lunes, octubre 05, 2009

EUA CAMBIA SU POLÍTICA HACIA LA OPOSICIÓN CUBANA

EUA CAMBIA SU POLÍTICA HACIA LA OPOSICIÓN CUBANA




Por Jorge Hernández Fonseca
www.cubalibredigital.com

5 de Octubre de 2009

La materialización de la decisión norteamericana de cambiar la política estadounidense hacia Cuba, ha tenido un episodio dramático esta semana, cuando la representación del gobierno de Barack Obama en la isla marginó a la oposición política cubana –plagándose a las exigencias que la dictadura siempre hace a quienes “quieren ser sus amigos” – al no convidarla a la recepción que presentaría ante la “sociedad” cubana al nuevo representante de Washington.

Es importante destacar que para todos los cubanos (excepto para la dictadura) ha quedado claro, desde la toma de posesión de Obama en la presidencia estadounidense, que el mismo pondría en marcha un cambio de política de EUA hacia la isla. Hablamos ahora de otro cambio, tan importante como el anterior, el cambio de política de EUA hacia la oposición democrática cubana dentro del país. Eso es muy grave para todos los cubanos de dentro y fuera de la isla, porque el cambio hacia el gobierno dictatorial de Cuba no tiene necesariamente que implicar un cambio hacia la oposición democrática dentro de la isla. ¡Un absurdo!

Hay dos aspectos que sustentan la percepción inequívoca del cambio de política norteamericana hacia la oposición democrática en la isla, demostrándola:

En primer lugar, la prisa para destacar, por parte de los voceros oficiales norteamericanos --sin nadie preguntárselo-- que “no había un cambio de política de EUA hacia los opositores democráticos cubanos”, cuando se refirieron a la discriminación de que fue objeto la oposición interna marginada inexplicablemente de “la actividad”. Podrían haber convidado a representantes “civiles” de la oposición democrática cubana, como a los miembros del grupo “Los Aldeanos”, o a los integrantes en la isla del conjunto “Porno para Ricardo”. Podrían haber convidado a Yoani Sánchez, una de las 100 figuras más influyentes a nivel mundial el año pasado, según la revista más importante del país cuyo representante estaba siendo presentado.

En segundo lugar, el oportunismo de publicar una reunión que la sub-secretaria de estado de EUA de visita en Cuba, había mantenido varios días antes (entonces no había sido publicada, ¿para no disgustar a la dictadura?) con un grupo de opositores democráticos internos. Se viene a publicar esa noticia, como compensación del anuncio de la recepción donde los opositores a la dictadura habían sido eliminados, según el guión que le gusta a los laboratorios de la política discriminatoria de la isla comunista y que había adherido España antes. No engañaron a nadie.

Resulta pueril insistir en que los Estados Unidos mantendrá la misma política hacia la oposición cubana, cuando “hasta los perros ladran” que eso no es así. Desde luego que EUA tiene derecho a establecer su política, con independencia de lo que opine o piense la oposición democrática cubana. Se trata sin embargo de que los cubanos, por nuestra parte, y en función de nuestros sagrados intereses, debemos entender que esa nueva política de Obama hacia la oposición a la dictadura (repito, hablo del cambio de política hacia la oposición, no del cambio de política hacia el régimen) debe ser repudiada y si fuera posible, combatida por todos los cubanos dignos, militen o no en la partido de Obama dentro de EUA.

Esta nueva canallada contra la oposición democrática cubana interna se une a los sucesivos desplantes que la política exterior española realiza contra Cuba desde hace algunos años, encabezada por Moratinos, el ministro del exterior del inefable presidente Zapatero, el mismo que ha hundido a la “Madre Patria” en la más cruel crisis económica y social de su historia.

Los cubanos tenemos el deber de agradecer a Estados Unidos haber sido el único país que ha inscrito en sus leyes el apoyo a los cubanos en diáspora. Ese agradecimiento será eterno. Lo que no puede ser eterno es el crédito por sus buenas acciones anteriores con la oposición política cubana, en momentos que los representantes de EUA dentro de la isla son partícipes de la discriminación oficial estadounidense en la isla contra opositores democráticos civiles.

Este nuevo paso norteamericano contra la oposición democrática cubana viene de la mano con el apoyo equivocado que el gobierno de Obama está dando en Honduras a las fuerzas fidelo-chavistas. Un nuevo panorama internacional respecto a las fuerzas que apoyan la dictadura comunista que oprime la isla tiene necesariamente que hacernos pensar en nuevos escenarios de lucha, así como en nuevos métodos de combate en este postrer momento del fidelato, que a duras penas subsiste a la crisis económica, social y moral que ha provocado en la isla.

Esta necesaria revisión en la lucha no necesariamente tiene que implicar métodos violentos. El pueblo judío ha hecho valer sus derechos democráticos sin apelar al terrorismo, pero velando siempre claramente por sus intereses. Cada vez que Washington ha enunciado una política que no conviene a los intereses del pueblo israelí, inmediatamente ha puesto distancia de la misma, dejando claro que EUA e Israel son aliados, pero son países diferentes. Para los cubanos, es un buen ejemplo a seguir. Los cubanos estamos capilarizados en todas las redes sociales, políticas y económicas de occidente. Estados Unidos, España y el resto del mundo en los que vivimos exiliados cubanos, tienen que sentir la presión de la lucha por nuestros intereses.

No se trata ahora de una lucha directa por el poder político, aunque ese objetivo subyace en las acciones que deberíamos aplicar. Se trata de que el mundo occidental sienta nuestra presencia y poder en las diferentes esferas de la vida social, política y económica, para que tengan la necesidad de contar con la oposición democrática exiliada a la hora de negociar con el tirano, como ya lo hace España y comienza a hacer el gobierno de Obama, sin tener en cuenta nuestros sagrados intereses, que evidentemente no son los mismos que los intereses de EUA.

Esta decisión del gobierno de Obama, prefiriendo la “sociedad civil” (miliciana) de la dictadura a la sociedad civil discriminada y perseguida de la oposición, tiene su lado interesante. Nos permite una vez por todas demostrar ante el mundo que la política norteamericana en Cuba es muy diferente a la política opositora que los cubanos llevamos adelante, dentro y fuera de la isla. Somos los exiliados quienes concentramos fuerzas sociales, económicas y políticas en los países donde hemos encontrado abrigo. Por eso tenemos que ser los exiliados quienes encabecemos este combate, criticando fuertemente a EUA por su cambio de política.

Los hondureños han sabido llevar muy dignamente sus diferencias con el gobierno de Obama. Los cubanos exiliados tenemos que hacer algo similar, en cada uno de nuestros países de acogida, de manera a comenzar por diferenciarnos de la política oficial de Obama hacia los opositores en la isla, que para nada ayuda a la democracia que merece el sufrido pueblo cubano y que pretende comenzar a mediatizarse opacando a los luchadores internos de la isla, para substituirlos por pro-cónsules de ideas comunistoides que experimentarán “otro” tipo de colectivismo “diferente” al de Fidel y Raúl, pero de similares resultados desastrosos para la isla.