miércoles, septiembre 02, 2009

CUBA: EL NUEVO SALVADOR

Nota del Blogguista


Durante los años 70s y principio de los 80s, el Comandante Julio Camacho Aguilera era admirado y querido por una buena parte de pinareños ya que lo veían muy preocupado por sacar adelante a la provincia de Pinar del Río.

Un día de los primeros años de los 80s, Raúl Castro fue a la provincia de visita. Esa visita culminaba con un discurso en el estadium de béisbol Capitán San Luis. En el acto y durante la presentación dijeron los nombres de los más altos dirigentes presentes, a los que seguían los aplausos del público a cada uno de ellos. Raúl Castro se percató que de manera muy notable, Julio Camacho Aguilera fue el más aplaudido,y aún más que a él.

( Julio Camacho Aguilera, año 2006 )

Al comenzar el discurso, y fiel a su manera de ser, Raúl, sonriente y como de broma, hizo la observación al público de que habían aplaudido más a Camacho que a él. Al poco tiempo de esa visita, Camacho fue trasladado a otra provincia y de ahí a Santiago de Cuba, de Santiago fue asignado como embajador en la Unión Soviética en los momentos de la perestroika y del desmerengamiento. Julio Camacho Aguilera había sido una persona de gran valor personal cuya tarea como miembro del Movimiento 26 de Julio fue conspirar con los miembros de las Fuerzas Armadas en los tiempos en que Batista estaba en el poder; el Alzamiento de la Marina en Cayo Loco en Cienfuegos, fue elaborado por él y el oficial Dionisio San Román, posteriormente asesinado por las Fuerzas Armadas de la dictadura de Batista. Los Castro se dieron cuenta de que Camacho potencialmente era una alternativa incipiente a ellos, luego, por si acaso, había que ponerle difícil su gestión como Primer Secretario en otras provincias y tenerlo lo más alejado posible del Poder cuando los primeros y peligrosos aires de la perestroika y glasnot llegaban a Cuba.

Después de ser embajador en la URSS, Julio Camacho Aguilera en los años ya a finales de los 80s o principios de 90s fue asignado por el Consejo de Estado a sentar las bases para el desarrollo del turismo internacional de la Península de Guanacabibes, y de de paso investigar posibles hallazgos de tesoros, pero siempre alejado del contacto con las masas populares; en esos años se corrió la bola de que estaba enfermo y de que tenía el mal de Parkinson. El Comandante Julio Camacho Aguilera en esos años gozaba de muy buena salud y hoy sigue siendo director de la Oficina para el Desarrollo Integral de la Península .

Lázaro Expósito, si ya no lo está, estará pronto en remojo con la acusación de ¨populista ¨y corrupto ¨ pendiendo, como espada de Damocles, encima de su cabeza.
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El nuevo 'salvador'

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¿Qué ha hecho Lázaro Expósito, nuevo jerarca del PCC en la segunda ciudad del país, para que los santiagueros lo idolatren?
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Michel Suárez
Por Madrid | 02/09/2009


¿Vive Santiago de Cuba otra "revolución"? Puede que no; pero, desde el punto de vista anímico, lo que actualmente sucede en la segunda ciudad del país es lo más parecido a un soplo de aire en los últimos cincuenta años, según sus pobladores.

El torbellino no procede de un auténtico proceso de cambios o innovaciones, ni de la voluntad de liberar las fuerzas productivas. Viene de un nombre, de una persona, como suele suceder en los regímenes totalitarios. Se llama Lázaro Expósito Canto y es el nuevo jerarca local del Partido Comunista. Tiene a la provincia en jaque, a la vez que rendida a sus pies. En muy pocos meses ha intentado "poner orden" en la herencia que le dejaron Juan Almeida, José Ramón Balaguer, Julio Camacho Aguilera, Esteban Lazo, Juan Carlos Robinson y Misael Enamorado.

(Lázaro Expósito (izq.), jefe del Partido Comunista en Santiago de Cuba. (RADIO REBELDE) )

"Durante el carnaval, la gente se le acercaba a darle besos, los niños querían que los cargara, es el dirigente más popular del momento", asegura un cubano residente en España, que visitó la ciudad en julio pasado y le vio en pose de alcalde de San Nicolás del Peladero.

¿Qué ha hecho Expósito Canto para que los santiagueros le idolatren, en apenas cinco meses en el cargo? Poco, pero lo que narran las leyendas urbanas sobre su gestión en Bayamo (ocho años), da mucho de sí.

