FLORES PARA EL VERDUGO
Por Juan González Febles
Lawton, La Habana, febrero 12 de 2009, (SDP) La tumba de José Abrantes Fernández, el ex ministro del Interior, en la necrópolis capitalina Cristóbal Colón, siempre tiene flores frescas. Abrantes murió en condiciones rodeadas de misterio en la Prisión de Guanajay. Aunque se ganó una negra reputación desde los primeros años del triunfo castrista, ciertamente nunca entró en sus cálculos morir la muerte lenta, dolorosa y cruel que le deparó el destino o la maquinaria cruel que se consagró a perfeccionar y que le devoró finalmente.
Los que le conocían en sus días del antiguo Partido Socialista Popular, afirman que fue un hombre violento. Dicen además que era intrigante y sentimental, capaz de llorar, pero también capaz de torturar y de asesinar. Gustaba como todos de las cosas bellas de la vida y ciertamente desde su alta posición en un régimen autoritario y absoluto, las degustó todas.Hasta el último momento, usó su poder sin medida o en la justa desmesura permitida a los arios verdeolivo. Abusó de todas las viditas que quiso y tomó todas las vidas que le ordenaron tomar. Ganó para su gloria personal y para la gloria de su caudillo y de su régimen, cada juego sucio que le correspondió jugar. El penúltimo lo perdió contra los enemigos a quienes consideró más débiles.En 1988, preparó el recibimiento del Relator Especial de la antigua Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Se ocupó personalmente que las denuncias presentadas por el Comité Cubano Pro Derechos Humanos, no fueran calzadas con el testimonio de las víctimas ante el Relator en La Habana.
No pudo impedir que los testimonios contra la dictadura fueran levantados y luego, se ocupó de reprimir a aquellos fundadores. A muchos los envió a presidio y a otros al destierro. Pero la semilla prendió y 20 años después, el movimiento de oposición al régimen ha sobrevivido y se ha expandido a través de toda la geografía insular.
Aunque en su tumba habanera no faltan flores frescas, Abrantes murió en su momento como una rata. Se asfixió poco a poco, estaba solo y dicen que sintió mucho miedo. Murió en 1991, sin haber abortado el creciente movimiento opositor. Se fue a escasos tres años de la visita de aquel Relator.
Una de esas exquisitas ironías que sólo Maestra Vida puede preparar, consistió en que en su hora más difícil, los únicos que levantaron la voz en defensa de los derechos del verdugo en baja, fueron los mismos activistas Pro Derechos Humanos que Abrantes, en sus días de gloria, infructuosamente trató de silenciar.
Convoco al recuerdo del victimario, porque hoy estamos en la víspera de la visita de otro Relator o porque vi flores en su losa del verdugo o porque los mismos abusos continúan en las mismas prisiones. De todos modos, no ha sido difícil recordarlo. En Cuba son muchas las víctimas y pocos los victimarios. Faltan flores, no hay suficientes para cada víctima. Las que quedan hay que distribuirlas adecuadamente, por desgracia no hay para todos. Por el momento y hasta que las cosas cambien, sólo quedan flores para el verdugo.
jgonzafeb@yahoo.com Publicado por APLP
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El "MININT bueno" y el "MININT malo".
Por Emilio Ichikawa
I.
Ayer mismo, en la exposición de Arístide Pumariega, un amigo comentaba con entusiasmo acerca de la exhibición en Cuba de la película “La vida de otros” que muestra la complejidad de la realidad ante la simplicidad del maniqueísmo: ni los malos son tan malos ni los buenos tan buenos.
Yo prefiero la siguiente formulación: ni es todo malo el malo ni, el bueno, completamente bueno. “Pleno”, es la palabra que debí haber usado por fidelidad eleática, pero dejémoslo ahí.
Como argumento adicional voy a repetir este dictum que debo (lo creo firmemente pero me mido) al músico cubano Ernán López Nussa: “Nadie puede ser tan malo como para desafinar en todas las notas.” Es decir, el peor de los músicos, si no es plena o totalmente malo, acertará alguna vez mientras lee o “antilee” el pentagrama.
La maldad o bondad absolutas son teológicamente posibles en algunas de las versiones de Dios, pero la antropología religiosa no lo acepta aún en caso del más malvado de los hombres malvados, donde la posesión de ese atributo solo depende de una cuestión de grados.
Digo esto porque “La vida de otros”, al relativizar la maldad en personajes que la moral política había demonizado, no hace sino “humanizar” el símbolo; algo que con mucha ventaja puede y debe hacer el arte, en este caso el cine.
