BARACUTEY CUBANO

Por José Daniel Ferrer García
Prisionero de conciencia

PRISIÓN PROVINCIAL DE LAS TUNAS, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Según el tribunal que nos condenó a pasar décadas en prisión por defender pacíficamente los derechos humanos y las libertades públicas en nuestro país, uno de los delitos más graves que cometimos fue hablar a través de Radio Martí.

Es harto conocido que en nuestra patria no hay libertad de expresión y de prensa. Los medios de comunicación responden a los intereses del régimen, que viola persistentemente los derechos civiles de los ciudadanos.

La desinformación es el aliado principal del gobierno. De ahí su temor a Radio y Televisión Martí. Por eso su empeño en interferir sus transmisiones y las acciones represivas para que la población no los sintonice.

Radio Martí, durante 23 años, ha dado voz a quienes no la tenemos en nuestra tierra. Muchos cubanos supimos de la Declaración Universal de Derechos Humanos por esta emisora, que transmite gracias a la generosidad del pueblo norteamericano.

Esta estación ha sido escuela y tribuna de democracia. Por esta vía conocí del valiente y altruista trabajo de la oposición pacífica y los defensores de los derechos humanos. También supe de la patriótica labor del Movimiento Cristiano Liberación y del Proyecto Varela; del importante trabajo de los periodistas independientes, la autonomía universitaria, los campesinos y las bibliotecas independientes. En fin, de la naciente sociedad civil cubana.

Además, tuve noticias de nuestros entrañables hermanos que desde el exilio trabajan por la transición pacífica hacia la democracia.

Hasta el día en que me encarcelaron, en marzo de 2003, fui un fiel oyente de la programación de esta emisora, que cuenta con magníficos profesionales de mucha estima en Cuba. Radio Martí es para nosotros lo que fue Radio Europa Libre para los pueblos de Europa Oriental. Hoy adquiere mayor relevancia cuando la libertad de expresión está más amenazada que nunca en América Latina.

Mientras en nuestra patria no haya democracia, no tengamos un Estado de Derecho y nuestro pueblo no disfrute de libertad de expresión y prensa, y no se permita “pensar y hablar sin hipocresía”, como escribiera el Apóstol, Radio Martí seguirá siendo imprescindible para nosotros, y debe mantener abiertos sus micrófonos a quienes en condiciones extremadamente difíciles, luchan por un futuro mejor para todos los cubanos.

La información es tan necesaria como el alimento para quien muere lentamente de hambre. Hablo a título personal, pero estoy seguro que es la opinión de muchas personas.

José Daniel Ferrer García pertenece al Grupo de los 75, juzgado y encarcelado durante la Primavera Negra de 2003. Es activista del Movimiento Cristiano Liberación y gestor del Proyecto Varela. El texto fue grabado y transcrito por el Centro de Información del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba