BARACUTEY CUBANO

Nota del Blogguista

Hay otra versión , no vinculada al Gerardo Machado, llamado por Martínez Villena ¨El Asno con garras ¨, del asesinato de Mella, que involucra a un tal Contreras; este Contreras era también comunista y había tenido muy recientemente una discusión con Mella, ya que estaba enamorando a Tina, pese a ésta ser pareja de Mella. Se dice que posteriormente a la muerte de Mella, Tina sostuvo relaciones con el tal Contreras. Hay versiones que sitúan a Tina como una persona que servía a los servicios secretos stalinistas. Natacha Mella, la hija de Mella, se inclina, si mal no recuerdo, por la versión que involucra a Contreras. Natacha ha investigado profundamente la muerte de su padre. En los archivos de la antigua URSS es probable que hayan muchas respuestas relativas a esas diferentes versiones del asesinato de Julio Antonio Mella.

Por cierto, esos adjetivos que algunos ¨camaradas ¨latinoamericanos le dieron a Mella, fueron los mismos que dirigentes comunistas cubanos dieron de Mella cuando lo expulsaron de sus filas.

Seguidamente algunos tempranos involucramientos en asesinatos e intentos de asesinatos de un caballo con garras y colmillos: Fidel Castro.
http://aguadadepasajeros.bravepages.com/cubahistoria/fidel_castro_historia.htm

¨Al pasar este episodio de Cayo Confite, los grupos gangsteriles recrudecen sus acciones, y así vemos como el jefe del grupo al que pertenecía Fidel Castro, Emilio Tró cae abatido por las balas junto a cuatro de sus colaboradores en el Municipio de Marianao. Después Manolo Castro, el líder de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y opositor de Tró, y Fidel, al estar parado en la acera del "Cinecito" de La Habana es asesinado de varios disparos.

En el entierro de Manolo Castro dos oradores Alfredo Yabur, y Eduardo Corona acusaron de la muerte del líder estudiantil entre otros a Fidel Castro, y Oscar Fernández Caral policía de la Universidad interrumpió varias veces gritando que Fidel era el asesino.

Después los dos oradores en el entierro de Manolo Castro se hicieron súbditos de Fidel Castro, y al triunfo de la revolución, bajo la presidencia de Dorticós el Tirano nombra a Yabur Ministro de Justicia, y a Corona representante ante la UNESCO. Corona acompañaba a Manolo Castro cuando el atentado en "El Cinecito", y por milagro salió ileso.

Otro de los conocidos hechos gangsteril en los que participó el actual Tirano, fue cuando asesinaron a Justo Fuentes Clavel, vicepresidente de la FEU, y miembro de la Unión Insurreccional Revolucionaria al salir de una emisora de radio, y que por casualidad ese día no lo acompañaba el también miembro de la UIR Fidel Castro. En represalia por este asesinato, Fidel Castro se parapeta en el techo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad portando una escopeta, y cuando ve a Leonel Gómez, dirigente del Instituto de La Habana, y señalado como el que baleó a Justo Fuentes, le hace varios disparos, los cuales no hirieron a Fuentes.

Debido a ese hecho de la muerte de Fuentes, Fidel Castro en compañía de Rafael del Pino le hicieron un atentado al entonces Senador Rolando Masferrer Rojas, en las calles de La Habana, cuando este viajaba en su automóvil, a lo que Masferrer respondió haciendo que Fidel y del Pino salieran corriendo para refugiarse en el convento de las Ursulinas.

El otro suceso conocido, es el asesinato de Oscar Fernández Caral, masacrado a tiros frente a su hogar, y que aun con vida, le dijo a los presente que Fidel Castro fue el que le disparó. Al siguiente día 5 de julio de ese año 1948, la prensa se hacia eco del hecho, y el periódico "El Crisol" de La Habana, destacaba las palabras de Fernández Caral en su titular. Oscar Fernández Caral fue el que vio a Fidel Castro en las inmediaciones "Del Cinecito", cuando asesinaron a Manolo Castro de la FEU, y que después lo acusó públicamente en la despedida de duelo.¨

¿A Mella lo mataron los comunistas?

Por Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) – Hay historias, referentes a los partidos comunistas, que aún están por conocerse, y que callan hoy los nuevos seguidores del marxismo.

Una de esas historias es la muerte de Julio Antonio Mella (1903-1929), líder estudiantil de filiación marxista y fundador del primer Partido Comunista de Cuba.

Todo comenzó en marzo de 1927, cuando Mella realizó una visita de trabajo a la URSS. Algunos de sus biógrafos afirman que cuando el líder cubano hizo duras críticas a la política del Kremlin, donde ya se producían detenciones, interrogatorios, desapariciones y asesinatos producto de las purgas de José Stalin, algunos dirigentes comunistas latinoamericanos allí presentes, rechazaron al joven dirigente.

Otros testigos de aquellos días en Moscú han explicado con más claridad cómo Mella fue víctima de los celos y la envidia por parte de algunos de los más experimentados comunistas occidentales, entre ellos el argentino Vittorio Codovila, el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, quienes lo acusaron de arrogante, rebelde, caudillo y pequeño burgués, cuando se dieron cuenta de que el cubano era un fuerte rival capaz de conquistar el Kremlin y convertirse en una de las grandes figuras del comunismo latinoamericano,

En Moscú se discutió durante días la posibilidad de dejar a Mella en esa ciudad, con el fin de proteger su vida, puesto que todos sabían que el propósito del dictador cubano Gerardo Machado era matarlo.

Tras una votación amañada, dirigida por Codovila y Haya de la Torre, el grupo de líderes de América Latina, donde estaba presente el cubano Blas Roca, aceptaron de forma disciplinada que Mella residiera en Ciudad México, donde una noche del mes de enero de 1929, acompañado de su amante, la famosa fotógrafa Tina Modotti, cayó herido de muerte en plena calle.

Antes de morir, Julio Antonio Mella dejó claro que había sido Machado el asesino, pero calló para siempre que aquellos miembros disciplinados que había conocido en Moscú, pudieron haber evitado su muerte.

Once años después México volvió a ser escenario de otro horrendo crimen, cuando José Stalin ordenó a Ramón Mercader, comunista nacido en Barcelona en 1914, que matara a León Trotski, el hombre que había organizado el Ejército Rojo y que, desde la jefatura del Comité Militar Revolucionario, conducirá al triunfo de la Revolución de Octubre, desmoronado setenta y dos años después.