sábado, octubre 03, 2009

CUBA: TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS

TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS




Por Jorge Olivera Castillo
Sindical Press

3 de octubre de 2009

La Habana – www.PayoLibre.com – La legalidad es irreparable en los talleres del socialismo. Es una obligación acudir al delito para sobrevivir. Encontrar otros caminos para escapar de la escasez y del racionamiento, se convierte en una búsqueda confinada entre la trivialidad y la utopía.

Violar las leyes vigentes con tal de rebajar los tonos de la pobreza, se ha convertido en algo rutinario. No es posible pensar, dada la magnitud del problema, que el estado esté al margen de las miles de transgresiones cometidas día a día en todo el país.
Ante la situación, hay que pensar en cierto nivel de tolerancia como parte de una estrategia de compensaciones indirectas para impedir la ruptura del tejido social.

Al permitir un sustancial número de actividades en el mercado negro, se logran dos propósitos muy bien definidos: por un lado se llena el vacío dejado por los bajos niveles productivos y la ineficiencia del modelo estatal que se traducen en sueldos irrisorios. Los trabajadores tienen una puerta de emergencia para procurarse u ofertar servicios y productos robados en sus respectivos centros laborales. Además, con tales maniobras se consigue saltar la barrera del salario promedio mensual ascendente a unos 21 dólares.

El otro fin que subyace en el fondo de tales permisividades, es mantener engrasada una de las secciones del mecanismo represivo.

Cada ciudadano sorprendido en el ejercicio de sus actividades económicas ilícitas se convierte en un potencial colaborador de la policía a cambio del perdón. Es decir que el chantaje obra como un correctivo para domesticar a la sociedad.

El voto unánime en las elecciones y la asistencia multitudinaria a los actos políticos convocados por las instancias oficiales, son algunos de los éxitos conseguidos gracias a un ambiente de postración moral y perjuicios éticos de gran parte de la población.

La imposición de este esquema, deja un saldo marcadamente desfavorable en términos sociales. Mientras una élite ha logrado entronizarse en el poder mediante subterfugios maquiavélicos, cuatro generaciones de cubanos se hunden en el cieno de las malas costumbres, la indecencia y el trastorno de la personalidad.

¿Por qué al robo se le llama “resolver” como una forma de legitimarlo? ¿Cómo es posible que se ensalcen los logros de miles de jóvenes prostitutas, en no pocos núcleos familiares, dentro de una Justify Fullrevolución socialista que presuntamente eliminó todo esos llamados lastres del capitalismo?

Las estadísticas que muestran esas distorsiones no salen en las planas de los periódicos, ni en las pantallas de la televisión, ni en los espacios radiales.

De vez en cuando hay amagos de denuncia, tibias coberturas sobre un problema que ha hecho metástasis y que amenaza con pudrir gran parte de las esperanzas en un futuro mejor, sin la sombra del unipartidismo y la ideologización a ultranza.

Cuba no es ese país de las postales con paisajes paradisíacos. En la profundidad de un socialismo tan difícil de explicar en términos lógicos, hay una crisis que golpea a todas las instituciones y a todos los sectores de una población harta de censuras y restricciones.

En Cuba la ilegalidad es una cultura de masas. Un estilo de vida al que nadie escapa. De veras que es complicado explicar, en detalles, un disparate de magnitudes insospechadas.

Es oportuno acotar que la discreción de las autoridades hacia la imparable evolución de la economía sumergida, tiene otras lecturas ajenas a lo que se presupone sea un diseño previamente concebido.

La corrupción, el soborno y el clientelismo son parte de las malezas que cubren a la nación de punta a cabo. No dudo que lo promotores del desastre lo hayan previsto, pero a fin de cuentas, ya están en el final de su burda gestión política y de sus vidas.

Los que vengan después que se las arreglen como puedan.

Pudiera parecer cínico, no obstante, no deja de ser una valoración justa y objetiva. Basta con pasar revista a la situación para quedar convencidos de que la egolatría, el caciquismo y el afán por brillar en el altar de la historia fueron las directrices de una clase política que ha consumido más de medio siglo en el poder.

Sin el concurso de una guerra, Cuba está destruida. ¿Quién se atrevería a poner en dudas la efectividad de bombas como el desvío de recursos, la apatía, el auge de la burocracia, la malversación, el nepotismo y la patriotería?

oliverajorge75@yahoo.com

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Excarcelan a defensor de derechos humanos en Holguín

Doralis Álvarez Soto

3 de octubre de 2009

La Habana – www.PayoLibre.com – El defensor de derechos humanos Ángel Luis Santiesteban Rodés fue excarcelado el 17 de septiembre de 2009, un mes antes de cumplir totalmente su condena de seis meses de prisión, según un reporte de la relatora Martha Díaz Rondón.

Según Díaz Rondón, Santiesteban había sido procesado y sancionado, sin abogado defensor, por la instancia municipal el 13 de abril, acusado por un delito de receptación, por la compra de una carretilla de batir mezcla de cemento.

Agregó que la policía política desde hacia tiempo pretendía encarcelarlo por su labor en favor de los derechos humanos, por eso le quitó una pequeña fábrica de tejas de su propiedad y lo dejó sin sustento económico.

Ángel Luis es director de los Círculos Democráticos Municipalistas en Banes, Holguín, activista de la Fundación Cubana de Derechos Humanos y miembro del Consejo de Relatores.

Finalmente la fuente dijo que Ángel Luis quedó bajo libertad condicional, pero trabajando obligado en las labores más rudas del campo por un salario de esclavo.

Centro de Información del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba.