LA METAMORFOSIS DEL LICENCIADO OSCAR ESPINOSA CHEPE. UN ANÁLISIS DE LÁZARO GONZÁLEZ EN BARACUTEY CUBANO
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Un análisis de Lázaro González en Baracutey Cubano
Por Jorge A. Pomar, Colonia
Agudo, irrebatible el segundo análisis que hace hoy el colega Lázaro González Valdés en Baracutey Cubano para desmontar las tesis de Oscar Espinosa Chepe acerca de la urgencia de profundizar las recientes medidas unilaterales de la Casa Blanca levantando el embargo financiero. Pues, si bien el economista más famoso de la oposición interna no lo consigna esta vez en "Medidas positivas", a todos nos consta por textos anteriores suyos que es perfectamente consciente de de que el permiso para concederle créditos comerciales al Palacio de la Revolución es lo único que va quedando en pie del "criminal bloqueo imperialista".
A fuer de sincero, de un tiempo a esta parte noto, con creciente desencanto, una extraña metamorfosis en el pensamiento crítico de Espinosa Chepe. Tal vez sea ignorancia mía y algún lector mejor informado se digne darle la razón a mi Alter Ego, arguyendo de manera irrefutable que en el fondo el aludido opina hoy igual que ayer.
La diferencia sería apenas de matices, cuestión de lenguaje. Sea como fuere, es el caso que hasta hoy incluso el arisco Abicú tenía en alta estima la experticia de Espinosa Chepe en materia económica. Hemos de confesar que, al consultar en Cubanet el texto de marras una vez leído el desmontaje hecho por Lázaro en Baracutey Cubano, se nos ha caído el habano sobre el teclado ante alhajas tan armengoliana- y cuestamorúamente ajadas como las que siguen pero, a juzgar por los criterios caros al jurado sueco, incuestionablemente merecedoras del Nobel de la Paz:
"En realidad, se requiere un nuevo enfoque, más atemperado a los tiempos, de forma que la política norteamericana contribuya a los cambios en Cuba, ante el fracaso de posturas que durante decenios fueron de gran utilidad a los sectores más inmovilistas y conservadores dentro del gobierno cubano".
"No obstante sus limitaciones, este paso ha sido muy bien recibido por la población de la Isla, lo cual deja al gobierno en una posición débil. [...] En primer lugar, las medidas tienen gran sentido humano y contribuyen a fortalecer la unidad de la familia y de la nación, mucho más en estos tiempos, cuando la sociedad cubana se deteriora aceleradamente por el impacto negativo de la crisis mundial y la carencia de un plan integral del gobierno para paliar sus negativos efectos".
"En realidad, se requiere un nuevo enfoque, más atemperado a los tiempos, de forma que la política norteamericana contribuya a los cambios en Cuba, ante el fracaso de posturas que durante decenios fueron de gran utilidad a los sectores más inmovilistas y conservadores dentro del gobierno cubano. El General tiene ahora mejores condiciones para efectuarlos, sobre la base de la remodelación de su gabinete y la promoción de personas consideradas más pragmáticas".
Por algún vericueto de la razón contestataria y/o por efecto de la fatiga teórica ocasionada por medio siglo de castrismo sin ver la luz al final del túnel, las elucubraciones de este ex prisionero de conciencia del régimen han acabado por inducirle a quemar su bien ganado prestigio apostando temerariamente a las buenas intenciones del tándem Obama-Raúl.
El Lic. Espinosa Chepe en plan de reformista radical. Pena que haya que consignar aquí este nuevo fiasco del intelecto académico al deservicio de la causa anticastrista. Inútil intentar una "deconstrucción" (¿el Abicú catedrático?) mejor que la efectuada hoy por el destacado colaborador de Baracutey Cubano.