El problema aquí radica en que, a diferencia de la maldad nazista, que empezó a relativizarse después de medio siglo de su consumación, la maldad comunista empieza a humanizar sus personajes apenas quince años después. Y más interesante aún es que, en el caso de Cuba, este proceso de humanización empiece a transcurrir en propia vida de algunos de sus “ actores malditos”, sin que se haya producido un cambio de “escenario” o, ya que se trata de cine, de “toma”.
La interpretación axiológica de la historia contemporánea de Cuba está dotada de una gran velocidad de juicio. El pasado se establece con prioridad y se cierran los ciclos cada dos o tres lustros. No es difícil comprender entonces que la apertura de un nuevo círculo, como si fuera una intracivilización, genere valoraciones complacientes del ayer; elemento este que se acentúa cuando esa valoración la emite un sujeto exiliado, que necesariamente tiene que revisar su biografía de forma apologética.
II.
El proceso judicial conocido como “Causa No. 1 de 1989” dejó una saga de sanciones (castigos y “truenes”) que alcanzó al propio Ministro del Interior José Abrantes. Su procesamiento y destitución fue un estremecimiento que provocó la casi lógica caída del aparato personal que había creado.
Algunos de los oficiales despedidos a fines de los 80 y principios de los años 90 se encuentran hoy en el exilio donde han ensayado una argucia interpretativa, perfectamente comprensible, que refiere la existencia de un Ministerio del Interior “bueno”, bajo Abrantes, y otro Ministerio del Interior “malo”, bajo Abelardo Colomé Ibarra.
La bondad del primer grupo empieza a conseguirse por la técnica y el profesionalismo, no por la política. Antes de 1989, según esta versión, los “segurosos” cubanos estuvieron absortos en una “lógica” tarea de defensa nacional (no castrista y a veces tampoco revolucionaria) ante la “innegable” (“¿o no es verdad?”, disparan) amenaza del anexionismo norteamericano o el intervencionismo ocasional de otras potencias.
Claro, si uno escurre un poco más la premisa, la ventaja política del “abrantismo” emerge. Resulta que el descabezamiento del MININT bueno, que habría sido menos por droga que por afán modernista y democrático, lo habría organizado el propio Fidel Castro, que a través de su hermano Raúl puso en el MININT (convirtiéndolo en “malo”) a un general de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
La cuestión es que para esta gente la renovación cubana no es un avance sino un regreso. Una recuperación de esa Cuba buena, de esa revolución buena, de la que el MININT bueno es una prueba ejemplar.
EI.
Dic.2007.
6 Comments:
Muy buen articulo . Yo como que tengo sentimientos mixtos . Hay parte de mi que solo recuerda cuando mi padre se asilo en Canada en 1987 y toda las veces que a mi pobre madre la recogia el MININT para interrogarla y hacerle la vida un yogourt y me imagino que fuera el mismo MININT manejado por el señor Abrantes. Pero tambien quiero pensar que el fue parte de algo mas grande que nunca pudo ser . Aunque el era oriundo de la misma escuela de hps y tiranos a lo mejor ante el deterioro total de su pais quisieron intervenir y traer el mas minimo cambio de rumbo para un pais que estaba en marcha a un abismo de pobreza y una sociedad depravada de cualquier medida de moral y principio.
De todas formas mi salida del pais vino solo 2 meses despues de su muerte y mi querida Cuba solamente es algo en mi memoria y el Cubano y las Cubanas de hoy en dia con su forma de actuar, hablar, , manera de ser y fundamento , viendo lo que son y como vienen solo me indican lo dichoso que fui en salir Cuba con solo 13 años
Sigan crellendo que el general de division Abrahantes esta muerto jajajajajajaja! !!!!!!!!, ese circo Romano es uno de los mayores secretos de estado, muy bien guardados por La Revolucion y su principal jefe Fidel Castro.
Puede set que en LA rumba de un sicario depositen Flores Rojas y negras,las que significan lo que el represento Sangre y cementerio,el que fue elegido por el caudillo,para dirigir LA maquinaria asesina y represora sangrienta due LA historian LA seguridad del estado,y due esta forma fue eliminado poor set complice due numerables secretos,Como el asesinato due Camilo sienfuego,terrorism,narcotrafico,asesinatos politicos,sect.
Si esta muerro soh medico y un amigo me dijo al ogro dia de mi guardia que lo habia stendido cuando llego sl cg de gusnajay
Juicios de valor, sin más, sin evidencia o documentación acreditativa alguna. Repetis lo que os enseñaron en Cuba, juzgar y sentenciar sin tener pruebas, porque se es culpable mientras no se demuestre la inocencia. Qué vergüenza!
Soy de Bilbao (España) y esta claro que Fidel fue un dictador, mato a camilo cienfiegos,encarcelo a Martos y demas, mando fue al Che para que lo mataran,y demas.
Aparte de esto ese dicho tuyo es se es inocente hasta que no se demuestre su culpabilidad, un saludo
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