GANAR ESPACIOS CON GALLARDÍA
GANAR ESPACIOS CON GALLARDÍA
Por Adolfo Fernández Sáinz
Periodista agencia de prensa independiente Patria.
Ciudad de La Habana.
primaveradigital@gmail.com
Prisión Provincial Canaletas, Ciego de Ávila, 1 de octubre de 2009, (PD) El preso político y de conciencia, Antonio Ramón Díaz Sánchez (Tony) ha librado un combate en la soledad de su celda y se ganó un espacio a pura gallardía frente a sus carceleros que apostaron a que podrían doblegarlo.
En septiembre de 2008, lo llevaron a La Habana por razones médicas y estuvo ingresado en la sala de penados del Hospital Militar Carlos J. Finlay. Allí la policía de Seguridad del Estado le propuso que si vestía el uniforme de recluso, le dejaban en alguna prisión habanera. Tony nació y reside en La Habana. Esto representaría un alivio formidable para su familia. Por su convicción y condición de preso político, se niega a vestir el uniforme carcelario. La Seguridad del Estado le amenaza con devolverlo a esta prisión de Canaletas, si persiste en su negativa. Efectivamente, fue regresado a esta provincia el 30 de mayo de 2009.
Esta devolución a Canaletas, es castigo suficiente, pero no contentos con eso, al llegar aquí, es conducido a celda de castigo. En estas condiciones y en cada oportunidad que tuvieron, trataron de hacerle la vida imposible. Le proponían llevarlo al soleador, pero esposado. Tony se niega afirmado en su condición de preso de conciencia a caminar esposado todos los días unas decenas de metros, hasta el soleador. La decisión de los militares entonces fue, no sacarlo al sol.
Le llevaron el teléfono a su celda para que hablara diez minutos una vez al mes. Tony se negó a menos que le concedieran los 100 minutos al mes reglamentados. Pasó más de 100 días sin hablar con su familia y resistió esa tentación. Escribía cartas y las entregaba a los militares para que estos las colocaran el correo regular. A las seis cartas entregadas, su familia no había recibido ninguna. Luego llegó una y más tarde, cinco juntas.
Solicitó asistencia religiosa como tiene derecho todo preso y el jefe de reeducación, Smith le notificó que por su actitud, no podría recibirla. Su esposa le envió desde La Habana una rueda de cigarrillos, luego de consultarlo con la Seguridad del Estado, que lo autorizó. Mi esposa aprovechó que venía a mi encuentro por una visita y la trajo. Al ella explicar que los cigarrillos eran para Tony, lo apartaron y cuando consultaron al jefe de la prisión, teniente coronel Reinerio Díaz Betancourt, este dijo: -Para Antonio Díaz no hay nada.
( Antonio Ramón Díaz Sánchez (Tony) )
Mi esposa le aclaró que aquello fue consultado con la Seguridad del Estado y el aclaró:
-En esta prisión, quien manda soy yo. Más adelante, su esposa, también acudió a visitarlo y le trajo en esta visita prensa extranjera. También autorizada por la Seguridad del Estado, por ser para Tony, se la negaron.
Tony pidió además que se le permitiera el 12 de agosto tener su visita conyugal, y así evitarle un viaje de 400 KM a su esposa, dentro de ocho días el 20 de agosto. Recibió una negativa por respuesta. En mi opinión, el jefe de la prisión se sentía muy disgustado con Tony porque este, se atravesó a sus intenciones de declarar esta prisión ‘libre de renuentes a vestir uniforme’.
Los demás, nos mantuvimos en la denuncia de estos abusos durante meses. Ahora veamos como evolucionó su situación.
El día 10 de septiembre comenzaron a sacarlo al sol sin esposarlo. Los días 15 y 16 fue visitado por el jefe de la prisión y el 21 se repitió la visita acompañado por un teniente coronel de La Habana. Para resumir las tres entrevistas, el jefe de la prisión dice desconocer los detalles sobre el incidente de la correspondencia. En relación con el teléfono le dice: -Es usted quien se niega a hablar.
Antonio Díaz responde:
-El destituido ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, declaró en marzo de 2004, a un año de nuestro encierro, que teníamos derecho a cien minutos al mes. Si esto cambió, que me traigan una declaración oficial del gobierno cubano que explique que esto es así. De lo contrario, yo no me hago cómplice de un engaño.
Ya recibe 25 minutos semanales los jueves, que fue el día que el seleccionó. El militar le dijo además, que no sabía nada sobre la asistencia religiosa, pero que tenía derecho a recibirla. Que escribiera una nueva solicitud para concedérsela. Tony la redacta y pone fecha de junio. El militar exige que haga la solicitud con fecha de septiembre y Tony, repone que sólo hace la copia de la solicitud que hizo previamente en junio. –Si lo hago con fecha de septiembre, ustedes argumentarán que presente la solicitud en septiembre y no en junio como fue efectivamente…
La posición de Tony se resume en que por no vestir el uniforme de recluso, fue trasladado a esta prisión Canaletas como castigo. El resto de las vicisitudes pasadas, sólo fueron represalias.
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*Nota del editor: Adolfo Fernández Sainz reside en La Habana y se encuentra a 400 Km de distancia del lugar de residencia de su familia. En opinión de esta redacción, Adolfo también sufre represalias, por causas aún no esclarecidas.
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