En realidad, este post no tiene otro objetivo que divulgar el inmejorable análisis hecho al respecto por Lázaro González Valdés. Si acaso, a guisa de complementos, se me ocurre añadir al plausible contagio castrista señalado por Lázaro, otras dos claves especulativas para descifrar los posibles móviles de estas graduales o súbitas metamorfosis progresista en las filas disidentes, por desgracia últimamente cada vez más frecuentes:
(1) Obviamente, entre las idiosincrasias del gobierno y la oposición abundan más las coincidencias que las discrepancias, dato que explica a la vez la impotencia de la oposición interna y externa, y la longevidad del castrismo. Verbigracia, hace unos cuatro años, alegando su condición de único ex prisionero de conciencia residente en Alemania, el Abicú tuvo que "meterle el pie" a fondo a la presidencia de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana (AECC) para ser incluido entre los participantes en un seminario berlinés sobre transición democrática.
Le tocó compartir podio con un ex "mercenario" de Bahía de Cochinos. Pues bien, mucho más ignaro e ingenuo que ahora como era a la sazón, mi Alter Ego creyó conveniente iniciar su disertación reconociéndose a sí mismo como la parte errada en abril del 61 cuando a sus doce primaveras, sobre las huellas aún frescas del invasor cautivo, partía cartilla y farol chino en mano del cercano balneario de Varadero a alfabetizar milicianos victoriosos en Banes.
Para su sorpresa, maldita sea la gracia que al parecer hicieron sus cándidas palabras al homenajeado. Un tal Lino que respondió al cumplido con una sonrisa que era más bien una mueca de disgusto para la galería encuentrosa. Plúgole recordar a su vez que asistía al evento a nombre de su jefe. ¿Y quién era su jefe? Un tal Manuel Cuesta Morúa [foto de arriba] cuyo nombre nada me decía entonces pero hoy desata el reflejo condicionado de tirria que conocen los asiduos a este blog.
Poco después, cuando sus abicueriles neuronas redondearon la imagen de "negro catedrático" adepto al socialismo democrático que hoy tienen del inefable líder de Arco Progresista, juro que mi Alter Ego y yo nos pasamos meses devanándonos los sesos para dilucidar las causas de aquella aparentemente estrafalaria yunta de mercenario imperialista con agente --algo más que a mi modesto modo de ver-- mal envuelto al servicio del binomio AECC-DSE.
Para no alargar su expectación, amable lector, aquí va a modo de sugerencia la respuesta que dimos entonces a aquella incógnita y mantenemos hasta el sol de hoy: el desastre de Playa Girón fue organizado y ejecutado casi a título exclusivo por la antigua claque dirigente del Partido del Pueblo (más conocido por Ortodoxo).
Y la olla de grillos mesiánicos del suicida radiofónico Eduardo Chibás y Fidel Castro, el "tiratiros" del asalto al cuartel Moncada, propugnaba una solución confusamente socialista para los males de la Segunda República. De manera que, vista a la luz de ese "imaginario" (palabreja aprendida por el Abicú en aquel cónclave exquisitamente académico de Berlín) común, summa summarum, no era en absoluto de extrañar aquel sospechoso contubernio berlinés entre un mercenario y un sedicente "socialista democrático" a lo Bobbio (Norberto, filósofo italiano de esa turbia corriente posmarxista ruidosamente fracasada en el reino de Silvio Berlusconi).
[Nota bene: Como tampoco lo son, puestos a cavilar bajo esa tenue luz, el abyecto desfile de mandatarios sudacas dizque democráticos por el lecho de convalecencia del Magno Paciente o la actual proliferación de mesas redondas (siempre al estilo rigurosamente académico de aquella en la berlinesa Haus der Kulturen der Welt / Casa de las Culturas del Mundo) sobre el futuro de Cuba en la capital del Imperio Regionalsocialista Catalán.
Pesan más los "ideologemas" (para Cuesta Morúa y demás intelectuales culteranos) comunes que los puntapiés en el trasero propinados a esos huéspedes por el Magno Paciente. Coces, por cierto, similares a las que repartió a granel a partir de enero del 59 entre sus ilusos amanuenses ortodoxos en la lucha contra el Batistato. Nada nuevo, pues, bajo el sol caribeño...]
