodenominado Latinhackteam, deja escrito en la página el nombre de varios países (Ecuador, España, Argentina, Holanda y Uruguay), pero Piney no alberga dudas sobre la naturaleza y origen del mismo. Asegura que «todos los años intentan echar abajo el congreso», y recuerda que en una ocasión lograron que la Universidad de Cádiz retirara el convenio de créditos aprobado previamente. «Las universidades de la Junta de Andalucía colaboran habitualmente con las cubanas; por eso cedieron a las presiones».

Relaciones con España

El movimiento anticastrista ve con mucha suspicacia el entendimiento de España con La Habana en los últimos años, al considerar que «legitima las aberraciones de un Gobierno que nunca fue electo». Éste será por tanto uno de los debates que se abrirán durante el encuentro. En opinión de Piney, esta actitud, sumada a los acercamientos con el régimen de Hugo Chávez en Venezuela, ha contribuido a «agudizar» la falta de libertad de expresión en la isla, donde la mayoría de los jóvenes artistas se inclina por las temáticas neutras para no ser señalados por la censura.

Este tipo de foros culturales, académicos y científicos, que hasta hace unos años sólo tenían lugar en Estados Unidos, concita a destacadas autoridades del ámbito de la economía, el arte, la literatura o la política, con el fin de construir desde la disidencia un futuro para el país caribeño. Entre los ponentes que se darán cita en la Fundación Bancaja hay representantes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, como Armando Linde, y escritores como María Elena Cruz Varela y el poeta Manuel Díaz Martínez, a quien se rendirá un homenaje. Éste último es a su vez miembro de la Real Academia Española en Cuba, posición que ocupa a pesar de haber sido deportado por el Gobierno de Castro. «Intentaron borrarlo del Diccionario de la Literatura Cubana, como hacen con todos los exiliados, pero la RAE lo evitó», explica Piney.

Iniciativa bloqueada

En la próxima edición se han puesto importantes asuntos sobre la mesa, como el relanzamiento del Proyecto Varela -una solicitud de referéndum para la convocatoria de elecciones democráticas y libres-, que, tras su fracaso en el año 2003, volverá a presentarse en breve ante el Parlamento cubano.

El proyecto Varela se basa en el artículo 88 de la Constitución cubana de 1976, que permite que los ciudadanos propongan leyes si 10.000 electores registrados presentan sus firmas a favor de la propuesta. La organización consiguió 11.200 firmas, pero el Comité de la Constitución y Asuntos Legales de la Asamblea Nacional Cubana reaccionó proponiendo una regforma que estableciera de forma permanente el carácter socialista del régimen.