BARACUTEY CUBANO

Alrededor de cien mil personas salieron de sus hogares a participar en la multitudinaria manifestación en la que se pidió porque impere la paz y la democracia en el país.

Decenas de Miles de hondureños sacaron desde lo más profundo de su ser el patriotismo y el valor por defender el suelo que los vio nacer. “respeto a la Constitución”, “Chávez y su pandilla tienen miedo de aparecer en pijama en C Rica, fuera Hugo Chávez”.

La mayoría, vestidos de azul y blanco, se aglomeraron en las inmediaciones de Torre Libertad, en las cercanías de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), y posteriormente se trasladaron al estadio de pelota Lempira Reina, ubicado al costado sur del estadio Nacional.

Allí quedó demostrada la unidad del pueblo hondureño. Hubo representación de los diferentes sectores de la sociedad, como ser las iglesias Católica y Evangélica, empresarios, partidos políticos, niños, jóvenes y adultos, que al unísono gritaron que en Honduras se quiere paz y democracia.

La actividad que fue organizada por la Unión Cívica Democrática (UCD) se denominó “Gran marcha patriotismo y valor” y sirvió para manifestarle al mundo entero que en este pequeño país no hay derramamiento de sangre sino que, por el contrario, se quiere vivir en paz y con respeto a la democracia.

Consignas

La ciudadanía, como ya es costumbre, portaban pancartas con letreros en los que se podía leer: “respeto a la Constitución”, “Chávez y su pandilla tienen miedo de aparecer en pijama en Costa Rica”, “‘Mel’, a Honduras no vas a volver”, “no al chavismo en Honduras”, “no queremos injerencia”, “fuera Hugo Chávez” y “somos más los que queremos la paz”.

En el transcurso del recorrido, centenares de personas se sumaron a la marcha. Otros salieron de sus oficinas a orillas del bulevar Suyapa a dar el apoyo al sistema democrático del país.

Este fue el caso del titular del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Ramón Custodio, quien salió a presenciar la marcha para saludar a los manifestantes, quienes a su vez respondieron con consignas agradeciendo la labor del comisionado en defensa de la democracia. “Custodio, amigo, el pueblo está contigo”, le decían.

Asistencia

En la marcha se observaron niños que portaban con orgullo la bandera Nacional con las cinco estrellas, orgullosos de vivir en un país donde impera la libertad entre los hondureños.

Sin duda alguna que todos los manifestantes respaldan el sistema democrático en el país, por lo que se mostraron en contra del retorno del ex presidente Manuel Zelaya Rosales.

Además de eso, quedó en evidencia el rechazo a la injerencia del presidente venezolano Hugo Chávez en los asuntos internos de Honduras.

También se hizo cuestionamientos a ex funcionarios del gobierno anterior por haber cometido actos de corrupción y pidieron que sean castigados con todo el peso de la ley por los actos ilícitos cometidos.

En el Lempira Reina, muchas personas se pronunciaron a favor del sistema democrático y en contra de acciones que no ayudan a mejorar el bienestar del pueblo hondureño.

Juan Ferrera, miembro de la UCD, manifestó que la marcha ha sido hasta el momento “la más significativa”.

“Esta es una manifestación donde se pide que no se debe frustrar más al pueblo hondureño porque las frustraciones hacen creer que hay líderes mesiánicos, que pueden cambiar las cosas de un momento a otro, y eso no existe”, dijo Ferrera.

“Ya no queremos seguir viviendo de las mentiras. La mentira es lo peor que puede haber y la demagogia de los políticos, como la del ex presidente Manuel Zelaya, no debe repetirse porque atrás ha habido corrupción y triquiñuelas para burlar al pueblo y eso no puede continuar”, manifestó Juan Ferrera.

Otra de las personas que se pronunciaron fue Ricardo Álvarez, alcalde municipal de Tegucigalpa. “En esta marcha podemos ver motagüenses, olimpistas, liberales, nacionalistas, católicos y evangélicos porque la final de cuentas el objetivo es lograr la paz y la democracia en nuestro país”, dijo Álvarez.

Más adelante manifestó que el pueblo hondureño rechaza la injerencia de otros gobiernos, máxime si se quieren imponer ideologías que no están acordes con el sentir y pensar de un pueblo que no quiere vivir bajo esquemas dictatoriales.

EL HERALDO