(2) Finalmente, el segundo móvil (putativo) de la metamorfosis espinosiana habría que ir a buscarlo detrás de su postulación al Premio Nobel de La Paz. Como se desprende de un simple vistazo a la lista de los galardonados durante las últimas décadas, para obtener la presea más codiciada del orbe preciso es hacerse el camarero sueco, repartir a diestra y siniestra el consabido cóctel a base de buenismo, corrección política, pacifismo a ultranza, optimismo metafísico, multiculturalismo, diálogo hasta con el Maligno y su Regente en La Habana (no así con los rivales del bando propio, como ya es costumbre entre nuestros líderes moderados "de ambas orillas"), antiamericanismo, ahora convoyado con un artículo de fe en los milagros del Mesías Obama...
Desde luego, tratándose de un daiquirí del Floridita especial para relajar al jurado de palo escandinavo, nunca deben faltar a guisa de guindas el ruego a Obama para que levante unilateralmente el embargo y la correlativa fe en el despegue de las estancadas reformas del Hermanísimo. En resumen, el requisito sin-el-cual-no de Estocolmo manda que el aspirante, si no lo hubiere sido desde el cunero, se despelote en la rutilante carroza del zapaterismo occidental.
Un conjunto de exigencias que, como se ha visto en otros casos, suelen hacer estragos en las convicciones anticastristas de cualquier aspirante criollo. Pinchando aquí el lector incrédulo podrá persuadirse de que, a más tardar desde el año pasado, el licenciado prefirió no dejar cabos retóricos sueltos en su ovillo progresista. A la vez, podrá admirar el elegante traje de cancán de lentejuelas críticas que le corta Lázaro González glosando el bodrio original párrafo a párrafo. Un vacilón dialógico...
Tomado de http://abiculiberal.blogspot.com/
La metamorfosis del licenciado Oscar Espinosa Chepe
La metamorfosis del licenciado Oscar Espinosa Chepe
Un análisis de Lázaro González en Baracutey Cubano
Por Jorge A. Pomar, Colonia
Agudo, irrebatible el segundo análisis que hace hoy el colega Lázaro González Valdés en Baracutey Cubano para desmontar las tesis de Oscar Espinosa Chepe acerca de la urgencia de profundizar las recientes medidas unilaterales de la Casa Blanca levantando el embargo financiero. Pues, si bien el economista más famoso de la oposición interna no lo consigna esta vez en "Medidas positivas", a todos nos consta por textos anteriores suyos que es perfectamente consciente de de que el permiso para concederle créditos comerciales al Palacio de la Revolución es lo único que va quedando en pie del "criminal bloqueo imperialista".
A fuer de sincero, de un tiempo a esta parte noto, con creciente desencanto, una extraña metamorfosis en el pensamiento crítico de Espinosa Chepe. Tal vez sea ignorancia mía y algún lector mejor informado se digne darle la razón a mi Alter Ego, arguyendo de manera irrefutable que en el fondo el aludido opina hoy igual que ayer.
La diferencia sería apenas de matices, cuestión de lenguaje. Sea como fuere, es el caso que hasta hoy incluso el arisco Abicú tenía en alta estima la experticia de Espinosa Chepe en materia económica. Hemos de confesar que, al consultar en Cubanet el texto de marras una vez leído el desmontaje hecho por Lázaro en Baracutey Cubano, se nos ha caído el habano sobre el teclado ante alhajas tan armengoliana- y cuestamorúamente ajadas como las que siguen pero, a juzgar por los criterios caros al jurado sueco, incuestionablemente merecedoras del Nobel de la Paz:
"En realidad, se requiere un nuevo enfoque, más atemperado a los tiempos, de forma que la política norteamericana contribuya a los cambios en Cuba, ante el fracaso de posturas que durante decenios fueron de gran utilidad a los sectores más inmovilistas y conservadores dentro del gobierno cubano".
