ROJAS INTENCIONES
ROJAS INTENCIONES
Por José Antonio Fornaris.
Chavarría quizás sea un buen narrador de temas policíacos como aseguran algunos que conocen de ese tipo de literatura, pero es un mentiroso.
Sin inmutarse siquiera, con evidentes rojas intenciones, afirmó a través del oficialista periódico Granma, el viernes 9 de enero, que en Cuba hace cincuenta años que gobierna José Martí.
Si en esta isla existiera, no ya un gobierno regido por la doctrina martiana, sino con sólo algunos visos democráticos, no hubiera demorado un instante en acudir ante un juez para demandarlo por ofensa a la República y solicitar, atendiendo a la gravedad de su insulto, que fuera expulsado del país.
“ (…) y hoy, a 50 años de sentadas las bases y trazado el camino por el genio político de Fidel (Castro), cualquiera de sus fieles compañeros puede gobernar Cuba, porque quien de verdad gobierna es la ética ya ancestral que Martí sembró para siempre”, agrega este extranjero en su artículo.
Esta era una de las opiniones de José Martí sobre lo que debe ser un gobierno: “Se entiende que las formas de gobierno de un país han de acomodarse a sus elementos naturales; que las ideas absolutas, para no caer por un yerro de forma, han de ponerse en formas relativas; que la libertad, para ser viable, tiene que ser sincera y plena; que si la república no abre los brazos a todos y adelanta con todos, muere la república”.
¿Habrá sido en algún momento el gobierno comunista de los Castro semejante en algo a esa imagen que dio José Martí sobre lo que es gobierno?
Pero además, ¿porqué pueden ser sólo “los fieles compañeros” de Fidel Castro los que pueden gobernar en Cuba, si los cubanos somos más de trece millones. Once dentro del territorio nacional y el resto asentados en varias otras naciones?
“(…) siempre es desgracia para la libertad que la libertad sea un partido”, aseguró en su momento Martí.
Que un extranjero tenga la osadía de decir que sólo entre un pequeño grupo de viejos y ortodoxos comunistas están los que pueden gobernar en Cuba, es una afrenta a todos los próceres cubanos, eso lo saben todos los que conocen algo de la historia de Cuba.
Hace unos cuatros decenios, Chavarría secuestró una nave área y el gobierno de la Habana le dio abrigo y todo tipo de posibilidades para que pudiera encausar su vida. Hace un lustro tres jóvenes negros cubanos trataron de secuestrar una pequeña embarcación para dirigirse a territorio estadounidense, y ese mismo gobierno, a los ocho días del incidente, los fusiló. ¿Puede alguien con un poco de honestidad política pensar que José Martí actuaría de esa misma forma?
“Patria es comunidad, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas”, así era la cultura humanística de Martí, nuestro Apóstol de la independencia. ¿Están esos conceptos reflejados en el accionar del grupo en el poder hace medio siglo?
Cuando en Cuba exista un Estado de Derecho, aunque sea en embrión, exigiré por todos los medios que sean posibles, que Daniel Chavarría pida perdón de forma pública por su injuria a José Martí, o de lo contrario que se vaya de Cuba.
fornarisjo@yahoo.com
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