jueves, julio 23, 2009

LA NIEVE CALIENTE

Tomado de http://www.elmundo.es


La nieve caliente


Por Raúl Rivero
20.07.2009

EL SUBDESARROLLO, además de pobreza y hambre, produce, en los países donde se hace fuerte, una escandalosa prosperidad de la incoherencia. Es el surtidor de la confusión y el desconcierto. Es el absurdo inscrito en la programación genética de la mayoría de los políticos que dirigen esas naciones. De ahí la condena a no poner jamás las manos en el brocal del pozo.

Hablo de un brote natural de disparates. Un juego de locos que hunde a la población todos los días un poco más. Los jefes, mientras tanto, proclaman avances económicos y victorias políticas.

En la antología popular de las incoherencias en Latinoamérica figura, en un lugar cimero, la compra en Cuba, en los años 70, de una barredora de nieve. La vendió a precio módico una empresa de la hermana Unión Soviética.

En ese libro que escribe en el aire la memoria colectiva se incluye esta semana la actualidad hondureña. Un país pobre y pequeño que tenía hasta hace poco un presidente, y ahora tiene tres: Manuel Zelaya, itinerante (que gastó 80.000 dólares del Tesoro de la Nación en sus primeros cuatros días de peregrinaje); Roberto Micheletti, preso en palacio, y Hugo Chávez, de maniobras en la mesa de un puesto de mando.

Va también a las páginas selectas el matrimonio Kirchner. En su encarnizada y publicitada lucha a favor de los pobres se ha hecho rico. En el año 2008, su patrimonio pasó de 3,36 millones a 8,67, con un incremento del 158%.

Y entra Ecuador. Un jefe guerrillero de las FARC de Colombia, Víctor Julio Suárez Rojas, dice en un vídeo que su organización dio dinero para la campaña presidencial de Rafael Correa en 2006. El presidente ecuatoriano respondió con un llamamiento a estar alertas ante una arremetida de la derecha.

En Bolivia, la guardia personal del demócrata Evo Morales encerró en una habitación del Palacio Quemado a dos decenas de periodistas para que no le hicieran preguntas a Hugo Chávez, que el sábado estaba otra vez de visita en La Paz. Un funcionario dijo que el secuestro de los informadores se produjo por un exceso de celo.

En La Habana, hace unas horas, durante el velatorio de un sacerdote español asesinado en el poblado de Regla, el cardenal Jaime Ortega hizo de vocero oficial de la policía y comunicó al público y al clero que el autor del crimen está convicto y confeso. En Cuba está prohibido publicar crónica roja.

El subdesarrollo compone y afina su miseria.