miércoles, febrero 25, 2009

FOTO Y QUINCALLA

Foto y quincalla


Por Raúl Rivero

COMO es tan difícil construir el socialismo -en Europa del Este trataron de hacerlo durante casi un siglo y les salió mal- Hugo Chávez y otros personajes de América se han propuesto comprarlo hecho. Para ese trámite comercial disponen de todo el petróleo de Venezuela.

No hace falta repetir el método áspero y sucio de los cubanos.Nada de armar campamentos y entrenar guerrilleros y salir después por el continente a dejar cargamentos de fusiles y municiones.No. Los tiempos cambian y los nuevos líderes que hablan desde los balcones quieren petróleo, combustible fósil para darle calor y movimiento a la demagogia.

De la pequeña isla empobrecida necesitan el discurso. La palabrería, las postales desteñidas de los barbudos que han perdido el pelo o han encanecido en la vorágine de una paciente labor de demolición del país y de las libertades.

Los gestos nada más, la imagen pública. Ni una palabra de la libreta de racionamiento, los permisos para entrar y salir del país, la educación como vía de adoctrinamiento, la salud como propaganda. Ni una línea de las 300 cárceles, los presos políticos y la prensa convertida en una colección repugnante de panfletos.

Hay que ir a buscar fotos para enmascarar las ambiciones. Unidad en torno a una idea que sobrevuela el continente como una nube confusa en la que van, en el mismo asiento, el viejo camaján Daniel Ortega, el siempre fiel Evo Morales y los dos últimos aspirantes: Alvaro Colom, de Guatemala, y el hondureño Manuel Celaya.

Todos a la sombra de un paraguas roto. A retratarse en los palacios con cualquiera que ostente un cargo, una de las pocas cosas abundantes en Cuba que ahora tiene nueve vicepresidentes.

La señora Michelle Bachelet, a inaugurar una feria de libros en la que están prohibidos autores chilenos. Colom, a entregarle a Fidel Castro la Orden del Quetzal, el dios del aire de los guatemaltecos, que se le quedó en el aire del Caribe porque el destinatario no lo recibió.

Unas horas de genuflexiones para satisfacer al sobrino rico que puede despachar un barco con petróleo o enviar, en una avioneta privada, a un gorila vestido de Armani esposado a un maletín lleno de dólares. El está autorizado, además, a dar certificados de compradores del socialismo del siglo XXI.

A nadie le importa los 50 años de dictadura. Necesitan los fósiles.Todos los fósiles.