jueves, enero 22, 2009

CRISTINA FERNÁNDEZ, UNA CÓMPLICE DE LA DICTADURA.

CRISTINA FERNÁNDEZ, UNA CÓMPLICE DE LA DICTADURA.

Por Iliana Curra.

“Resaltar paradigmas y aceptar con humildad que es necesario construir un mundo diferente al que hemos tenido hasta ahora, donde el respeto a los derechos humanos, a la voluntad de los pueblos, el respeto a los que son diferentes, a los que no piensan igual que nosotros o que rezan a otro Dios, no solamente es un catálogo de buenas intenciones en la Carta de Naciones Unidas sino una realidad que puede comenzar a vivirse un poco más todos los días”

Cristina Fernández de Kirchner
Septiembre 23 de 2008
Asamblea General de las Naciones Unidas
Nueva York

La presidenta electa de Argentina ha viajado a Cuba: la tiranía más larga de América Latina.

Cristina Fernández de Kirchner, quien llegó al poder para heredar el cargo de su esposo por elecciones cuestionables a raíz de decomisos aduanales de maletas repletas de dólares llegadas desde Venezuela, visita La Habana y se pasea con el heredero de la dictadura castrista, el hermano del moribundo en jefe. Lleva en sus hombros la responsabilidad del caso de Hilda Molina, así como también la desvergüenza de pisar una dictadura de medio siglo, donde todavía se fusila, se encarcela, se reprime, se patea, y se violan los derechos de un pueblo entero.

Si su misión es liberar a la doctora Molina, todo cabe, desde decir una mentira como que se reunió con el medio muerto, o el muerto entero de Fidel Castro, y sobre todo, que “lo vio muy bien”. Y nadie asegura que el muerto ya se murió, sino fue el mismísimo Hugo Chávez que dijo que ya nunca más saldría en cámara, y que se recordaría como lo mejor de la historia. Si eso quiere decir que está muerto o no, que le pregunten al pichoncito de dictador venezolano.

Pero Cristina Fernández, presidenta electa, visita una dictadura después de haber declarado en otras ocasiones haber vivido una en su país que duró desde 1978 hasta 1983. Ninguna dictadura es buena, ni corta. Dictadura al fin, es criticable, pero en nada puede compararla con la de 50 años que ahora visita sonriente ante la mirada de un sanguinario llamado Raúl Castro, a quien besa y saluda, manchándose de la sangre de muchas de sus víctimas.

Es esta misma Cristina Fernández la que habla en foros internacionales sobre el respeto a los derechos humanos y que con la mayor hipocresía del mundo dijo: “Saben ustedes que para mi país la política de respeto irrestricto y vigencia de los derechos humanos es una de las políticas de Estado”, ahora ella pisa suelo cubano, camina sobre los cadáveres de miles de fusilados, se burla de las decenas de miles de jóvenes ahogados en el estrecho de la Florida en busca de libertad, anda por las calles sin voltear su mirada hacia aquellos que sufren dentro de las prisiones la aberración de un régimen totalitario y criminal, sonríe ante millones de cubanos que padecen hambre de libertad y saluda, supuestamente, a un moribundo que la historia no lo absolverá nunca, como tampoco a ella, quien se ha convertido en una de las mayores cómplices de esa nefasta tiranía.

¿Dónde está su política de respeto irrestricto y vigencia de los derechos humanos? ¿Dónde está su vergüenza? ¿Dónde está la moral de alguien que se presta para juegos políticos con dictadores comunistas?

Es por eso que, como los judíos, los cubanos tampoco vamos a olvidar jamás. Y a usted, Cristina Fernández, la recordaremos como lo que es: una cobarde.

1 Comments:

At 2:25 p. m., Anonymous Anónimo said...

¿qué se podía esperar de esta esposa de su esposo a quien Hugo Chávez le patrocinó su campaña?...esperar otra cosa de ella hubiera sido muy optimista, por no decir estúpido.

chicho el cojo

 

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