"No obstante sus limitaciones, este paso ha sido muy bien recibido por la población de la Isla, lo cual deja al gobierno en una posición débil. [...] En primer lugar, las medidas tienen gran sentido humano y contribuyen a fortalecer la unidad de la familia y de la nación, mucho más en estos tiempos, cuando la sociedad cubana se deteriora aceleradamente por el impacto negativo de la crisis mundial y la carencia de un plan integral del gobierno para paliar sus negativos efectos".
"En realidad, se requiere un nuevo enfoque, más atemperado a los tiempos, de forma que la política norteamericana contribuya a los cambios en Cuba, ante el fracaso de posturas que durante decenios fueron de gran utilidad a los sectores más inmovilistas y conservadores dentro del gobierno cubano. El General tiene ahora mejores condiciones para efectuarlos, sobre la base de la remodelación de su gabinete y la promoción de personas consideradas más pragmáticas".
Por algún vericueto de la razón contestataria y/o por efecto de la fatiga teórica ocasionada por medio siglo de castrismo sin ver la luz al final del túnel, las elucubraciones de este ex prisionero de conciencia del régimen han acabado por inducirle a quemar su bien ganado prestigio apostando temerariamente a las buenas intenciones del tándem Obama-Raúl.
El Lic. Espinosa Chepe en plan de reformista radical. Pena que haya que consignar aquí este nuevo fiasco del intelecto académico al deservicio de la causa anticastrista. Inútil intentar una "deconstrucción" (¿el Abicú catedrático?) mejor que la efectuada hoy por el destacado colaborador de Baracutey Cubano.
En realidad, este post no tiene otro objetivo que divulgar el inmejorable análisis hecho al respecto por Lázaro González Valdés. Si acaso, a guisa de complementos, se me ocurre añadir al plausible contagio castrista señalado por Lázaro, otras dos claves especulativas para descifrar los posibles móviles de estas graduales o súbitas metamorfosis progresista en las filas disidentes, por desgracia últimamente cada vez más frecuentes:
(1) Obviamente, entre las idiosincrasias del gobierno y la oposición abundan más las coincidencias que las discrepancias, dato que explica a la vez la impotencia de la oposición interna y externa, y la longevidad del castrismo. Verbigracia, hace unos cuatro años, alegando su condición de único ex prisionero de conciencia residente en Alemania, el Abicú tuvo que "meterle el pie" a fondo a la presidencia de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana (AECC) para ser incluido entre los participantes en un seminario berlinés sobre transición democrática.
Le tocó compartir podio con un ex "mercenario" de Bahía de Cochinos. Pues bien, mucho más ignaro e ingenuo que ahora como era a la sazón, mi Alter Ego creyó conveniente iniciar su disertación reconociéndose a sí mismo como la parte errada en abril del 61 cuando a sus doce primaveras, sobre las huellas aún frescas del invasor cautivo, partía cartilla y farol chino en mano del cercano balneario de Varadero a alfabetizar milicianos victoriosos en Banes.
Para su sorpresa, maldita sea la gracia que al parecer hicieron sus cándidas palabras al homenajeado. Un tal Lino que respondió al cumplido con una sonrisa que era más bien una mueca de disgusto para la galería encuentrosa. Plúgole recordar a su vez que asistía al evento a nombre de su jefe. ¿Y quién era su jefe? Un tal Manuel Cuesta Morúa [foto de arriba] cuyo nombre nada me decía entonces pero hoy desata el reflejo condicionado de tirria que conocen los asiduos a este blog.
Poco después, cuando sus abicueriles neuronas redondearon la imagen de "negro catedrático" adepto al socialismo democrático que hoy tienen del inefable líder de Arco Progresista, juro que mi Alter Ego y yo nos pasamos meses devanándonos los sesos para dilucidar las causas de aquella aparentemente estrafalaria yunta de mercenario imperialista con agente --algo más que a mi modesto modo de ver-- mal envuelto al servicio del binomio AECC-DSE.