Las expectativas son numerosas, pese a que todo el mundo sabe que gobernar Santiago no es fácil: ni recibe los mismos suministros que la capital (que ya son magros de por sí), ni logra autoabastecerse como Granma, Ciego de Ávila o Las Tunas, que tampoco tienen solucionado el problema de la alimentación.

El rey de los helados

Un blog oficialista resume los éxitos del personaje en Bayamo, ciudad a la que no duda en calificar como "la capital del buen gusto". La lista se centra en la red de centros de la denominada gastronomía popular: "La casa del jugo", "La Cascada" (agua natural de varios tipos), cremerías, "La casa del perro caliente", "La súper hamburguesa", mercados especializados en frutas, viandas, vegetales, dulces finos y productos derivados de la leche —helados, leche condensada de varios sabores, yogurt, mantequilla, quesos—, entre otros.

Resulta complicado hacer ver a los ciudadanos la magnitud del fraude de la gastronomía subsidiada. O la "magia" de vender productos en pesos cubanos al precio equivalente en CUC.

"Como si cae del cielo", bromea Luis, un soldador jubilado que sueña con una calle Enramadas mejor surtida, más o menos como en los años ochenta, cuando una potencia exterior garantizaba la subvención. En una situación como la de la Isla, a pocos le importa si el helado, los dulces y las pizzas en moneda nacional reciben una fuerte subvención en dólares.

Expósito hizo que el centro de Bayamo (no toda la provincia de Granma) exhibiera una oferta no vista en ninguna otra parte del país. Pero no sobre la base de la productividad, el rendimiento y las ganancias del negocio, sino anclado en la inyección estatal de dólares para sostener las ventas en moneda nacional y la artificialidad del sistema.

El "experimento" es difícil de aplicar en Santiago de Cuba, ciudad con casi medio millón de habitantes y alguna población flotante. En La Habana está totalmente descartado, por incosteable.

Sin embargo, no todos compran "el cambio".

"Hay alarma por los precios. Un galón de mango en conserva cuesta 200 pesos y uno de pasta de tomate, 140. La gran mayoría no puede acceder a esto", apunta Raudel Ávila, delegado en Palma Soriano de la opositora Confederación Obrera Nacional Independiente.

El salario medio, según datos oficiales, es de unos 420 pesos mensuales.

La fábrica de conservas radica en el poblado de El Caney —famoso por sus mangos—, a ocho kilómetros de la ciudad de Santiago. Ni el embargo ni el mercado internacional le afectan directamente, pero los precios de sus productos emulan al oro.

"El nivel adquisitivo es muy bajo. No da abasto para enfrentar las compras en las nuevas tiendas, aunque por lo menos abrió la fábrica de conservas, que estaba cerrada hace años", admite el periodista independiente Juan Carlos Hernández.

Pero el funcionario también ha cerrado otras instalaciones.

"En el mercado agropecuario que Expósito se presenta por la mañana, por la tarde hay un buldózer tumbándolo. Dice que va a arreglar el problema de la comida con los mercados estatales más baratos", apunta Ana, una ama de casa que no cree que la solución sea "acorralar" a los particulares.

Mesías del siglo XXI

De momento, es el nuevo "salvador". Durante su primera visita a Palma Soriano (125.000 habitantes y segunda ciudad de la provincia), "el pueblo se tiró a la calle. La gente decía que él era el Mesías del siglo XXI. Se reunió en varios lugares con el pueblo y la gente no paró de darle quejas de todo tipo", recordó Tania Montoya Vázquez, delegada del Partido por la Unidad Democrática Cristiana.

Expósito ni es mago, ni mucho menos un reformista, valoran las fuentes consultadas, "porque el 'cambio' procede únicamente de su autoridad para desviar esto de aquí y enviarlo para allá, y eso topa con la realidad, el desastre que es este país".

Hace poco, en una reunión con estudiantes universitarios, que se desbocaron contando los problemas del sector, aclaró que él "no podía hacer milagros".

"Ahora bien", apuntan las fuentes, "no es igual un autoritarismo con un algo de comida, que la prepotencia ineficiente de Lazo y Robinson en Santiago, y el cero a la izquierda que fue Misael Enamorado, el pobre".

La Agencia de Prensa Libre Oriental (Aplopress, independiente) publicó recientemente que el dirigente "ha impuesto una dinámica de trabajo a la que, al parecer, no estaban acostumbrados los funcionarios del Partido y del Poder Popular". De hecho, su "frenética acción" ha desencadenado la renuncia de varios dirigentes locales.

¿Hasta cuándo durará la luna de miel de los santiagueros con su dirigente? ¿Cae bien en el Palacio de la Revolución un subordinado tan popular, ajeno al equipo "histórico"?

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