BARACUTEY CUBANO

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Cincuenta años después, ¿qué piensa la generación de la que depende el futuro de Cuba?
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Redacción CE
Madrid | 15/01/2009

Néstor Pérez González nació el 19 de octubre de 1983 en Pinar del Río. Vive actualmente en San Juan y Martínez, donde cultiva tabaco en la vega familiar y colabora en la revista digital Convivencia. Fue expulsado en marzo de 2008 de la Universidad de Pinar del Río, donde estudiaba la carrera de Derecho.

¿Existe "la Revolución"?

Lo que existe son algunos criterios que están establecidos, muy clásicos, que aparecen en las pancartas, en los espacios públicos; pero cuando esos conceptos, esos criterios, uno los intenta aplicar, se da cuenta de que hay una contradicción para vivir eso que se dice "revolución", ese ente que se ha creado. En mi opinión, desde los propios conceptos que el mismo Fidel ha dicho públicamente, dictan mucho la estructura y la funcionalidad propias del sistema de la existencia de una "revolución".

(Néstor Pérez González. (YOANI SÁNCHEZ) )

A día de hoy, ¿hay futuro para las nuevas generaciones dentro del país?

Pienso que sí. Es una cuestión de la actitud ciudadana y propia de cada cual. Es difícil, pero se puede ir haciendo un futuro trabajando. ¿Cómo podría decir yo que hay un futuro para las nuevas generaciones en Cuba? Bueno, estando en los espacios, que por naturaleza debían ser públicos, sin ese carácter politizado y discriminatorio que tienen. Hay que estar ahí, hay que defender y estar en los espacios públicos.

¿Defiendes que la gente se quede en el país? ¿Qué no emigre?

Ese es el criterio que defiendo y mi opción. Le he dicho a personas que me han querido, que les estaba muy agradecido, pero creo que el lugar que defiendo, respetando los criterios de los demás, es estar dentro de Cuba. Los jóvenes tenemos la oportunidad de vivir un proceso único e irrepetible, y qué mejor que ser protagonistas aquí, dentro de la propia realidad.

Entre los de mayor edad, ¿hay reticencias para aceptar que el cambio por el que lucharon terminó en una dictadura?

Creo que cada día es menos, cada día la realidad obliga a las viejas generaciones a aceptar que estos no son los ideales por los que lucharon. Las nuevas generaciones son el mayor por ciento de la población, y eso va haciendo que vaya perdiéndose esa reticencia. De todas maneras, siempre hay personas que se niegan a aceptarlo. Creo que no solamente parte de una cuestión de criterios personales, sino de la situación del entorno donde viven, la desinformación, la falta de expectativas o la rutina agobiante que se vive.

¿Qué puede "salvarse" de la Revolución?

Se podrían salvar aquellos derechos a los que tanta publicidad da el gobierno, la salud y la educación, como elementales para el futuro de la democracia en Cuba.

Sin embargo, hay países donde existen libertades y también la salud y la educación son gratuitas y de cobertura universal. Se supone que no haya contradicción entre una cosa y la otra…

Sí, claro, perfectamente. Se puede congeniar perfectamente una sociedad democrática con la promoción de tales derechos. Incluso, muchos países nos dan lecciones en los avances y progresos en ese sentido. No veo contradicción alguna. Quizás es un rezago que me queda, como si eso se fuera a perder…

¿Qué habría que olvidar para siempre? ¿Qué habría que hacer, en la educación y en los medios de comunicación del futuro, para que no se repita un período así en la historia nacional?

Quisiera que una orientación política no predominara sobre toda la sociedad, que un partido que, como su propio nombre lo indica, no lo abarca todo, no predominara sobre toda la sociedad ni dispusiera los criterios que se deben seguir. Además, el futuro de Cuba no puede prescindir de las estructuras y las instituciones democráticas de un Estado de derecho. La justicia tiene que ser vital para el futuro. Y la sociedad civil debe ser protagonista de ese futuro, para que los ciudadanos tengamos nuestro propio espacio. Si el futuro de Cuba nos depara otro partido, otro líder, como único camino, o como "el camino", pues entonces estamos mal.

La Iglesia Católica, ¿una vía hacia la liberación o un freno?

Una vía hacia la liberación. La doctrina y la fe cristiana son un camino hacia la liberación. Los cristianos tenemos la responsabilidad de adentrarnos, mantener como instancia el evangelio y defender a la comunidad.

Sobre los responsables recientes de la Iglesia en Pinar del Río, ¿con quién te tomarías un café? ¿Con el obispo emérito José Siro o con el actual obispo Jorge Serpa?

Con ambos. Ambas personas han tenido una responsabilidad. Uno, en un momento asumió una responsabilidad y ahora es obispo emérito, y el otro está ejerciendo. Todo lo que se ha hecho, y lo que el nuevo obispo haga, tiene responsabilidad. Como cristiano no tengo ningún problema. He dialogado y he mantenido la comunicación, hacia un lado y hacia el otro. Me tomaría un café con cualquiera de ellos.

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