Para no alargar su expectación, amable lector, aquí va a modo de sugerencia la respuesta que dimos entonces a aquella incógnita y mantenemos hasta el sol de hoy: el desastre de Playa Girón fue organizado y ejecutado casi a título exclusivo por la antigua claque dirigente del Partido del Pueblo (más conocido por Ortodoxo).
Y la olla de grillos mesiánicos del suicida radiofónico Eduardo Chibás y Fidel Castro, el "tiratiros" del asalto al cuartel Moncada, propugnaba una solución confusamente socialista para los males de la Segunda República. De manera que, vista a la luz de ese "imaginario" (palabreja aprendida por el Abicú en aquel cónclave exquisitamente académico de Berlín) común, summa summarum, no era en absoluto de extrañar aquel sospechoso contubernio berlinés entre un mercenario y un sedicente "socialista democrático" a lo Bobbio (Norberto, filósofo italiano de esa turbia corriente posmarxista ruidosamente fracasada en el reino de Silvio Berlusconi).
[Nota bene: Como tampoco lo son, puestos a cavilar bajo esa tenue luz, el abyecto desfile de mandatarios sudacas dizque democráticos por el lecho de convalecencia del Magno Paciente o la actual proliferación de mesas redondas (siempre al estilo rigurosamente académico de aquella en la berlinesa Haus der Kulturen der Welt / Casa de las Culturas del Mundo) sobre el futuro de Cuba en la capital del Imperio Regionalsocialista Catalán.
Pesan más los "ideologemas" (para Cuesta Morúa y demás intelectuales culteranos) comunes que los puntapiés en el trasero propinados a esos huéspedes por el Magno Paciente. Coces, por cierto, similares a las que repartió a granel a partir de enero del 59 entre sus ilusos amanuenses ortodoxos en la lucha contra el Batistato. Nada nuevo, pues, bajo el sol caribeño...]
(2) Finalmente, el segundo móvil (putativo) de la metamorfosis espinosiana habría que ir a buscarlo detrás de su postulación al Premio Nobel de La Paz. Como se desprende de un simple vistazo a la lista de los galardonados durante las últimas décadas, para obtener la presea más codiciada del orbe preciso es hacerse el camarero sueco, repartir a diestra y siniestra el consabido cóctel a base de buenismo, corrección política, pacifismo a ultranza, optimismo metafísico, multiculturalismo, diálogo hasta con el Maligno y su Regente en La Habana (no así con los rivales del bando propio, como ya es costumbre entre nuestros líderes moderados "de ambas orillas"), antiamericanismo, ahora convoyado con un artículo de fe en los milagros del Mesías Obama...
Desde luego, tratándose de un daiquirí del Floridita especial para relajar al jurado de palo escandinavo, nunca deben faltar a guisa de guindas el ruego a Obama para que levante unilateralmente el embargo y la correlativa fe en el despegue de las estancadas reformas del Hermanísimo. En resumen, el requisito sin-el-cual-no de Estocolmo manda que el aspirante, si no lo hubiere sido desde el cunero, se despelote en la rutilante carroza del zapaterismo occidental.
Un conjunto de exigencias que, como se ha visto en otros casos, suelen hacer estragos en las convicciones anticastristas de cualquier aspirante criollo. Pinchando aquí el lector incrédulo podrá persuadirse de que, a más tardar desde el año pasado, el licenciado prefirió no dejar cabos retóricos sueltos en su ovillo progresista. A la vez, podrá admirar el elegante traje de cancán de lentejuelas críticas que le corta Lázaro González glosando el bodrio original párrafo a párrafo. Un vacilón dialógico...
posted by PPAC @ 4/06/2009 05:00:00 p. m. 0 comments
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